EN EL MARCO DE TRANSITARES, LA MUESTRA COLECTIVA DE ARTISTAS TRANS Identikit, la diversidad al desnudo: retratos de identidades disidentes en el MAM
El 9 de noviembre se inauguró, en el Museo de Arte y Memoria de la CPM, la muestra colectiva Transitares. Recorridos disidentes, políticos, poéticos y visuales, que estará en exposición durante todo el mes y contará con la participación de activistas nacionales e internacionales. En ese marco, la artista plástica –además de actriz, muralista y escenógrafa- Andrea Nogueira Pasut presentó su proyecto Identikit: la diversidad al desnudo, que visibiliza a través de retratos la diversidad de cuerpos que están fuera de los cánones hegemónicos. Por primera vez se proyectó el documental de video-arte Identikiné 1.0, con fragmentos de las entrevistas que Pasut realiza mientras produce los retratos.
ANDAR en La Plata
(Agencia) Hace tres años, y como continuación temática de su obra Huellas de una identidad, la artista trans Andrea Pasut inició el camino de la deconstrucción y resignificación del arte plástico clásico a través de retratos de identidades disidentes que irrumpen –o mejor dicho, se apropian y se hacen visibles- en las obras clásicas manteniendo el estilo, materiales y tamaños originales.
Así, por ejemplo, Pao Lin, una de las personas retratadas, eligió la célebre obra de Eugene Delacroix, La Libertad guiando al Pueblo (1830), en base a la cual la artista interpretó a Pao Lin al frente de la segunda marcha nacional contra los travesticidios.
Se trata de la muestra Identikit: la diversidad al desnudo, una serie conceptual de obras visuales que expresa la diversidad de cuerpos que están fuera de los cánones hegemónicos, ubicándolas en el lugar donde las artes visuales sitúan las ideas de cuerpo “normal” y los ideales de belleza. En este sentido, la obra produce un diálogo disruptivo con la historia del arte plástico y la representación de los cuerpos.
En diálogo con ANDAR, Pasut explicó que “este proyecto surgió luego de una crisis post operatoria que sufrí y que tenía que ver con la identidad, la autopercepción y lo que me estaba pasando. Recibí mucho acompañamiento, cariño y abrazos, y de allí surgió esta idea de concentrarme en ese colectivo que me abraza. Siempre me curé y me curo con el arte. Con Identikit quise reivindicar a nuestras identidades disidentes y situarlas en el lugar de la belleza que representa la pintura”.
El proyecto se concluirá con 50 obras de retratos. Hasta el momento, la artista lleva concluidos 26 trabajos de la serie, poco más de la mitad, y cada uno expresa no sólo el diálogo disruptivo con el original del cuadro icónico elegido sino también las palabras clave que definen a cada persona retratada. Para ello, la artista pide siempre a cada modelo tres palabras su género, su orientación sexual y su carácter, energía o personalidad. Esas categorías, elegidas con total libertad, luego se agregan al retrato como parte de la composición general.
Cada obra de Identikit va acompañada de un dispositivo identitario donde se muestra el cuadro original (con datos del artista y el contexto histórico); una serie de imágenes que muestran los avances del proceso de producción y realización del retrato por parte de Pasut; y un texto libre de cada persona retratada, narrado en primera persona, en el que se cuenta la experiencia personal durante el proceso de realización del cuadro.
Existen diálogos múltiples en cada obra de la muestra: entre el cuadro original y su recreación disidente; entre los sentidos de belleza y normalidad; entre texto y pintura; entre las transformaciones sociales y las disrupciones de los “tiempos” históricos; y entre los momentos o etapas por las que atraviesa la creación de Pasut.
Cabe destacar que la artista junto a un equipo audiovisual realiza, durante cada realización plástica, entrevistas en profundidad a las personas retratadas en las que cuentan sus historias de vida y sus experiencias particulares respecto a la autopercepción, los registros de las transformaciones físicas de las personas trans y los desafíos pendientes frente a una cultura heteronormada.
Esas entrevistas fueron plasmando en un proyecto de video arte cuya primera entrega, titulada Identikiné 1.0, será proyectada al público por primera vez durante la muestra Transitares en el Museo de Arte y Memoria de la CPM.
Según Pasut, “esta obra fue inspirada en lo que les va pasando a las personas que se reconocen con identidades disidentes. Ellas me aportaron ideas, fue creciendo el proyecto y surgió esto de contar la historia, la voz de la persona, sus sufrimientos, sus alegrías, sus recorridos. Las primeras modelos a retratar en Identikit las fui convocando con el criterio de personas conocidas mías, porque es importante tener confianza para el momento de abrirse, de desnudarse –no necesariamente de ropas- y contar la propia historia”.
“Lo bueno es que, con los primeros retratos, comenzaron a contactarme personas que yo no conocía. Se iba difundiendo este proyecto de boca en boca, con las exposiciones en espacios culturales y por las redes, por lo que en un momento decidí retratar a quienes venían a pedírmelo al mismo tiempo que fui descubriendo la necesidad de ampliar el espectro de disidencias”, agregó.
En este sentido, la artista reconoce que, con las tres palabras que les pide a las modelos y especialmente la relativa a la personalidad o carácter, fue descubriendo múltiples y nuevas formas en las que las personas se definen: “Por eso hoy promuevo la idea de sacarnos de los ‘guetos’ en los que la sociedad –y nosotras y nosotros mismos- muchas veces nos encierra”.
“Por ejemplo, cuando preguntaba el género, surgieron palabras que no me esperaba, que no conocía, que no había pensado ni escuchado. Hay muchas más, infinitas formas de la autopercepción, y así descubrís que cuando la persona tiene libertad surge ese abanico de la autopercepción que es la verdadera dimensión de la diversidad. Hasta yo misma sigo aprendiendo mucho sobre la diversidad”, completó.
Con respecto al crecimiento y permanente difusión de Identikit, la artista afirma que cada día que pasa se acercan y complejizan los perfiles de los públicos, cada vez más gente la visita y expresa sus ganas de conocer y aprender sobre la diversidad.
“Frente a las obras, hay reacciones de sorpresa; hay gente que ve personas bellamente pintadas; hay preguntas sobre la identidad y la autopercepción; en fin, mayores niveles de tomas de conciencia social respecto a la diversidad.
Al mismo tiempo, en cada exposición, surge con más participación lo que propongo como ‘abrazos colectivos’: “En medio de la muestra, nos abrazamos y hay ocasiones en las que hasta 50 personas se encuentras, se abrazan y comparten un momento de cariño. Es muy especial lo que pasa con Identikit”.