Hooft absuelto
ANDAR en los juicios
(Juan M. Quintanilla) “Vergonzoso e indignante”, fueron los dos adjetivos más escuchados en el Palacio de justicia provincial luego de la lectura de la sentencia contra el juez marplatense Pedro Federico Cornelio Hooft en la que se lo absolvió de las acusaciones por delitos de lesa humanidad.
Pasadas las 18 horas, luego de una larga espera en la sala de audiencias del edificio de la Suprema Corte de Justicia Bonaerense, el tribunal presidido por el vicepresidente de la SCJBA Juan Carlos Hitters anunció la lectura del fallo. En su parte resolutiva, el Jurado de Enjuiciamiento de Funcionarios y Magistrados de la provincia decidió por ocho votos contra dos, absolver al juez Hooft y reintegrarlo como titular del Juzgado Correccional 4 de Mar del Plata, cargo en el que estaba suspendido desde el 5 de marzo de 2013.
[pullquote]el Jurado de Enjuiciamiento por 8 votos contra 2 absolver al juez Hooft y reintegrarlo como titular del Juzgado Correccional 4 de Mar del Plata[/pullquote]
La mayoría, formada por los conjueces abogados Héctor Ricardo Martín, Gustavo Adolfo López Wesselhoefft, Atilio Ricardo Rossello, José Luis Núñez y José Miguel Nemiña; los legisladores Héctor Luis Vitale (Senador Frente Renovador) y Abel Eduardo Buil (Diputado FAP) y el Ministro de la Suprema Corte Juan Carlos Hitters, consideró que Hooft no incurrió en los delitos de lesa humanidad que se le imputaron. En minoría, votaron el Senador Luciano Martini y la Diputada Lucía Portos (ambos del FPV), quienes consideraron que sí había sido partícipe de esos delitos.
Los cargos, comprometían el accionar del juez durante 1977 en los casos denominados como “La noche de las corbatas” donde fueron secuestrados, torturados, desaparecidos y asesinados varios abogados laboralistas de la ciudad. También se lo acusó de haber visitado centros clandestinos de detención y haber destruido y ocultado documentación que lo comprometía.
Pero esto para la mayoría del tribunal no quedó probado. El público que llenó la sala de audiencias, insultó a los miembros del tribunal luego de la lectura del fallo mientras mostraban fotocopias de los hábeas corpus rechazados por Hooft en 1977.
El acusado no estuvo presente en la sala dado su frágil estado de salud luego de que en la audiencia de la testigo clave, Marta García de Candeloro, sufrió un ACV. Sí estuvieron presentes su hijos quienes lloraron y se abrazaron al escuchar la sentencia y celebraron la absolución de su padre.
La crónica del día
La jornada había arrancado muy temprano, cuando desde las 9 de la mañana, un centenar de integrantes de organizaciones sociales, de derechos humanos, familiares y funcionarios marplatenses se empezaron a concentrar en la puerta del edificio de la Suprema Corte en 13 y 48. Allí colgaron carteles que afirmaban “Fue Hooft”, banderas, pancartas con imágenes de los desaparecidos y corbatas de las rejas. Mientras tanto, dentro de la sala, el tribunal definía el fallo absolutorio. Algunos rumores con el resultado llegaban hasta la calle.
A las 16, el público pudo ingresar a la sala y mientras esperaban al Jurado, cantaban consignas contra la impunidad y los represores. La familia del acusado esperaba en primera fila con sus rostros impávidos.
La lectura de la sentencia y el fallo generaron bronca e indignación también en los funcionarios que esperaban una condena contra la corporación judicial. Luego, fuera de la sala, el abogado de la acusación Eduardo Salerno afirmó que “este es un claro ejemplo de la justicia que tenemos, pero la lucha no se acaba en esta absolución. Hay que seguir trabajando para terminar con la impunidad que gozan estos sectores”.
La sala fue desalojada rápidamente. Fueron seis semanas donde muchos pudieron escuchar los testimonios que lo comprometieron. Todos, menos el jurado de enjuiciamiento que marcó la impunidad, una vez más.