LA CPM SE SOLIDARIZÓ CON LAS AUTORIDADES MUNICIPALES Hurlingham: un ataque contra emblemas de la memoria, verdad y justicia
Durante la madrugada del sábado, el Espacio de la Memoria de Hurlingham, ubicado a metros de la estación de trenes, y un mural homenaje a las Madres de Plaza de Mayo en el Centro Cultural Leopoldo Marechal fueron agredidos con pintadas ofensivas y humillantes. La Comisión Provincial por la Memoria repudió estos actos vandálicos, se solidarizó con las autoridades del municipio y señaló que este tipo de actos nos insta a seguir con fuerza en el reclamo por justicia, en la lucha por la defensa de los derechos humanos y en el fortalecimiento de la democracia.
ANDAR en Hurlingham
(CPM/Agencia) La Dirección de Derechos Humanos de Hurlingham denunció los hechos vandálicos que se produjeron el pasado fin de semana en el Espacio de la Memoria y en un mural homenaje a las Madres de Plaza de Mayo. Desde el organismo aseguraron que las pintadas ofensivas y los daños y roturas de los elementos que componen una muestra sobre desaparecidos de la localidad son un acto de violencia contra el pueblo.
Para los funcionarios de Hurlingham, los ataques perpetrados durante la madrugada del sábado pretenden hostigar la política de derechos humanos que distintas organizaciones vienen llevando adelante en el distrito. Sin embargo, ratificaron “la decisión inquebrantable de seguir trabajando por la defensa de los Derechos Humanos y por las políticas de memoria, verdad y justicia, que es la única forma de construir un país justo y con futuro”.
“El ataque no es contra nosotros ni contra un organismo: es contra el pueblo entero y contra ellos mismos. Se quiere tapar la historia de lo que se vivió pero, lejos de intimidarnos, esto fortalece una lucha de muchos años: nuestra lucha es por memoria, verdad y justicia”, explicó Odila Casella, directora de Derechos Humanos del Municipio.
En febrero pasado, y con la presencia de Hebe de Bonafini, Elsa de Manzotti, Mercedes de Meroño y Celia de Prósperi, el Municipio había inaugurado el mural que homenajea a las Madres de Plaza de Mayo en el centro cultural Leopoldo Marechal, donde funciona ahora la Secretaría de Cultura. Sobre la pintura en mosaico que representa el histórico pañuelo de las Madres, aparecieron inscriptas las palabras “chorros” y el signo “$”.
Lamentablemente, estos mensajes agraviantes dirigidos a los organismos de derechos humanos no son la primera vez que suceden. En su momento, una leyenda similar había sido pintada en el sitio de memoria Mansión Seré con el mismo objetivo: desprestigiar la lucha por los derechos humanos, la memoria y la justicia.
“Debemos visibilizar la situación para que el repudio se exprese desde todos los sectores de la sociedad. Las muestras de apoyo y solidaridad que recibimos nos empujan a seguir trabajando y demuestran que este tipo de violencia no tiene ningún respaldo social. Nosotros hemos luchado durante 40 años sin caer en ningún agravio a pesar de todo lo que sufrimos”, explicó Casella. Odila es una histórica militante de los derechos humanos, fue víctima del terrorismo de Estado y su compañero, Eduardo de Pedro, continúa desaparecido.
El otro acto de vandalismo se perpetró en el Espacio de la Memoria, ubicado a metros de la estación de trenes. En ese lugar, se presentó en abril pasado la muestra Historia de vida y militancia que, mediante una instalación con elementos multimedia, recuerda la historia de los tres nietos restituidos y seis militantes desaparecidos de los más de 120 víctimas de la dictadura cívico-militar en el distrito. Allí los carteles que formaban parte de la exposición fueron dañados y cortados con un objeto punzante. Y también aparecieron en el predio inscripciones ofensivas contra la defensa de los derechos humanos.
“Vamos a recomponer los paneles dañados y la muestra seguirá, como hasta ahora, abierta a todo el pueblo de Hurlingham. Para nosotros es gratificante que la gente se acerque, nos pregunte, se interiorice sobre lo que nos pasó, que los colegios sigan participando y trabajando con este material”, afirmó la directora de Derechos Humanos del Municipio.
Tras conocer estos temerarios ataques, la Comisión Provincial por la Memoria repudió los hechos, se solidarizó con los funcionarios municipales y manifestó públicamente su acompañamiento a la lucha por memoria, verdad y justicia que llevan adelante los organismos locales y el pueblo de Hurlingham.
En ese sentido, desde la CPM expresaron que los organismos de derechos humanos y la sociedad en su conjunto supieron sobreponerse a estos mensajes intimidatorios para seguir disputando espacios y sentidos. En ese marco, los lugares de memoria en nuestras ciudades, pueblos y barrios activan cada día el “Nunca más”, interpelan a la comunidad y son depositarios de las nuevas preguntas de los jóvenes sobre nuestro pasado. La defensa de estos espacios es la defensa de los emblemas que, desde el fin de la dictadura militar, nos han permitido consolidar la vida democrática. Una democracia que respeta los derechos humanos y promueve la memoria de las víctimas del terrorismo de Estado.