EDITORIAL: TRES AÑOS DE FM LA BARRIADA 98.9 Haciendo comunicación alternativa, comunitaria y popular
En el tercer aniversario de FM La Barriada 98.9 compartimos una editorial donde el equipo de la radio comunitaria repasa estos años de trabajo y describe cuál es el lugar desde donde piensan la comunicación.
ANDAR en Florencio Varela
(FM La Barriada 98.9) Hoy es uno de esos días en los que vale la pena tomarse un minuto, dejar las cosas que uno esta haciendo (que siempre son muchas y demandantes), y mirar atrás. Y entonces, nos damos cuenta que pasaron tres años ¡Sí, tres años!, desde que este proyecto comunicativo, social y político, que es FM La Barriada, empezó a caminar.
Tres años que tuvieron de todo, momentos muy buenos, de los que salieron cosas valiosas, y momentos de duda, de tristeza, de bronca, de los que salieron cosas todavía más valiosas.
Y esa es quizá una de las claves de todo esto. Pudimos arrancar, pudimos afirmar el laburo que se viene sosteniendo, pudimos levantarnos cuando el panorama amenazaba con ponerse muy oscuro. Y cuando decimos “pudimos”, estamos hablando de todos los que transitan la radio de una forma u otra. Los que producen, los que operan, los que salen a recorrer las calles con un grabador, los que aportan testimonios, los que tienen ganas de participar, los que la bancan desde el estudio, y claro, los que tomaron la decisión de sintonizar la radio, y le dan sentido a todo esto. Como se ve, ese “nosotros” no son pocos. Y por suerte cada vez son más.
Un proyecto que se plantea no solo mostrar una cara de la moneda que probablemente no salga en los grandes medios nacionales. Incluso, que ni siquiera salga en los medios locales. Un proyecto que intenta darle voz a los que esa posibilidad le es negada a diario.
[pullquote] Un proyecto que intenta darle voz a los que esa posibilidad le es negada a diario[/pullquote]
Un proyecto que de neutral no tiene nada. Que tomó partido por las luchas por la tierra, que no se escondió cuando había que acompañar las denuncias contra las mafias donde se mezclaba el delito, la policía y la política.
Un proyecto que considera que cada pibe es único e irrepetible, que cada pibe que nos va por las balas de la maldita policía, por la trata, por las adicciones, por el hambre o por que el estado miró para otro lado, es una historia que se pierde. Que exige todos los días “ni un pibe menos”. Un proyecto que no quiere perder otro Kevin. Y al que la desaparición de Luciano Arruga le duele.
Un proyecto que sostuvo que el brutal asesinato de Carlos Fretes no debía quedar impune. Que, al igual que los pibes y pibas del Agustín Ramírez, consideró que debía ser una bisagra en el territorio. Y que acompaño a la familia del pelado el día que los culpables fueron condenados por la justicia.
Un proyecto que no olvida a Gastón Martínez y sigue pidiendo justicia por su asesinato.
Pero también es un proyecto que todos los martes celebra la vida, junto al carrito cultural que recorre nuestros barrios. Que se detiene en la sonrisa de cada niño y niña. Un proyecto donde las compañeras se organizan, concientizan y le dicen no a la violencia de género. Un proyecto que, cuando algunos salen a criminalizar a los migrantes, los convoca, no solo porque considera que lo que tienen para decir vale la pena, sino porque estamos convencidos que deben ser parte y sentir la radio como propia.
Un proyecto que se renueva, que se reinventa, con un colectivo de gente que no se conforma nunca. Donde se incorporan cada vez más jóvenes, que con su frescura, su empuje y sus ganas de cambiar lo que los rodea, nos obligan a todos a no bajar los brazos y redoblar los esfuerzos.
Por todo esto, hoy nos toca festejar estos tres años. Mañana, como diría Angelelli, tendremos que seguir andando nomás.