EN LA PLANTA AUTOMOTRIZ DE PACHECO Juicio por causa Ford: se realiza la segunda inspección ocular
En el marco de la etapa final del debate oral en el que se ventilan los crímenes de lesa humanidad cometidos contra trabajadores y delegados gremiales de Ford-Argentina, el Tribunal Oral Federal de San Martín junto con las partes del proceso llevarán a cabo este martes 2 de octubre una inspección ocular al predio de Ford donde se produjeron decenas de secuestros, torturas y traslados hacia destacamentos policiales de la región. Al menos seis sobrevivientes, entre ellos Pedro Troiani, participarán del recorrido judicial.
ANDAR en Pacheco
(Agencia) Desde las 9 de la mañana en la intersección de la Panamericana y Henry Ford, en General Pacheco, se realizará una inspección ocular en todo el predio de la planta industrial de la automotriz que será encabezada por los jueces Diego Barroetaveña, Osvaldo Facciano y Mario Gambacorta, del TOF de San Martín, e integrada por los abogados de querellas y defensas además de las víctimas sobrevivientes.
El objetivo del procedimiento es constatar y ampliar el conocimiento -que resulta de los testimonios brindados hasta el momento durante el debate oral- respecto a las partes funcionales de la planta industrial, las distancias entre la administración y el quincho–campo de deportes- donde las víctimas eran encerradas y torturadas hasta ser trasladadas a comisarías de la región, entre otros datos de interés sobre las imputaciones y hechos que se investigan.
Cabe destacar que, hace algunas semanas, se produjo la primera inspección ocular en la Comisaría de Ingeniero Maschwitz, y quedará pendiente una tercera inspección en la Comisaría de Tigre adonde también fueron llevados delegados gremiales y obreros de Ford.
En diálogo con Andar, Pedro Troiani –querellante y víctima sobreviviente- explicó que probablemente los jueces del TOF de San Martín comiencen inspeccionando la administración de la planta cuyo acceso se conoce como Puerta 1. Allí tenía su oficina el gerente de Relaciones Laborales, Galarraga, uno de los imputados en la causa y ya fallecido. Al lado, funcionaba también la oficina del jefe de Seguridad de Ford-Pacheco, Héctor Cibila.
Desde allí hasta el trágicamente célebre quincho del predio hay aproximadamente 600 metros, trayecto que los militares -con la anuencia y señalamiento de los directivos de la empresa- cruzaban con los delegados gremiales secuestrados para ser torturados y mantenidos en cautiverio hasta su traslado a comisarías de la región.
Troiani recuerda que en el momento que lo secuestran a él, los demás trabajadores de la planta comenzaron a silbar, a gritar que lo soltara y hasta arrojaron objetos a los captores, mientras él intentaba convencer a sus compañeros que continuaran con sus trabajos para evitar otros secuestros.
“Lo hacían a la vista de todos. Yo mismo había visto cómo se llevaban a un compañero de la línea de chasis; a otro del sector de pintura, que lo bajaron a golpes por la escalera; y a otro de la zona de estampados”, recuerda la víctima sobreviviente, por lo que espera que los magistrados se interesen por reconstruir esos relatos de los testigos.