DE SANTIAGO DEL ESTERO A CHAPADMALAL La campaña “ni un muerto más por el derecho a la tierra” crece con los jóvenes
Una delegación de Santiago del Estero participó del encuentro del Programa Jóvenes y Memoria de la CPM. Con ellos llegó a Chapadmalal la campaña que realizan en el marco del juicio por el asesinato de Cristian Ferreyra y que busca difundir su lucha por el derecho a la tierra.
ANDAR entre provincias
(Agencia) Gloria Gallegos vive en Santiago del Estero, conoció al Programa Jóvenes Y Memoria de la CPM a través de su trabajo en la Comisión por la Memoria santiagueña y este año se sumó al equipo de jóvenes que llevaron sus trabajos a Chapadmalal. Además de participar del encuentro de cierre del programa Jóvenes y Memoria, este año Gloria fue con la misión de extender la campaña “ni un muerto más por el derecho a la tierra” que se desarrolla en el marco del juicio por el asesinato de Cristian Ferreyra para “llegar a la mayor cantidad de gente posible”.
La campaña la impulsa el MOCASE vía campesina que hace tiempo viene trabajando para poder llevar a juicio el caso del joven militante asesinado el 16 de noviembre de 2011 por gente que contratan los empresarios de la zona para desalojar las tierras. “Ellos tienen libertad de acción y movimiento, mientras todo lo que le queda a los campesinos es intentar defenderse. Es una tierra muy requerida por los empresarios sojeros toda esa zona, entonces la gente que vive ahí les molesta y los quieren sacar. El MOCASE ayuda a resistir toda esta política de desalojos a través de la organización, ahí militaba y ayudaba Cristian Ferreyra”, cuenta Gloria.
Con la muerte de Cristian por primera vez se logró sentar a los responsables en el banquillo de los acusados: el empresario Ciccioli, que llega al proceso judicial acusado del delito de «homicidio simple, lesiones graves, amenazas y abuso de arma como partícipe secundario» y el autor material del crimen Javier Juárez. También son juzgados “sus matones”, dice Gloria, otros miembros de la denominada «banda armada»: Carlos Gregorio Abregú, Mario René Abregú, Víctor Hugo Juárez y Walter Juárez.
“Hay una gran complicidad con el estado y la justicia, que hace oídos sordos ante estas situaciones pero siempre con una serie de artilugios legales ellos logran esquivar muchas cosas e instalarse. Y la muerte de Cristian Ferreyra es una injusticia más. No es simplemente su caso, hay varias víctimas de estos empresarios en el monte, como una señora que murió aplastada con una de las camionetas con las que fue a ocupar una tierra”, relata Gloria.
El juicio comenzó el 4 de noviembre y se extendería a lo largo de un mes. Pero a Gloria y a la gente de la comunidad les preocupaba el silencio de los medios de comunicación “apenas se han hecho algunas menciones sobre el proceso, por eso decidimos aprovechar también las redes sociales para instalarlo”. Así pensaron en comenzar a convocar a la gente a fotografiarse con un cartel que diga “Ni un muerto más por el derecho a la tierra. Cristian Ferreyra, presente” y subirla al facebook Justicia x Cristian Ferreyra.
La expectativa respecto al juicio es lograr una condena dice Gloria, ya que “hay testigos y evidencia como para que se los juzgue como corresponde”, pero temen por el resultado porque ellos tienen muchas herramientas “para tratar de esquivarle a la condena”. Ya se llevaron una primera desilusión cuando se enteraron que por una cuestión técnica, de plazos, la querella no podrá hacer su alegato.
Las audiencias se realizarán durante todo noviembre los martes, miércoles y jueves. Se iban a llevar adelante en la capital de la provincia y eso le permitiría al MOCASE acompañar el proceso con un acampe y presencia campesina, pero a último momento anunciaron que el juicio se iba a trasladar a Monte Quemado, casi en la frontera con Chaco anulando la posibilidad de acompañamiento a lo largo de todo el juicio desde la organización. “Se trasladó con toda intencionalidad. La cuestión es debilitar todo el proceso de resistencia”, considera Gloria. De todas formas una gran movilización acompañó el inicio del juicio y esperan poder repetirla y multiplicarla para el momento de la sentencia.