Comunicado de la Comisión por la Memoria La CPM rechaza la designación de Milani
ANDAR en La Plata (agencia)
Luego de que el Senado de la Nación aprobara el pliego de ascenso a Teniente General de César Milani, la Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires (CPM) reitera su preocupación y pedido de apartamiento del cargo de Jefe del Ejército y su pase a disponibilidad.
Tal como lo enunció en el comunicado emitido en el mes de julio, la CPM reclama que, ante los testimonios y la documentación existente que lo vinculan con las acciones ilegales represivas llevadas adelante en el marco del terrorismo de Estado en las provincias de Tucumán y La Rioja, se disponga la separación del cargo de dicho jefe superior y su pase a disponibilidad, e insta a una eficaz y rápida investigación por parte de la Justicia.
Recordamos que en la documentación presentada por el CELS al Senado de la Nación, se demuestra en principio el vínculo de Milani con acciones represivas ilegales. En el caso de Alberto Agapito Ledo, conscripto desaparecido en día 27 de junio de 1976, los documentos indican al menos que Milani sabía de su desaparición, presentada bajo el eufemismo de “deserción”, ya que fue el instructor de la investigación. Al mismo tiempo, tal como el propio gobierno de facto informa a la CIDH, el Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 donde revistaban Ledo –como soldado- y Milani -como subteniente- era una “Unidad en operaciones antiterroristas que se desarrollaban en la Provincia de Tucumán”. Por otra parte, el testimonio de Ramón Olivera -ex preso político- indica que el actual Jefe del Estado Mayor del Ejército participó en operativos ilegales de detención.
Por todo lo expuesto, reiteramos que es la Justicia la que debe profundizar la investigación y ponderar si estos hechos implican o no la comisión de delitos de lesa humanidad. Sin embargo, la evidencia acumulada acerca de tales hechos –basada en la documentación y testimonios públicamente conocidos- importa sospecha y es suficiente para considerar que Milani no puede ser parte de la conducción de unas Fuerzas Armadas que deben ser acabadamente democráticas para servir a los intereses del pueblo y de la nación.
Los procesos de verdad, justicia y memoria son aportes imprescindibles para tales objetivos.