Crimen de Lautaro Bugatto: el miércoles 17 se conocerá la sentencia
El debate oral y público por el asesinato del joven de 20 años, ocurrido en Almirante Brown en 2012, concluirá el miércoles 17 de septiembre con la lectura de la sentencia por parte del TOC 10 de Lomas. La fiscalía pidió una condena 12 años de prisión para el imputado David Benítez, en tanto que el abogado de la familia solicitó 20 años.
ANDAR en los juicios
(Agencia) El miércoles 17 de septiembre se conocerá la sentencia por el crimen de Lautaro Bugatto en la sede judicial situada en las calles Larroque y Camino Negro, de Banfield. Ayer, en la última audiencia en la que los magistrados Daniel Manzini, Susana Silvestrini y José Ignacio Polizza dieron al imputado la posibilidad de pronunciar sus últimas palabras, el ex policía David Benítez dijo «mi intención no fue lastimar a nadie, simplemente repelí una agresión ilegítima. Cumplí con mi deber».
Cabe destacar que en la instancia de alegatos, realizada la semana pasada, la fiscalía había pedido la pena de 12 años de prisión por el delito de “Homicidio simple agravado por el uso de arma”, mientras que el abogado de la familia de Lautaro, Lucio de la Rosa, había solicitado la pena de 20 años de prisión. Por su parte, el abogado defensor de David Benítez había pedido la absolución de su asistido al considerar que habría actuado en “legítima defensa”.
Asimismo, tanto de la Rosa como la fiscalía habían exigido al tribunal que, en caso de resultar condenado, Davíd Benítez fuera detenido inmediatamente después de la finalización del juicio en atención al riesgo de fuga.
Otra de las peticiones tuvo que ver con la acusación contra la esposa y la hermana del imputado por falso testimonio, quienes con sus declaraciones testimoniales prestadas durante la instrucción de la causa y el desarrollo del juicio intentaron beneficiar a Benítez a partir de datos y versiones contradictorios. Dichas contradicciones habían sido señaladas a ANDAR por parte de Gonzalo Bugatto, hermano de la víctima.
El enfrentamiento que nunca existió
La versión del cruce de disparos de arma de fuego fue construida por el imputado desde el inicio de la investigación y sostenida con la complicidad del personal policial de Burzaco que intervino en el lugar del crimen.
Para ello, se intentó fraguar varios impactos de bala en el auto de Benítez a pesar de que los peritos forenses, aquella madrugada, no habían encontrado tales orificios en el vehículo ni hallado otras vainas que no se correspondieran con el arma reglamentaria del autor del crimen.
En este sentido, cuatro peritos han declarado en el presente juicio con relación al vehículo: el perito de parte de la defensa insistió con que existieron los impactos; los otros tres, todos peritos oficiales, negaron rotundamente la existencia de esas marcas, tal como se había registrado durante las horas posteriores al asesinato del joven.
Asimismo, acerca del arma de Benítez, con la que efectuó al menos 7 disparos y uno de ellos provocó la muerte de Lautaro, un perito oficial declaró -durante la segunda audiencia del juicio- que tenía normal aptitud para realizar disparos y que las vainas halladas se correspondían todas al arma reglamentaria.
Otra de las contradicciones y falsedades que pretendió instalar la defensa en el juicio: según la versión de los testigos pedidos por Benítez, Lautaro Bugatto, luego de haber intentado cometer el presunto robo de la moto, habría recibido un disparo de bala mientras escapaba y se habría desplomado en el patio de su propia casa luego de haber recorrido más de 30 metros.
Sin embargo, el perito médico oficial que hizo la autopsia al cuerpo del joven, declaró que la causa de muerte había sido por desangramiento y no por la herida en sí provocada por el disparo. Por eso, el joven, luego de ser herido, no podría haber recorrido esa distancia. En realidad, Lautaro Bugatto nunca se movió del lugar en el que estaba al momento en que Benítez comenzó a realizar los disparos.
Sobre el mismo punto, en la audiencia del juicio realizada el martes 19 de agosto, un perito especializado en Levantamiento de Rastros declaró ante los magistrados con relación a las huellas de sangre halladas en el patio de la casa de los Bugatto. El perito confirmó que, de haber existido ese recorrido de 30 metros por parte del joven, habrían quedado rastros insoslayables de sangre ya que la causa de muerte fue, precisamente, el desangramiento.
“Todos estos elementos fueron derribando la versión de fábula de la defensa”, señaló Gonzalo Bugatto a ANDAR, y destacó que en el juicio “la actitud de los familiares de Benítez fue la de victimizarse. La mujer de Benítez decía que su hija se había caído de la moto durante el robo, que se había desmayado y golpeado fuertemente. Además dijo en un momento que en la comisaría 2 de Burzaco no les habían dado ni un vaso de agua, como si ellos hubieran sido las víctimas”.
Según Gonzalo, “hay un dato clave sobre la etapa de instrucción de la causa por el asesinato de mi hermano: la hija de Benítez había declarado que, en la comisaría 2 de Burzaco, habían estado ella, su padre, su madre y su tía, reunidos en una sala con el subcomisario Perea, un actor clave en el encubrimiento del imputado y que está siendo investigado en la otra causa sobre la manipulación de pruebas por parte de la policía que intervino aquella madrugada. Ese encuentro que relató la hija es importante para demostrar cómo se reunieron para fraguar los hechos y las pruebas, y deberá ser valorado por los magistrados del juicio”.