PREOCUPACIÓN Y REPUDIO DE LA CPM La democracia no tolera el desfile de genocidas y golpistas
(Agencia) La CPM expresa su profunda preocupación y repudio ante la presencia de represores y militares «carapintadas» en los desfiles que se organizaron con motivo del Bicentenario de la declaración de la Independencia.
Cabe destacar que el hecho que se conmemora es de clara naturaleza cívica y política, donde se reivindica la voluntad independentista y la libertad del pueblo. Como tal ha constituido un paso clave en el camino de la construcción de la democracia que tanto costó: miles y miles de vidas. En ese proceso, la subordinación de las fuerzas armadas al poder político emanado de la voluntad popular fue un elemento fundamental.
Por lo tanto es inadmisible la presencia de autodenominados «ex combatientes del Operativo Independencia» entre las filas de los que desfilaron en Tucumán; la de Carrizo Salvadores, responsable del fusilamiento de 14 personas en agosto del 1974 en lo que se conoce como la Masacre de Capilla del Rosario, en Catamarca; la del carapitada Aldo Rico, quien se alzó contra la democracia y la de Emilio Nani, quien actúo en la represión de los hechos de La Tablada en el año 1989, donde ha sido demostrado que se cometieron graves violaciones a los derechos humanos. Todos ellos han reivindicado públicamente el terrorismo de Estado como «la lucha contra la subversión apátrida», autoadjudicándose el lugar de los «salvadores de la patria».
Si desde el gobierno se pretende profundizar la democracia y reivindicar a los independentistas de 1816 no pueden permitir que en actos de fuerte carga simbólica tengan espacios de expresión personajes que representan lo más oscuro de nuestra historia.
Es una afrenta a la memoria, al dolor de miles y miles de víctimas y de familias que sufrieron en carne propia la represión, a los ex combatientes de Malvinas que padecieron sus torturas, y a todo el pueblo argentino que ha luchado incansablemente por la democracia y los derechos humanos.
Como ninguna otra sociedad asolada por dictaduras, hemos logrado la condena política, social, cultural y penal de los responsables de los crímenes de lesa humanidad. Desde aquel histórico Juicio a las Juntas hemos dado paso tras paso consolidando el camino más digno hacia la profundización de la democracia. Incluso superando los intentos violentos de los levantamientos militares que pretendieron el pleno olvido y la impunidad. Los Juicios por la Verdad y luego los Juicios de Lesa Humanidad que siguen su curso son la demostración de esa voluntad y de esa dignidad inclaudicable que lucha por VERDAD, JUSTICIA Y MEMORIA.