DOCTOR PEDRO GAUNA ¡PRESENTE! Jornada histórica por memoria, verdad y justicia en González Moreno
El sábado 15 de noviembre se llevó a cabo por primera vez en el distrito, una jornada de derechos humanos, de reparación histórica en el Centro Cultural Independiente Sobrerrieles. Organizada por los jóvenes del Instituto Irizar y La Cooperativa La Comunitaria de Rivadavia y con la presencia de los 5 hijos del doctor Pedro Gauna, venidos desde Esquel y Santiago del Estero.
ANDAR en González Moreno
(Coop La Comunitaria de Rivadavia) No fue un evento más, fue una bisagra en la historia reciente del Partido de Rivadavia. En un contexto donde los jóvenes son criticados por no hacer nada o no tener proyectos, surge la necesidad de saber qué sucedió con el Dr. Pedro Gauna, médico secuestrado por el terrorismo de Estado el 5 de marzo de 1977 en la puerta de su casa de González Moreno. Los alumnos de 6º año, acompañados por profesores y en conjunto con la Cooperativa La Comunitaria, tomaron el camino de la investigación para que este hecho no quede en el olvido y se inscribieron en el Programa Jóvenes y Memoria de la Comisión Provincial por la Memoria, participando en Chapadmalal con la obra teatral “Insilio”.
Muchas son las personas que piensan que en los pueblos chicos no sucedió nada, otras saben pero prefieren no recordar. Pero un pueblo no puede crecer si no conoce su historia ¿Cómo construir una identidad sin saber quiénes somos, que nos sucedió? ¿Por qué negarnos a la verdad, si es precisamente con ella que podemos construir una comunidad más justa y sólida?
Los jóvenes se contactaron con María Elvira Gauna, hija mayor de Pedro Gauna, quien aportó información y mostró mucho entusiasmo para acompañar este proceso de reparación histórica. Los 5 hijos de Gauna aceptaron la invitación de estar, luego de 37 años, nuevamente en González Moreno para ver la producción teatral de los jóvenes. Y uniendo mágicamente las distancias de tiempo y lugar, unos desde Santiago del Estero y otros desde Esquel, se hicieron presentes para reconstruir su historia y compartir con la comunidad de González Moreno una acción sin precedentes: el encuentro de la palabra, el amor, para derrotar el silencio y la injusticia.
Las repercusiones y adhesiones
Lo sucedido en este rincón de la provincia de Buenos Aires, tuvo muchas repercusiones. Se recibió una carta especial del Vicegobernador de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, felicitando por la iniciativa. Un saludo especial de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, que enviaron a Dólores Marengo como representante. La Dirección de Políticas Reperatorias de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires se adhirió a la jornada.
Se contó con la presencia de la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de General Villegas y de Trenque Lauquen, quienes dieron conmovedores testimonios. El Museo de Arte y Memoria de la Comisión Provincial por la Memoria se hizo presente mediante la muestra “Arqueología de la ausencia” de Lucía Quieto, y se contó con la presencia de miembros del grupo TAS (Tejiendo un ambiente sustentable) de Carlos Tejedor. Hicieron llegar sus adhesiones los gremios SADOP y SUTEBA. También apoyó esta jornada el Centro de Referencia del Ministerio de Desarrollo Social de Trenque Lauquen.
La jornada fue declarada de interés legislativo por el Concejo Deliberante de Rivadavia. Y contó con la presencia de la Presidenta del Concejo Roberta Ricci, y por concejales del Frente Renovador de Rivadavia, Héctor García y Josefina Pérez, quienes dejaron sus mensajes a los presentes.
Unir la memoria individual con la memoria colectiva
La jornada comenzó con una dinámica organizada por Walter Sacaba de encuentro de la Palabra, el amor y la libertad, seguida de una narración oral. La prof. Milagros de Brito presentó su investigación sobre la dictadura en las tierras de Harguindeguy, también la banda Sentencia, de América realizó un acústico-homenaje.
Todos los vecinos presentes esperaban la presentación del trabajo de los jóvenes de 6º año, “Insilio, meterse adentro en los años de plomo”, una obra de teatro que muestra cómo atravesó una nena, María Elvira, el secuestro de su padre, el doctor Pedro Gauna. Es difícil explicar la energía que se vivió en ese momento, los cinco hermanos Gauna en primera fila muy emocionados. Imposible para los presentes contener las lágrimas y no conmoverse, pero no fue angustia, sino alegría por saber que estamos creciendo como sociedad, que se abre un camino de verdad, memoria y justicia en Rivadavia y los jóvenes son los protagonistas.
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Los jóvenes desplegaron una bandera “Memoria, verdad y justicia. Doctor Pedro Gauna, Presente”, que le regalaron a los 5 hijos. María Elvira se dirigió a los presentes “Primero gracias (…) Acá se ha hablado de las palabras, del amor, de la memoria. Este es un acto político, entendiendo la política, no como política partidaria, sino como el arte de hacer posible lo necesario; y esto era sumamente necesario. Mis padres nunca levantaron un arma de fuego, pero sí levantaron otras armas, las del amor, las de la medicina pública, rural, la de la solidaridad, que también son armas. (…)Nosotros estamos muy orgullosos de nuestros padres y esta reparación quedará para nosotros, para nuestros hijos, y para los hijos de nuestros hijos”. Después habló Martín, otro de los hijos de Gauna especialmente a los jóvenes “Gracias, vamos a estar eternamente agradecidos por esto” Y luego se dirigió a sus otros hermanos que estaban abrazados y les dijo “los quiero mucho, esto nos une aún más”.
Después de tanta emoción, tantos abrazos, se proyectó “Pueblos del olvido”, documental del secundario de adultos, también Cletus Band de González Moreno coronaron la jornada con música y junto con otros cantantes, hasta finalizar la jornada.
La contundente presencia del pueblo en esta jornada, que se acercó a contarle a los hijos de Gauna anécdotas y retazos de la vida de su padre, de su infancia, recuerdos que se hicieron presentes para vencer una vez más el odio, la complicidad, el dolor y transformar todo en alegría. Alegría por la voz recuperada, por el encuentro genuino…por una reparación que tardó 37 años en suceder, pero que felizmente sucedió.