Guichon: “Es muy importante la presencia de organismos no gubernamentales de control”
Entrevista a Ricardo Guichon, director del Laboratorio de ecología evolutiva humana. Un recorrido por la conformación del Equipo Argentino de Antropología Forense y su mirada acerca del trabajo de investigadores en la identificación del cuerpo hallado en el río Chubut.
ANDAR en Olavarría
(AC- FACSO/ Radio Universidad 90.1) El Dr. Ricardo Guichon es director del Laboratorio de Ecología Evolutiva Humana (LEEH), dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales (UNICEN) con sede en la Unidad de Enseñanza Universitaria de Quequén. Además es investigador independiente en Antropología Biológica en el CONICET y docente e investigador por la Universidad Nacional de Mar del Plata. En torno a la labor del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en la identificación del cuerpo hallado el martes 17 en el río Chubut, Guichon se refirió, en entrevista con Radio Universidad, acerca de cómo se lleva adelante un trabajo con características de un tratamiento y cuidado particulares.
¿Cómo se construyó el prestigio que tiene el Equipo Argentino de Antropología Forense? ¿Cuál es su forma de trabajar?
Cuando se conformó en 1984, el Dr. Clyde Snow les pidió a profesionales que se acerquen. Era un momento muy difícil… Yo hice el curso con Snow en Argentina, con mucho dolor y con vergüenza… Yo tenía familia, hijos y no me animé a meterme. De hecho ya era becario de CONICET y la academia tampoco lo veía como una cosa peligrosa. Snow venía con la idea de formar un equipo que tuviera protección, que pudiera trabajar para los casos de los desaparecidos con protección incluso del propio Estado. Lo cierto es que no fue así. Terminó incluyéndose a estudiantes, gente que estaba formándose de manera excelente. Y ellos mismos fueron generando este prestigio porque ocuparon un espacio que incluso hoy se sigue consolidando para, por ejemplo, saber qué pasa con la recuperación de evidencia en el lugar de un hallazgo.
Por un lado, están los médicos forenses que pueden trabajar en autopsias una vez recuperados los restos. Por otro lado, la policía científica no tiene una gran formación en la recuperación de evidencias con una perspectiva arqueológica. En estos espacios es que toda el área de la antropología forense, de la mano del Equipo Argentino, fue desarrollándose. Aún hoy. Por ejemplo, la semana que viene empieza el Congreso Latinoamericano de Antropología Forense en San Pablo y participarán con mucho esfuerzo, formando y capacitando en todo el mundo. En esta labor hay que tener mucho cuidado porque se pueden perder evidencias o la presencia misma de la persona.
En el caso del cuerpo hallado en el río Chubut, el perito que fue es un ex integrante de mucho prestigio del EAAF, lo cual a uno le da tranquilidad en ese sentido. Y que el equipo mismo esté vinculado da garantías, sin dudas el trabajo será serio. En cuanto a los estudios genéticos, por lo general se realizan en más de un laboratorio. El Equipo tiende a mandar a más de uno. Comúnmente se trabaja con un laboratorio de Córdoba y con otro laboratorio fuera del país, en la mayoría de los casos de EEUU.
¿Cuánto tiempo se tarda en poder conocer la identidad si se utiliza el método del ADN?
Puede variar, se puede hacer, para ser prudente, en un par de meses o un poco más. Pero depende, porque además se necesitan las muestras control de la familia. Todo eso requiere de una burocracia, una cadena de custodia… Todos esos pasos deben cumplirse para que los datos sean inobjetables.
Con respecto a lo sucedido en torno a la figura de Santiago Maldonado sumado al cuerpo hallado en el río Chubut, ¿Cree que la labor del Equipo da luz sobre el tema?
La posibilidad de que haya otros actores sociales desde otros lugares fiscalizando da mayores garantías de una mejor aproximación porque son otros focos y son otros intereses. Eso permite que uno pueda tener mayor tranquilidad, en general, de muchas acciones de cualquier tipo. Es muy importante la presencia de organismos no gubernamentales de control, de fiscalización. Y, en este caso, técnicos. El EAAF no depende del Estado, es un órgano independiente, más allá de que tengan actividades en conjunto. Siempre se cuidó ese aspecto, incluso desde su inicio. Eso le posibilita y otorga independencia. En este y en todos los momentos, la independencia es muy importante.
Y el prestigio que tiene el EAAF existe a nivel mundial. Los trabajos en México son muy importantes. Ellos están trabajando en situaciones muy riesgosas. Incluso durante los ‘80 era muy difícil trabajar porque se estaba excavando al lado de personas que vos no sabías si habían sido parte de las desapariciones… Fueron todos procesos muy complejos, muy difíciles.
¿De quién fue la iniciativa para que participe el EAAF en este caso? ¿Dependió del juez, la familia o fue un ofrecimiento del propio equipo?
No, no tengo conocimiento pero que haya gente de antropología forense y especialmente del Equipo involucrado en la recuperación y en la búsqueda genera una perspectiva que es importante. Nosotros hemos participado en casos de desaparición de personas y en la búsqueda de determinados sectores junto a la policía científica en la provincia de Buenos Aires. Y siempre suele aparecer un vacío, por eso hay que trabajar para poder articular mejor. Existen vacíos legales respecto a la aparición de restos humanos. En Córdoba, por ejemplo, se generó un protocolo entre el Equipo Argentino, la Universidad de Córdoba y el Poder Judicial acerca de cómo actuar ante la presencia de restos humanos. Porque lo que uno ha visto, en muchos casos, terminan siendo bolsas negras, te juntan todos los huesos y ahí se pierde un montón de evidencia. Y en muchos casos no se recogen todos los huesos porque por ahí no hay conocimiento de anatomía humana. Y todo eso es algo que se está trabajando pero que es toda una línea de trabajo importante que hay que desarrollar en nuestro país, probablemente de la mano del Equipo y de otra gente que está intentando trabajar en esto.
También hay otras cuestiones, como el ambiente en donde se recupera y demás… El Ministerio de Ciencia y Técnica ha comenzado a trabajar hace unos años en lo que se llama “investigación básica forense”, que es el desarrollo de información básica para conocer ambientes y características que puedan ser de utilidad para los posteriores estudios forenses. También el CONICET tiene un área de Ciencia y Justicia que está desarrollando, vinculada a articular cosas que nos parece que es relevante como para que funcione de manera adecuada.
¿Cuáles son los recaudos que hay que tener, en términos científicos, en función de la información que sería necesario obtener?
Acá hay un tema sobre el articular información y ser cuidadoso con eso. En muchos casos, el Equipo ha tenido que actuar con situaciones en donde, por ejemplo en México, se han plantado restos humanos que no correspondían con la intención de confundir. Hay que ver cómo discernir no solamente los problemas de reconstrucción ambiental sino las posibilidades de perturbaciones entrópicas de introducción de evidencias o restos. En todo esto el Equipo tiene experiencia. Eso debe dar tranquilidad porque han trabajado en situaciones muy complejas.
Con respecto a lo de río Chubut, se necesita un perfil biológico de la persona que hay que tratar de identificar y en base a eso ver, con la evidencia disponible, los vínculos que se pueden establecer… Y recurrirán a una batería muy grande de evidencia de diferentes tipos. Creo que hay que ser prudentes porque hay familiares de por medio. Seguramente se genere información útil para la identificación y para saber cómo llegó ese cuerpo ahí.