ESTEBAN ECHEVERRÍA: JORNADA DE DEMARCACIÓN DEL EX CCD La 205: historia de otro espacio recuperado
Un 20 % de los más de 230 centros clandestinos de detención (CCD) que funcionaron en la provincia de Buenos Aires no fueron localizados aún. Ese número es ahora un poco más bajo: el testimonio de sobrevivientes, una investigación realizada en el marco del programa Jóvenes y Memoria de la Comisión Provincial por la Memoria, y legajos policiales permitieron identificar el ex CCD La 205. En el lugar hay una dependencia del Grupo de Prevención Motorizada de la Policía bonaerense. Agrupaciones políticas y militantes por los derechos humanos convocaron a una jornada de demarcación y preservación del lugar. La CPM adhirió a a la convocatoria y valoró la lucha de las organizaciones que, desde el compromiso con la democracia, recuperan estos espacios como sitios de memoria y defensa de los derechos humanos
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(Agencia) En noviembre pasado, en el XV encuentro de Jóvenes y Memoria en Chapadmalal, un grupo de la JP Peronismo militante de Esteban Echeverría presentaban un informe sobre La 205; una investigación que, en consonancia con la lucha de militantes por los derechos humanos y víctimas del terrorismo de Estado, buscaba identificar el lugar donde funcionó uno de los cuatro centros clandestinos de detención de ese distrito. “Existen, a partir de los relatos de las víctimas, algunas variaciones sobre la ubicación. Sin embargo, hay ciertos indicios que apuntarían hacia un edificio donde está instalada una dependencia de la Policía de Buenos Aires. Las características del lugar, la arquitectura del edificio, las distancia con respecto a determinados puntos de tránsito están en consonancia con el relato de tres ex detenidas-desaparecidas”, contaban en ese momento los integrantes de la agrupación política.
Después de Chapadmalal, la investigación realizada en el marco del programa de la CPM siguió avanzando y fue presentada ante el juez Daniel Rafecas, que dispuso un reconocimiento del lugar con la presencia de las tres sobrevivientes: Liliana Latorre, Catalina Alaniz y Ana Ramona Sánchez. El testimonio de ellas ante la Conadep permitió conocer por primera vez la existencia de La 205 y, tras la inspección ocular ordenada por la Justicia, se constató que esos testimonios guardaban una gran correlación con el espacio físico transitado. El predio está emplazado en las cercanías del acceso a la Ruta Nacional 205, desde la Autopista Ricchieri
El CCD funcionó en los primeros años de la dictadura militar como un espacio satélite de la Brigada de Güemes, un lugar de tránsito que alojaba a detenidos enfermos y detenidas con embarazos avanzados o que recientemente hubieran parido. Según consta en legajos policiales, por designación de Ramón Camps, el entonces subcomisario Walter Acosta estuvo al mando de La 205.
Con los expedientes que estaban en la investigación, una vez que el edificio fue reconocido oficialmente como CCD, Rafecas dispuso la detención de Walter Acosta, aunque está acogido bajo el régimen de prisión domiciliaria por su estado de salud. Más allá del momento judicial, “la identificación del espacio ha sido muy movilizante para la gente de la ciudad, que recién ahora puede empezar a conocer con más detalle lo que sucedió en esos terrenos tan cotidianos para ellos”, destaca la militante por los derechos humanos Alicia Perelló.
Actualmente, en el predio funciona una dependencia del Grupo de Prevención Motorizada de la Policía Bonaerense. “Ahora que ya está reconocido oficialmente, queremos lograr que La 205 sea destinado a un espacio de la memoria y gestionado por un colectivo que represente a los actores que vienen luchando para recuperar el lugar. Es la única manera de dar continuidad y profundizar las políticas de memoria y derechos humanos en el distrito”, señaló Perelló.
Para las organizaciones políticas y militantes de derechos humanos que convocaron a la jornada, la identificación del lugar permitirá “abrir nuevas aristas de análisis del Circuito Camps”. “Si bien existe la memoria de los muchos trabajadores y trabajadoras desaparecidas, muchas veces aparecen como memoria atomizadas. La reconstrucción de la siniestra historia del predio puedo brindar más elementos sobre la forma en que operaban las distintas fuerzas represivas en el distrito”, agregó Alicia Perelló.
En Esteban Echeverría funcionaron cuatro CCD: la 205, la Comisaría 1º de Monte Grande, el Centro de Instrucción Profesional de Aeronáutica (Cipra) y la Unidad Penal de Mujeres de Ezeiza. Hasta ahora, sólo la Comisaría de Monte Grande estaba señalizada. “La recuperación de estos espacios hacen a la esencia de la dignidad ciudadana, porque no podemos ser indiferentes a las víctimas del terrorismo de Estado, ni a las violaciones a los derechos humanos perpetradas”, cerró Perelló.
La Comisión Provincial por la Memoria adhirió al acto convocado por la demarcación y preservación del predio y reivindicó a los militantes por los derechos humanos y las organizaciones sociales, políticas y culturales que luchan para que estos lugares asociados al terrorismo de Estado sean recuperados no sólo como emblema de la lucha por la memoria, verdad y justicia sino también como lugares de referencia, de encuentro y militancia para la defensa y promoción de los derechos humanos.