SALUD SEXUAL Experiencias de consejerías en el territorio
Las consejerías en salud sexual se forman dentro del modelo de reducción de daños y riesgos, para atender especialmente pre y pos aborto. Sin embargo, en la actualidad, acompañadas por reflexiones militantes y académicas, las consejerías toman un cuerpo más grueso: discutir cuestiones de género. En ese sentido, las consejerías que funcionan en relación pero por fuera del sistema sanitario –las conocidas como “comunitarias”- son una experiencia en crecimiento que día a día plantean nuevos desafíos en la garantía de los derechos de las mujeres, de las y los trans y hasta de los propios hombres moldeados y violentados por el propio mandato machista.
ANDAR en la salud
(Agencia) Desde la ANDAR nos contactamos con agentes territoriales que se encuentran llevando adelante experiencias de consejerías de salud sexual para visibilizar discusiones y debates actuales, las dificultades que presenta la articulación con el sistema sanitario y los desafíos para erradicar la violencia de género y la desigualdad.
Espacio de Salud Sexual Integral – La Plata
El ESSI es una consejería comunitaria que funciona dentro de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. Es abierta a la comunidad y los horarios de atención son lunes miércoles y viernes de 10 a 12 y de 17 a 19 hs en el edificio Néstor Kirchner (calle 63 y diagonal 113), tercer piso, oficina 6.
Vías de contacto:
Facebook: Espacio de Salud Sexual Integral
Twitter: @essilaplata
essi@perio.unlp.edu.ar
Guillermina Harringon, una de las integrantes del espacio, cuenta la experiencia que vienen llevando adelante en su corto tiempo de funcionamiento:
“La cuestión de la salud y de la salud sexual específicamente no debe ser tratado solamente por gente que trabaja en el campo tradicional de la salud como pueden ser médicos y psicólogos sino que es algo que podemos trabajar entre tod*s, y de hecho tradicionalmente han existido en los barrios grupos de personas que han representado lo que nostras queremos formar parte hoy, son referentes en el campo de la salud y que no vienen necesariamente de la universidad o del campo del saber institucionalizado.
Con un grupo interdisciplinarios, con una psicóloga, una trabajadora social y varias comunicadoras, nos parecía interesante, a partir de la propuesta de nuestra decana y también concejal Florencia Saintout, presentar consejerías en todos los barrios de La Plata; nos parecía interesante empezar por la facultad pero que sea a la vez abierto a la comunidad, que no sea específicamente para estudiantes de nuestra casa de estudios.
Venimos viendo como en otros lugares como en Uruguay a partir de la existencia de las consejerías se redujo la mortalidad materna, y como en Argentina también, quizás no tan explícito, están surtiendo efecto los espacios de consejerías quisimos formar una y articular con otros espacios, pensándonos en red con otras organizaciones de mujeres. Le cambiamos el nombre de consejerías, porque si bien en el espacio de consejerías no se considera que los que atienden son consejeros, sino que son facilitadores, pensamos que igual podíamos generar esa transformación en el nombre y le pusimos Espacio de Salud Sexual Integral.
Nosotras trabajamos con un tema que es tabú en la sociedad y por eso nuestro slogan es ‘Mejor hablar de ciertas cosas’, entonces habilitamos este espacio para hablar de las problemáticas que en otros espacios las mujeres tienen miedo de hablar. Esto se ve cuando nos llaman por teléfono y les preguntamos el nombre y a veces no nos lo quieren decir. Las mujeres sufren diferentes tipos de violencias, sabemos que suceden prácticas dentro del sistema sanitario que vulneran sus derechos.
Este es un espacio nuevo, pero el aporte me parece que es generar espacios de reflexión. Tradicionalmente le dejamos a determinadas instituciones o corporaciones temas vinculados con nuestra cotidianeidad y que esta buenísimo abrir la discusión y abrir el espacio para que tod*s nos ocupemos. Tod*s podemos ser facilitadores dentro e una consejería. Creemos que esta experiencia hay que multiplicarla, hay que generar espacios de discusión y de encuentro. Dar la pelea por una salud pública más comunitaria y más participativa donde no esté tan institucionalizado eso de que hay una sola persona que sabe y en la cual confiar”.
Consejerías Decidimos – La Plata
Las consejerías Decidimos forma parte de las Socorristas en Red que hacen acompañamientos en diferentes localidades del país. Al no contar con un espacio físico específico, las mujeres se contactan por teléfono y luego se les asigna una entrevista. Estas consejerías sólo atienden situaciones de pre y pos aborto.
Vías de comunicación:
Blog: http://socorristasenred.blogspot.com.ar/
Facebook: https://www.facebook.com/consejeria.decidimos
Teléfono: 0221 15 5361279
Paula Satta, una de las integrantes de la red, nos cuenta el trabajo que realizan:
“En La Plata, las consejería Decidimos comienzan a funcionar el 28 de septiembre de 2013, que es el día por la despenalización del aborto. Surgió a partir de una demanda concreta de la ciudad de los acompañamientos. También surge de articulaciones que ya tenía la colectiva de La Revuelta- que es de Neuquén y es la que inició esta red- con el Frente Popular Darío Santillán-CN en su momento en la Plata. Con el tiempo, lo que sucedió es que nos empezamos a conformar como colectiva feminista con compañeras que ya no éramos del Frente y hoy formamos una colectiva propia que es parte Socorristas en Red, una articulación nacional de colectivas y grupas feministas que acompañamos a abortar con misoprostol.
Lo que hacemos, en toda la red pero también acá en La Plata, es realizar encuentros con las mujeres que nos llaman a una línea telefónica pública y nos encontramos en lugares públicos, en general los encuentros son grupales. Tenemos hoy entre 6 y 10 consejerías por semana. Lo que hacemos es no sólo pasar la información sino hacer el acompañamiento, lo que quiere decir es que tenemos el teléfono y tenemos una guardia activa mientras la mujer está realizando el aborto en su casa o en donde quiera y acompañada de quien quiera. A las consejerías pueden ir con sus parejas con sus familias, solas, con sus hijos muchas veces. Lo que hacemos también es articular con el sistema de salud porque tenemos guardias y hospitales y centros de salud donde derivamos a las mujeres para los controles de pre y pos aborto. Siempre son necesarios los pre y los pos porque es uno de los acuerdos de la red y también para los casos en que sea necesario.
También sistematizamos la información. Cada vez que vemos a una mujer, llenamos una protocola que es como un cuestionario que tiene datos unificados para toda la red y con eso lo que hacemos es aportar también a la campaña nacional por la legalización del aborto, en donde participamos activamente (Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito). Este año tenemos sistematizados los datos del año pasado, que son los que están circulando: acompañamos a 1.650 mujeres en todo el país y sistematizamos 1.116 casos.
Brindamos información segura porque muchas veces circula información que no es confiable, hoy ya hay mucha más. Nuestro blog tiene información de la Organización Mundial de la Salud. Creemos también -ahora que se cumplen 10 años de la Campaña- que el socorrismo es una estrategia que surge de varias compañeras, ya no sólo de La Plata sino de todo el país, que activaban en la Campaña para darle encarnadura a este reclamo que aún sigue en pie por el aborto legal, seguro y gratuito. Los acompañamientos son lo que les dan materialidad hoy a nuestro reclamo; y también, por eso, la definición de sistematizar estos datos y de desmitificar un montón de cuestiones alrededor de quiénes son las mujeres que abortan, y también del uso del medicamento. Nosotras acompañamos con el uso del misoprostol y también tenemos datos de la eficacia del medicamento para poder incidir en el campo de la salud acerca de un montón de conocimientos que la corporación médica muchas veces hegemoniza esa práctica que, en realidad, de manera segura no es tan compleja. Después, claro, hay otro métodos para abortar.
Ahora somos una colectiva de 18 compañeras. Todas mujeres. Hay algunas que son estudiantes, otras profesionales, artistas, varias de las ciencias sociales.
Los primeros encuentros eran individuales y siempre la mujer iba acompañada de quien quisiera pero sola, en el sentido de ninguna otra que estuviera en la misma situación que ella; nosotras siempre éramos dos. Tanto acá como a nivel de otras colectivas de la red, surgió por una cuestión de que cada vez acompañábamos más y a su vez por una definición política de que lo que hacemos son acompañamientos feministas no solamente pasamos la información sino que creemos que en el marco de ese encuentro grupal se generan un montón de situaciones que tienen que ver con la sororidad, con la complicidad y la alianza entre mujeres que están viviendo la misma situación y que a partir de ahí empiezan a acompañarse entre ellas. Muchas veces se pasan el teléfono y se empiezan a acompañar. Van mujeres con amigas que ya abortaron y entonces empiezan a hablar de eso. Entonces también es despenalizar socialmente la práctica porque es poder hacerlo con otras que están en la misma situación y con otras que no pero que tienen también alguna amiga, alguna madre que ya abortó antes.
A su vez también el hecho de que sean espacios públicos es también una definición política de poder sacarlo afuera a la calle y decir que nosotras abortamos todos los días aunque el aborto siga siendo ilegal”.
Consejerías en Salud Sexual – La Matanza
Las consejerías funcionan en la sede de la CTA Matanza (Florencio Varela, 2481 San Justo). Están abiertas los martes, miércoles y jueves, de 10 a 14 y de 16 a 19. Atienden pre y pos aborto y hacen distribución de anticonceptivos.
Vías de contacto:
Facebook: Género CTA La Matanza
Romina Pereyra, socorrista de Cruz Roja y una de las integrantes de estas consejerías nos cuenta su trabajo:
“Nuestra consejería es la única que trabaja pre y pos aborto en el municipio, ahora hay una que se está abriendo en La Tablada. Tenemos una coordinación, sistemática y planificada con el programa de salud sexual municipal a través de la doctora Gabriela Pagliano, que es una médica con conciencia de género y podemos trabajar mejor. Somos militantes del territorio que nos hicimos cargo de esta tarea, lo que tenemos es capacitación fuerte del programa de salud sexual.
Estos espacios surgen porque el propio sistema de salud es expulsivo y no contiene. La experiencia de salud sexual en el programa de provincia nos pareció muy buena y así empezamos a articular porque a nosotras nos llegaban como militantes sociales demandas de mujeres que no se podían ligar las trompas, mujeres que no recibían la atención en términos de anticonceptivos. Es decir, había una violación de las leyes nacionales y provinciales que tienen que ver con la salud como un derecho humano, como un servicio social. Tenemos mucha demanda porque es un municipio muy grande. Teníamos un nivel alto de mujeres que morían en el embarazo, muchas fruto del aborto clandestino, y eso se convirtió en nuestro objetivo central: acabar con esas muertes. Muchas de nuestras compañeras tienen vecinas, conocidas que han vivido situaciones extremas, situaciones de infección, de abandono y maltrato del sistema de salud. Esto sucede porque muchísimos médicos y médicas no tienen conciencia o tienen una idea más de mercado que del servicio que implica la salud en el sistema público.
Como central nosotras contenemos varios sindicatos, esto significa tener un vínculo fluido con la sociedad que tiene demandas. Pese a que muchas tienen obras sociales, incluso tenemos una gran pelea con algunas obras sociales para que se ajusten a las leyes que existen. Nosotras empezamos con un debate con algunas salas que no le entregaban los anticonceptivos a las mujeres de Laferrere o de González Catán o de Rafael Castillo. Y por otro lado, en los ámbitos de la docencia la CTA contiene a SUTEBA, y ocurría que en las escuelas los y las adolescentes tenían demandas que tienen que ver con la Ley de Educación Sexual Integral y no se estaba desarrollando en plenitud de esos contenidos curriculares en las instituciones. Ante esto los docentes no se sentían en condiciones de dar respuesta, entonces mandaban a las adolescentes a una salita y la salita, por ser menor de edad, no le daba preservativos ni anticonceptivos. Esto en el último año se modificó.
Hoy por hoy atendemos entre 15 y 20 consultas semanales, el primer año era muchas más demandas. Hemos atendido más de 700 casos de interrupción de embarazo, también cerca de 350 casos adolescentes que tuvieron que ver con enfermedades de salud sexual a partir de no conocer qué herramienta les servía para cuidarse. También hacemos control de anticonceptivos en mujeres que van desde los 20 a los 35 años que por ahí es una población activa sexual pero que ya tienen hijos e hijas y que muchas veces, a partir de situaciones territoriales, que tiene que ver con la violencia de los varones en sus casas porque tienen dificultades para encontrar métodos anticonceptivos que no les signifique un despoder en relación al vínculo. Estamos hablando concretamente de tipos que no las dejan tomar la pastilla, usar preservativo, etc. Hoy por hoy trabajamos con casos que tienen que ver fuertemente con la violencia de género. Son los casos que nos llevan más tiempo y nos requieren una contención de otro color, y que también significa lo que nosotras usamos como eje en nuestro trabajo. Para nosotras la sexualidad es placer y es un derecho, esto empodera a las mujeres y por eso nosotras intentamos que no vengan y se lleven una cajita de anticonceptivos sino que trabajamos desde otro lugar: que su cuerpo es suyo y que por lo tanto ellas tienen la soberanía de decidir qué métodos, cuándo y con quién tener sexo. Significa un cambio en el paradigma.
Hay una capacidad de alianza simbólica entre la concepción patriarcal que tienen muchos médicos sobre las relaciones -ellos son los dueños del poder- y los varones -dueños de los cuerpos de sus mujeres. Y, en ese mismo sentido, trabajamos con adolescentes en relaciones de noviazgo sin violencia, en consultas pero también en talleres en escuelas y en los barrios”.