LA CPM ORGANIZÓ LAS II JORNADAS DE CAPACITACIÓN La lucha contra el sistema de la crueldad: potenciar la intervención de las organizaciones de familiares
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) reunió a más de 60 familiares y referentes sociales que luchan contra la violencia institucional y la tortura en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires. Las experiencias de registro de las violencias en el ámbito policial, carcelario y judicial, pensar nuevas estrategias de intervención y fortalecer la autonomía de las organizaciones de familiares fueron los principales ejes de debate. «En este encuentro los familiares de las víctimas de las brutales políticas de encierro nos dieron ejemplo de lucha y también nos enseñaron caminos para recorrer juntos para erradicar la tortura y todas las violaciones a los derechos humanos que cometen a diario las fuerzas de seguridad», reconoció Víctor Mendibil, presidente de la Comisión Provincial por la Memoria.
ANDAR con familiares
(CPM/Agencia) Olga Pendas es madre de un detenido, hace doce años que lucha por los derechos de su hijo y en el camino se acercó a ACiFaD (familiares de detenidos en cárceles federales). Recientemente, la Justicia admitió un habeas corpus que presentó para salvaguardar la integridad de una persona privada de la libertad. “La Comisión me apuntaló, me ayudó mucho, me dio herramientas técnicas para enfrentar a la justicia. Estos encuentros nos prepararon mucho”, señaló Olga. Desde hace algunos meses, cada miércoles, la Cooperativa Esperanza recibe a familiares de Villa Ballester para registrar las denuncias por violencia policial y carcelaria.
Las experiencias mencionadas son sólo una muestra de las múltiples acciones que las organizaciones de familiares vienen desarrollando. La Comisión Provincial por la Memoria decidió organizar un espacio de encuentro y trabajo colectivo para potenciar esas experiencias. FAVISIC, la Asociación Camino al Siglo XXII de Lomas de Zamora y La Matanza, la Coordinadora contra la impunidad policial, Familiares de la masacre de Quilmes, Familiares y amigos de Florencia “la China” Cuellar, COVIC, Familiares de Lobos y del Municipio de la Costa, e integrantes del Consejo municipal contra la violencia institucional de Punta Indio, también participaron de las II Jornadas de Capacitación e intercambiaron acerca de cómo cada una de ellas, han fortalecido las respuestas de sus organizaciones en el territorio.
Las jornadas se realizaron durante el fin de semana en la sede de la CPM en calle 54 nº 487 de La Plata. Por la CPM acompañaron las actividades Susana Méndez (tesorera), Roberto Cipriano García (secretario) y Víctor Mendibil (co-presidente), junto a Sandra Raggio, Directora General. Mientras que los equipos del área de Justicia y Seguridad democrática y el Comité contra la Tortura estuvieron a cargo de los talleres y espacios de formación.
“Es una política de la Comisión mejorar la capacidad de intervención de las organizaciones y lograr que alcancen niveles de autonomía cada vez mayores. Esa autonomía se consigue a medida que tengan mayores capacidades de intervención, eso buscamos en cada encuentro. Avanzamos mucho y seguiremos avanzando”, resumió Sandra Raggio, directora general de la CPM.
Para el organismo, el acompañamiento a los familiares víctimas de la violencia institucional ha sido una de las preocupaciones centrales de su agenda de trabajo y por ello ha sido una decisión político institucional trabajar con los colectivos de familiares. “El sentido de estos encuentros es seguir construyendo la organización social y política para luchar contra el sistema, pretendemos que exista una sociedad sin tortura y vamos orientar gran parte de nuestro esfuerzo institucional en ello”, expresó el secretario de la CPM, Roberto Cipriano García. Con ese objetivo se realizaron el I y II Encuentro Nacional de Familiares Víctimas de la Violencia Institucional y la jornada de capacitación en Punta Indio.
Roberto Cipriano García manifestó también: “ver el esfuerzo y la capacidad de organización conmueve, es una instancia de acumulación política que va generando un crecimiento en la conciencia de las personas que participan, que genera nuevas prácticas creativas de resistencia y transformación, que construyen nuevas formas de contener a compañeros detenidos y familiares”.
En su momento, el encuentro en Punta Indio estuvo pensado para trabajar en el registro como herramienta de intervención y, en las jornadas de este fin de semana, se intentó apuntalar estos contenidos, evaluar las primeras experiencias de registro y diseñar nuevos instrumentos de entrevista. El registro bajo un principio irrenunciable: escuchar el relato de la víctima como un acto de reparación, de contención, de denuncia y transformación, asumiendo que cada entrevista plasmada en una planilla de registro que se completa, es un acto político tendiente a resistir y luchar contra estas graves violaciones de derechos humanos.
En los distintos talleres, los familiares y referentes barriales expusieron las problemáticas en sus lugares de intervención e identificaron actores y regularidades de un sistema que vulnera sistemáticamente los derechos humanos: la naturalización de las prácticas violentas e ilegales de las policías en el territorio, la militarización de los barrios más pobres, las torturas que padecen los detenidos y los familiares, la justicia que demora las causas amparándose en la falta de herramientas técnicas para leer los escritos.
“Sufrimos todo tipo de violencia, mi hijo y yo, los dos sufrimos torturas. Humillaciones, maltrato en una ventanilla, en un juzgado, en una defensoría, en los penales. Recorrí todos los penales de la provincia. Sufrí lo que sufren todos los familiares. Cuando yo empecé con esta lucha, pensé que estaba sola pero, a medida que fui conociendo a otras madres, me di cuenta que éramos muchos”, cuenta Olga. Y Cristina, de la Cooperativa Esperanza, agrega: “Es una lucha colectiva, si no lo hacemos en conjunto nos come el poder judicial, las policías y el Servicio Penitenciario; para ellos, nuestros hijos serán un número pero, para nosotros, son nuestros hijos y tienen derechos”.
En ese sentido, Susana Méndez, integrante del organismo, enfatizó en la necesidad de considerar que «los familiares de las víctimas directas de la violencia institucional también son víctimas, por las condiciones de vulnerabilidad a las que el sistema expone al conjunto de las familias».
“Nosotros nos hemos propuestos generar otros espacios de capacitación porque para nosotros la capacitación si no es sistemática y continua se pierde, la formación debe ser un proceso permanente. Y para que esto sea así nos tenemos que seguir encontrando: la persistencia es central en la lucha contra el sistema, porque el sistema es muy persistente y tiene muchas capacidades de reproducirse y consolidarse, y uno tiene que tener la misma capacidad para estar horadando de manera persistente. La única forma de romper el sistema es con persistencia”, sostuvo Sandra Raggio.
En la misma línea, Roberto Cipriano García resaltó que “a lo largo de estos encuentros, uno observa cómo se va estructurando otra elaboración de los temas, otras formas de pensar cada tema, porque cada uno de ustedes nos traen otras inquietudes; asistimos a una realidad muy compleja, lo han dicho en los distintos momentos de los talleres, estamos padeciendo muchas regresiones en materia de derechos y eso requiere nuevos esfuerzos creativos para resistir y transformar el sistema penal”.
De esta manera, y pensando en la capacitación como un proceso permanente, una de las principales líneas de acción que surgió de este encuentro es la realización de una encuesta a familiares sobre los padecimientos que sufren en las visitas a cárceles de la provincia, como una práctica de tortura. “Tenemos que poner en valor este trabajo, construir un informe, hacer que cada relato se convierta en una herramienta que nos permita ir a reclamar ante la justicia, las autoridades y los organismos internacionales un cambio estructural, para que nunca más sufran lo que sufren”, cerró Cipriano García.