PIDEN MEJORES CONDICIONES Huelga en las cárceles: “Hay hambre de oportunidades”
Huelga pacífica. Así definieron la medida de fuerza que llevan adelante unos 10 mil presos y presas en la Provincia de Buenos Aires, una huelga de hambre inédita que se extendió por las cárceles de todo el territorio bonaerense y elevó un petitorio con reclamos sobre las condiciones de detención y de ejecución de la pena.
ANDAR en el encierro
(Agencia Andar) Sierra Chica, Batán, Florencio Varela, Olmos, Mercedes, Los Hornos, Campana, La Plata, Magdalena, San Martín … la lista sigue hasta completar al menos 27 pabellones de las 64 cárceles y Alcaidías de la Provincia. Las condiciones en que ahí se vive son una olla a presión. Y diciembre un mes de temperaturas elevadas.
El hambre es una constante en las cárceles, la comida suele ser poca y mala y son las familias las que van llenando como pueden el plato de los y las detenidas llevándoles la mercadería que les deje pasar el servicio penitenciario cada visita. Pero esta vez las bocas cerradas piden otra cosa: reclaman sus derechos. “Son pibes que están saliendo a entrenar, jugando al rugby, entrenando, y ya están “pasados de beneficio” totalmente. Quieren reintegrarse en la sociedad, se equivocaron, pero dales la posibilidad que salgan con una asistida, que salgan a trabajar, así como me la dieron a mí, con la pulsera monitoreada me dijeron ‘tenés la pulsera monitoreada y días para que salgas a trabajar’ y yo le demostré que quería trabajar y eso me llevó a mi libertad. Hoy sigo trabajando”, cuenta Daniela sentada en el cordón de la vereda de Plaza San Martín, en La Plata, frente a la gobernación. Su marido sigue preso y ella espera, como muchas otras familias, una respuesta a los petitorios que quieren hacer llegar al ejecutivo bonaerense
Karina también conoce el adentro. Estuvo detenida y ahora está preocupada porque, aunque los funcionarios penitenciarios dicen que se están cumpliendo los protocolos que deben seguirse en estos casos, sabe lo duro que es sostener un reclamo colectivo tras los muros. “Ahora estamos pensando y preocupadas porque no sabemos qué represalias puede tomar el servicio con nuestras familias. Nosotros sabemos a lo que se están ateniendo ellos que están re débiles y la policía puede entrar y te agarra a palazos a escopetazos, no les importa nada, si te tienen que sacar y tirar adentro de un buzón lo hace”, asegura.
“49 mil presos y presas para 24 mil plazas” mencionó en su discurso de asunción como gobernador de la Provincia Axel Kicillof y dijo que eran datos oficiales. Y ese es uno de los ejes que se repite de petitorio en petitorio firmado por las y los detenidos en huelga: que se impulsen leyes y medidas de emergencia que aborden realmente la crisis que atraviesa el sistema penitenciario sobre todo en lo relativo a la sobrepoblación. Este reclamo va de la mano con las formas en que se ejecutan las penas. Los presos y presas piden que se promuevan medidas alternativas a la prisión preventiva como arrestos domiciliarios y monitoreados.
A eso se refieren cuando hablan de “el beneficio”. “También lo que hay es tantos que están para salir con el beneficio y del servicio penitenciario te hacen los informes y si hay 100 personas 90 salen mal. No puede ser ¿de qué estamos hablando? ¿qué ponen?”, protesta Daniela. “El mío hace un mes que salieron los informes, de Varela a Quilmes, y todavía no llegó. El otro día le dije al juzgado, ¿en qué vienen en tortuga los papeles?, ya hace un mes que está para el beneficio de la asistida”, ejemplifica otra familiar. Daniela agrega que el servicio “deja las cosas archivadas”, que llegan cuando ellos quieren cuando las evaluaciones tendrían que salir automáticamente. La revisión del modo en que se hacen los informes criminológicos es otro de los puntos recurrentes en los petitorios.
Estos pedidos también se viabilizaron a través de organismos como la Comisión Provincial por la Memoria que hizo llegar a la Suprema Corte bonaerense y al ejecutivo los reclamos. La CPM además desplegó un plan de monitoreo de emergencia a través del cual recorrió los penales y reconfirmó la situación crítica del encierro. En la primera semana de huelga relevaron los pabellones adheridos mediante inspecciones urgentes y mantuvieron reuniones con diversos actores institucionales para abordar la situación.
Desde el organismo constataron diversas situaciones de violencia por parte del personal penitenciario: largas requisas, malos tratos y suspensión de las visitas. “Lo que nos preocupa ahora son nuestros compañeros. Yo fui a la visita el día martes y ya no te dejan pasar, en la 36 (Magdalena)”; “Hoy no nos dejaron pasar en la unidad 42 (Florencio Varela), es una medida represiva. En Varela te cortan el agua”, confirman las familias.
Hoy a las 14 hs. esos familiares serían recibidos por funcionarios del Ministerio de justicia. “Estamos esperando – dice Daniela y aclara- en todos lados dicen ‘los pibes tienen hambre, vienen comiendo mal’. No es eso no más, los pibes tienen hambre de leyes, hambre de cosas por las que están peleando”. Karina también espera: “Lo bueno sería que con todo esto, que hagamos las cosas, fuerza entre todos; nosotros acá afuera y ellos adentro, y que los beneficios se den, que se cumplan, para eso son ley”.