ANIVERSARIO DE LA MASACRE DE FÁTIMA La escuela como punto de encuentro para las memorias
En agosto de 1976 aparecieron 30 cuerpos calcinados en Pilar. A 39 años del hecho conocido como la masacre de Fátima, la conmemoración local tiene como epicentro a la escuela. Para el año que viene, el Concejo Deliberante declaró asueto administrativo. El papel de las nuevas generaciones en los actos de memoria.
ANDAR en Pilar
(Agencia) Donato Di Santo es director de la secundaria 9 de la localidad de Fátima, en Pilar. Allí donde un 20 de agosto en 1976 asesinaron y dinamitaron los cuerpos de 30 detenidos desaparecidos que habían estado secuestrados previamente en la Dirección de Coordinación Federal.
Esos hechos hoy se conocen con el nombre de masacre de Fátima. “Desde el ’76 hasta la vuelta de la democracia todo quedó bastante oculto. Después, en democracia, se comenzaron las primeras investigaciones y se encontró que los cuerpos dinamitados en ese callejón habían sido enterrados como NN en el cementerio de Derqui”, relata el director. Luego, con la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense, se pudieron identificar los restos de algunas de las víctimas.
El relato llegó a la escuela para quedarse en el año 2001, cuando se acercaron los familiares de las víctimas de la masacre a hablar con el director para ver si se podía trabajar con los chicos de la escuela y otras instituciones sobre lo que había sucedido. “Ese año, el 20 de agosto, hicimos el primer acto acá con los familiares de los desaparecidos; hasta hoy, y seguramente hasta siempre, lo seguimos haciendo. Este es un lugar de memoria”, asegura Di Santo.
Pero la comunidad educativa terminó de involucrarse en esa conmemoración a partir de una investigación para el programa Jóvenes y Memoria de la Comisión Provincial por la Memoria. “En términos más juveniles que académicos nos terminamos de enganchar con el programa Jóvenes y Memoria a través del que decidimos contar esta historia local. Los estudiantes, junto a profesores como Flavia Céccoli, Jorge Villegas, Miguel Gamboa y participantes del bachillerato de adultos, hicieron entrevistas a los familiares, a gente del barrio, a algunas personas más reconocidas que estuvieron en Coordinación Federal, como Taiana o Víctor Heredia”, cuenta Di Santo.
Según del director el acto “no es un momento sólo de tristeza sino también de celebración, para recordar, para llevar adelante esos ideales que quedaron truncos en el ’76. Para los jóvenes, poder involucrarse y todas estas cosas hacen que los muchachos año tras año se vayan interesando. No vamos a decir que el 100% de los chicos de la escuela están involucrados en el tema pero cada vez más se empiezan a sumar”.
El callejón donde ocurrió la masacre antes se llamaba Atalaya y hoy es el paseo de la memoria de Pilar. El recorrido que se hace cada 20 de agosto es una peregrinación que va desde la escuela a ese lugar, que queda a un kilómetro y medio. “Y la escuela es un lugar de encuentro, los recibe, es como una posta donde nos encontramos todos los que queremos participar. Aquí dejan los vehículos y concentramos, de acá salimos caminando los familiares, los chicos, las agrupaciones hasta el monolito. Y allí se dicen algunas palabras y decimos presente”, señala Di Santo.
En su última sesión, el Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Pilar aprobó por unanimidad una ordenanza que declara asueto administrativo el 20 de agosto en conmemoración de la masacre de Fátima, que regirá el próximo año cuando se cumplan los 40 años.
En 2008, el TOF 5 condenó a prisión perpetua a los ex comisarios Carlos Enrique Gallone y Juan Carlos Lapuyole por la masacre de Fátima, y absolvió al comisario Miguel Ángel Trimrachi. En 2010, la Cámara de Casación ratificó el fallo.