MEGAJUICIO POZOS DE BANFIELD Y QUILMES Y BRIGADA DE LANÚS Fuerza de voluntad
La audiencia 83 llevada a cabo el 4 de octubre pasado tuvo dos testimonios, el del sobreviviente Luis María Armesto y el de Walter Washington Pernas Pereira. Luis, junto a su padre Julio Armesto, fue secuestrado el mismo día del golpe de Estado, el 24 de marzo de 1976, en Campana, provincia de Buenos Aires. El segundo testigo, Walter Washington Pernas Pereira, de nacionalidad uruguaya, testimonia sobre el trabajo que viene realizando el Instituto Nacional de D.D.H.H. sobre la búsqueda de cuerpos de detenidos desaparecidos uruguayos en el marco de la actuación ilegítima del Estado, de acuerdo a la ley 18.822 aprobada por el Congreso del Uruguay.
ANDAR en la justicia
(Agencia) El testimonio de Luis María Armesto sitúa su secuestro en la madrugada del 24 de marzo de 1976 en su domicilio, junto a su padre Julio Armesto de 60 años, quien era diputado provincial en Buenos Aires y al mismo tiempo, presidente del Partido Justicialista de Campana y secretario general de las 62 Organizaciones Gremiales de Zárate Campana. Mientras escuchaban la radio zonal se enteran del golpe de Estado y a la 1.30 aproximadamente, su casa es allanada por 8 a 10 hombres del Ejército vestidos de fajina y armas largas FAL, al mando de un capitán del que no recuerda su nombre.
Una vez dentro de la casa los hacen salir a un patio interior a toda la familia, requisan el domicilio, rompen todo, levantan el piso pensando que allí había una cárcel del pueblo, se llevan varios documentos, entre ellos proyectos de ley y fichas de afiliaciones del Partido Justicialista de la zona. Luis de tan solo 20 años y su padre son llevados a la comisaría de Campana donde permanecieron entre tres y cuatro días. “Mi padre no quería comer nada, estaba en muy mal estado”, señala Luis. De ahí fueron trasladados por miembros de la Brigada al Tiro Federal de Zárate/Campana, tabicados y atados. A los pocos días, golpeados y maniatados, los envían a lo que posteriormente se enteró era el Pozo de Banfield, donde permanecieron entre 15 a 20 días.
En ese centro clandestino de detención los torturan a él y a su padre. Reconoce en el Pozo la presencia de: Ana “la China” Biscarte; del hijo del ex intendente de Zárate Beto, Alberto Bugato; un señor de apellido Paris; un señor Valverde que era director de tránsito hasta el golpe; a Marciano, que era profesor; Carlos Meza que cree era de Escobar; Eva Odilia de Marciano; Marcelino López, un cantante de tango de Zárate; un compañero del sindicato del ladrillo llamado Oviedo, de Escobar; Teresa de Martino, quien estaba embarazada; Blanca Buda que fuera candidata a intendente en una ocasión en Escobar, también embarazada; la Dra. Marta Velazco; Juan Carlos Degui; Luis Mario Frachino que era Director de gobierno de Zárate; el flaco Iglesias; el chileno Mario Parra del conjunto Los Jaivas; José Luis Cometti; Roberto Bonetto que venía muy torturado. “Lamento si me estoy olvidando de algún compañero, lo lamento mucho”, afirma Luis al finalizar su enumeración.
Luis Armesto remarca: “Dije a mi padre que el primero que saliera vivo de ahí iba a estar frente a la justicia para declarar esto y para que no pase esto, y por eso, señor presidente, tengo esta fuerza de voluntad para venir y este motor interno que tengo frente a la injusticia”. Luis María manifiesta que antes de ser liberado recuerda haber pasado por Campo de Mayo y dice haber declarado en el Juzgado de San Martín y en este Juicio a las Brigadas. Con ello cierra su declaración.
“Cuando hablamos de traslados hablamos mucho más allá de los vuelos“
A su turno Walter W. Pernas Pereira declara que desde la creación del Instituto Nacional de Derechos Humanos en el Uruguay mediante ley del Congreso 18.822 se abocaron a la búsqueda de los cuerpos de los desaparecidos y la reconstrucción de la verdad durante el accionar ilegitimo del estado uruguayo en la dictadura militar. Una de las premisas fue desarrollar esa búsqueda mediante el cruce de datos entre la documentación que pudiera encontrarse y por las declaraciones de las personas que fueron víctimas y sobrevivientes en los diferentes centros clandestinos de detención tanto en Uruguay como en Argentina.
Pernas viene a presentar la investigación producida a través del estudio de los vuelos realizados por aviones tripulados por pilotos uruguayos que hacían viajes desde Uruguay hacia la Argentina y en sentido inverso, en el período de junio de 1973 al 28 de febrero de 1985 inclusive. De ese modo se logró establecer una conexión muy importante entre las dictaduras de Argentina y del Uruguay que permitieron decodificar los vuelos de intercambio de personas detenidas a ambos lados de las fronteras.
Gracias a personas sobrevivientes como la periodista Elsa Altuna que fue detenida en Argentina y luego trasladada por militares argentinos al Uruguay, se pudo avanzar en la información. A su vez se solicitó la decodificación establecida por la OASIS, Código Civil de la Aviación Internacional, a fin de investigar el significado de las anotaciones realizadas por los militares uruguayos que pilotearon esos aviones y que fueron halladas en buen estado de conservación. De ello se desprende que cada aeropuerto y aeródromo llevaba una sigla única como si fuera el código telefónico perteneciente a cada país. El testigo aporta que por ejemplo en el código SUMU, el prefijo SU refiere a Uruguay y MU es Aeropuerto Carrasco base Nº 1; SA corresponde siempre a Argentina. Con ese criterio SABE indica que SA es Argentina y BE, el Aeropuerto Jorge Newbery; SAEZ es Ezeiza; SAQ, es Aeródromo de Quilmes; SADP es aeropuerto El Palomar. “Sin embargo hay otros vuelos que están codificados como SAAE, que se desconoce la ubicación de aterrizaje en territorio argentino pudiéndose generar muchas conjeturas al respecto”, dice el investigador, quien no quiere anticipar ningún dato al no saber con seguridad dicha ubicación.
Pernas Pereira señala que la coordinación entre ambas dictaduras era de larga data y que en estos casos se afianza a partir del secuestro y detención del argentino Omar De Gregorio en el año 1977 en el puerto de Colonia, con la participación de personal de la Armada. Es el propio vicealmirante Márquez, el Comandante en jefe de la Armada quien lo entrega al FUSNA, Cuerpo de Fusileros Navales en Uruguay. A partir de allí, sometieron a torturas a De Gregorio, ya herido en la detención y es Pernía el oficial de la Armada argentina que va al Hospital militar para interrogarlo.
Agrega Walter Pernas que “estamos tratando de demostrar también que el pasaje de interrogatorios de un país al otro eran moneda corriente”. Informa que Tróccoli había viajado con anterioridad a la detención de De Gregorio a la Argentina así como otros oficiales de la Armada y algunos integrantes del Ejército. Cuando se da la captura sobreviene al contrario, viajan argentinos a interrogar a Uruguay y en ese caso particularmente en el Hospital militar. Después de la recuperación “de alguna manera” de De Gregorio, “ustedes saben bien que termina en la ESMA y desde allí es desaparecido”, informa el testimoniante.
Lo que genera dicha detención y esos interrogatorios fue el descubrimiento de una cédula de identidad que conduce a un grupo de personas y que determina dos operativos grandes, uno en Uruguay y otro en Argentina, con las detenciones de miembros del GAU (Grupo de Acción Unificadora) que están justamente relacionadas con el Pozo de Banfield y de Quilmes. Señala que durante los meses de mayo a octubre del 78´ hay varios trasladados de Quilmes al Palomar y de allí al Uruguay identificándose a las víctimas Martínez Horminoguez y los hermanos Barreto. Al dejar de funcionar el Pozo de Banfield y el de Quilmes como centros clandestinos, los prisioneros son enviados mediante vuelos al Palomar, cuyo CCD seguía activo al menos durante el año 1979, y en varios casos se comprueba que desde allí pasan a Carrasco. “Cuando hablamos de traslados hablamos mucho más allá de los vuelos”, afirma.
Finalmente, el investigador Walter Pernas Pereira llama la atención por las derivaciones que tienen los juicios de lesa humanidad que se desarrollan en la Argentina. Por un lado, solo se mencionan a los uruguayos que pasaron por esos centros clandestinos sin contar con más datos y por otro, la ayuda de la justicia argentina resulta necesaria para seguir investigando sobre los paraderos de los varios uruguayos que todavía permanecen desaparecidos. En tal sentido, el juez y presidente del Tribunal Oral Nº 1 le hace saber que como organismo de un Estado que está investigando lo puede hacer también a través de los tribunales pertinentes y del propio tribunal en el marco de la investigación.
De esta forma se establece un cuarto intermedio hasta el 12 de octubre a las 8:30 horas con audiencia semipresencial, y donde se comunicará a las partes quiénes serán los testigos que testimoniarán.
*Cobertura a cargo de Juan Bautista Moreira
Diario el Juicio. 4 de octubre de 2022. “FUERZA DE VOLUNTAD”. Recuperado de «https://diariodeljuicioar.wordpress.com/?p=1372»