ZAFFARONI INAUGURÓ LA MAESTRÍA EN CRIMINOLOGÍA Y COMUNICACIÓN “La criminología mediática banaliza las violencias y le marca límites al Estado”
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(Agencia) “Con esta maestría estamos poniendo la piedra fundamental sobre un tema que es prioritario para la comunicación pero especialmente para la criminología”, afirmó el ministro de la Corte Suprema, Raúl Eugenio Zaffaroni, flamante director de la maestría en Comunicación y Criminología inaugurada el 8 de agosto pasado en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
La clase magistral a cargo del destacado penalista contó no sólo con la presencia de los estudiantes inscriptos a la maestría sino también de la decana Florencia Saintout, magistrados, fiscales, comunicadores, referentes del campo de los derechos humanos y público general, que colmaron el salón anfiteatrado de la casa de estudios.
El director de la maestría señaló que la reflexión, la pregunta y la indagación sobre el delito, la pena o lo punitivo, no son objeto de las facultades de derecho ni de los abogados sino de diversos campos del conocimiento que se encuentran en la búsqueda meditada y profunda del poder punitivo y sus funciones sociales.
“El poder punitivo surge cuando la autoridad –el Rey, la República, el orden establecido- pasa a declararse víctima de los actos lesivos cometidos por particulares y, por lo tanto, asume la tarea del castigo. Es decir, se elimina la reparación del daño y el Estado asume el control de la persona que cometió un delito”, explicó Zaffaroni.
Asimismo, destacó que el paradigma punitivo estadounidense surgido en los años 80 del siglo pasado y vigente hasta la actualidad se apuntala en una serie de técnicas de producción y de circulación mediáticas, las cuales resultan apropiadas para construir un discurso que legitima ese poder represivo: “Ningún poder puede actuar sin un discurso, y de allí la importancia de estudiar y analizar el rol de los medios, especialmente de la criminología mediática”.
[pullquote]Zaffaroni: “La criminología mediática construye una realidad aparente que pone en riesgo vidas humanas y hasta al propio funcionamiento del Estado»[/pullquote]
Para Zaffaroni, “la criminología mediática construye una realidad aparente que pone en riesgo vidas humanas y hasta al propio funcionamiento del Estado. Se le hace decir a la víctima de un delito frente a cámara todo aquello que el comunicador no se anima a decir; se trabaja el aspecto emocional para forjar el discurso del punitivismo que reclama la mano dura, el aumento de penas, mayores atribuciones a las policías, y se van marcando los límites al poder político, que finalmente recoge ese discurso”.
“Se manipula la imagen, se reproduce cientos de veces por día, se muestra la morbosidad de determinada manera y se banalizan las violencias al mismo tiempo que se reproducen los estereotipos negativos sobre personas vulnerables”, agregó el ministro de la Corte, y concluyó: “Es frente a esta criminología mediática que se debe profundizar el trabajo en la investigación y el conocimiento de la cuestión criminal”.
La decana de la Facultad, Florencia Saintout, agradeció y destacó la presencia del ministro de la Corte Suprema, y afirmó que en los últimos años la bibliografía de Zaffaroni irrumpió en las carreras de comunicación y en su campo de indagación porque, entre otras cosas, se trata de un saber y una mirada sobre el poder que permite denunciar el lugar que han ocupado y siguen ocupando los grandes medios en la criminalización de los que menos tienen, de los olvidados.
“La obra de Zaffaroni nos permite ver y comprender esa complicidad absoluta entre los programas de ‘seguridad ciudadana’ y los medios de comunicación, y nos permite, con esa denuncia, tomar posición para la acción”, afirmó Saintout.
Agregó que el campo de la comunicación se institucionalizó en la década del 80 y fundamentalmente durante los 90: “Estudiar la comunicación tuvo que ver con estudiar la vida cotidiana y la cultura por fuera de las luchas, la política y el poder. Asumíamos que la historia se había terminado. Por lo tanto, el poder se había terminado o, en todo caso, se había transformado en un poder reticular, microcapilar, disperso, algo así como un poder que no hacía ningún tipo de mal. Así, el poder dejaba de estar en nuestras agendas de estudios”.
[pullquote]Saintout: «El trabajo de Zaffaroni nos invita a retomar la indagación en torno a los medios y su función reproductiva de estereotipos criminalizantes adjudicados a los olvidados y excluidos, los no blancos, los no machos, los no poderosos”[/pullquote]
“Mientras los medios de comunicación se iban concentrando en muy pocas manos, los medios también dejaban de ser objetos de investigación para las carreras de comunicación porque lo que se estudiaba era esa cultura de los micro-relatos, esa cultura de la esquina, en detrimento del estudio de las totalidades. En ese marco es que irrumpe el trabajo de Zaffaroni, invitándonos a retomar la indagación en torno a los medios y su función reproductiva de estereotipos criminalizantes adjudicados a los olvidados y excluidos, los no blancos, los no machos, los no poderosos”, cerró la decana.
Por su parte, la secretaria académica de la maestría, Azucena Racosta, expresó su entusiasmo por el lanzamiento del curso: “A nuestro trabajo territorial, que se desarrolla desde hace 20 años en contextos de encierro, le faltaba una parte: la producción de conocimiento y la formación de investigadores para la formulación de nuevas políticas públicas. Hemos tratado de reunir a los mejores profesionales para el dictado de esta maestría y lo hemos logrado. Estoy más que segura que en esta facultad, con estos docentes y con este programa, vamos a producir un conocimiento que aporte a una sociedad emancipadora y liberadora”.
“Vivimos en un mundo en el que los sectores populares están criminalizados, viven dentro de las cárceles o el primer contacto que tienen con el Estado es mediante la policía en sus barrios. No es un fenómeno argentino, sino mundial. Por eso, esta maestría tiene que ver con la disputa sobre qué tipo de conocimiento producimos, para quién o quiénes investigamos, quiénes investigamos y dónde aportamos esos conocimientos”, agregó Racosta.
En la jornada estuvieron presentes personalidades como Adelina Dematti y Rosa Bru; el juez federal Carlos Rozanski; el presidente de la Comisión Provincial por la Memoria, Hugo Cañón; y el juez en lo contencioso administrativo, Luis Arias, entre otras.
[pullquote]Racosta: «Vivimos en un mundo en el que los sectores populares están criminalizados, viven dentro de las cárceles o el primer contacto que tienen con el Estado es mediante la policía en sus barrios»[/pullquote]
El equipo docente de la maestría está integrado por Raúl Eugenio Zaffaroni, como director; y Florencia Saintout; Alejandro Alagia (fiscal general de la ciudad de Buenos Aires); Alejandro Slokar (juez de Cámara de Casación Penal); Flavio Rapisardi; Rodrigo Codino; María Luisa Femenias; Pablo Vega; Carlos Giordano; Azucena Racosta; Gabriela Gusis; Fernando Arnedo; Silvia Delfino; Victor Ego Ducrot; Rodolfo Facio; Matías Bailone; Renato Vanelli; Rita Segato; Leandro Gonzalez; Adrián Martin; Alejandra Cebrelli; Elisa Ghea; y Paula Porta.
La especialización tendrá una duración de dos años y medio –cinco cuatrimestres- con la modalidad de cursada presencial y 12 horas semanales promedio, y se cursará en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, sede de avenida 44 entre 8 y 9.