HUBO TAMBIÉN HOMENAJE A UNA VÍCTIMA FALLECIDA RECIENTEMENTE Juicio Brigadas: se reanudaron las audiencias testimoniales
A instancias del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata, este martes se reanudaron las audiencias testimoniales del juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención Pozo de Quilmes, Pozo de Banfield y El Infierno de Avellaneda. El Tribunal recibió la declaración de Pedro Cerviño por el caso de Nélida Azucena Sosa de Forti con quien compartió cautiverio en Tucumán. También se leyó una carta del Colectivo Quilmes, Memoria, Verdad y Justicia en homenaje a Jorge Allega, sobreviviente del Pozo de Quilmes y una de las víctimas de este juicio, que murió en Italia el pasado 22 de enero.
ANDAR en la justicia
(Agencia Andar) “Jorge Allega debía testimoniar este año en el juicio de las Brigadas por su secuestro en el Pozo de Quilmes, pero no pudo hacerlo. Su vida se apagó lejos de aquí. Para este entrañable compañero la justicia llegó tarde y es responsabilidad de un poder judicial extremadamente lento con los delitos de lesa humanidad. El péndulo del tiempo hace que la justicia se convierta en impunidad”, dice la nota del Colectivo Quilmes, Memoria, Verdad y Justicia que fue leída por la querella sobre el final de la 55ª audiencia del juicio.
Jorge murió el pasado 22 de enero en Italia, donde estaba radicado desde hace tiempo. Su caso era uno de los que se ventilaba en este juicio: Allega estuvo secuestrado en el Pozo de Quilmes en dos oportunidades entre los meses de octubre de 1977 y febrero de 1978. Su cautiverio duró más de un año y medio, en los cuales pasó por varios centros clandestinos de detención.
Jorge Allega había declarado en 1985 en el histórico Juicio a las Juntas y, desde la derogación de las leyes de impunidad, prestó testimonio en cada juicio donde fue convocado. “Su entereza y su solidaridad lo llevaron a visitar a las familias de las víctimas con quienes había compartido cautiverio y continuaban desaparecidas para contarles vivencias compartidas, sabiendo que con aquellos relatos se aplacaría por algún instante la ausencia del ser querido”, lo recordaron desde el Colectivo.
La lectura de la carta había sido objetada por la defensa de los imputados; sin embargo, tras un cuarto intermedio, por unanimidad el Tribunal decidió hacer lugar a su lectura por entender que no se lesionaba ningún derecho de defensa.
El homenaje a Jorge Allega fue el corolario de la reanudación de las audiencias testimoniales por los crímenes cometidos en el Pozo de Quilmes, Pozo de Banfield y El Infierno de Avellaneda, que contó con la declaración de Pedro Cerviño, sobreviviente del terrorismo de Estado que testimonió por el caso de Nélida Azucena Sosa de Forti con quien compartió cautiverio en Tucumán.
Cerviño fue secuestrado el 8 de febrero de 1977 y permaneció en cautiverio en el centro clandestino de detención que funcionó en la Jefatura de Policía de la ciudad de Tucumán hasta el 7 de marzo. “En las últimas dos semanas, vi a Nélida que estaba muy golpeada y maltratada. Tan es así, que ni siquiera podía hablar. Cuando pude estar más cerca, pareció reconocerme pero no podíamos hablar por el estado en el que estaba ella. Cuando me sacaron de ahí, ella seguía allí”, declaró y recordó que testimonió eso mismo en 1979 ante la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, en 1984 en la justicia federal de Tucumán, en 1985 en el Juicio a las Juntas, y más recientemente ante los tribunales federales de Catamarca y Santiago del Estero.
Nélida Azucena Sosa de Forti y sus cinco hijos –luego liberados– fueron secuestrados el 18 de febrero de 1977 en el aeropuerto de Ezeiza cuando estaban por embarcarse rumbo a Venezuela. Por el testimonio de sus propios hijos se sabe que desde el día de su secuestro hasta el 23 de febrero, cuando la vieron por última vez, estuvo en cautiverio en el CCD Pozo de Quilmes.
“A 45 años de los sucesos, es muy difícil suponer que estamos haciendo justicia. Lo que se cristalizó es la injusticia, sobre todo teniendo en cuenta que lo hemos declarado antes, en mi caso desde 1979 hasta hace unos meses atrás a un tribunal de Catamarca. Tanta reiteración sobre el mismo hecho sin que hayamos logrado que se condenara a sus responsables, lo que demuestra es que el poder judicial ha permitido la impunidad en que quedaron la mayor parte de estos hechos”, cerró Cerviño.