CASACIÓN ANULÓ LA PRISIÓN DOMICILIARIA Etchecolatz: perpetua en la cárcel
La Cámara Federal de Casación, máximo tribunal penal del país, anuló la prisión domiciliaria del ex jefe policía bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz, condenado a cuatro cadenas perpetuas por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar argentina.
ANDAR en la justicia
(Agencia) La Cámara Federal de Casación revocó el beneficio de arresto domiciliario y dejó firme la condena contra el ex represor Miguel Osvaldo Etchecolatz por genocidio durante la última dictadura militar argentina. En el fallo, que fue difundido hoy, el máximo tribunal penal ratificó que quienes cometen delitos de lesa humanidad deben cumplir la pena en cárcel común, no siendo la edad un factor para acceder a dicho beneficio.
El arresto domiciliario había sido otorgado en agosto por la Sala I de la Capital Federal y por el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata, bajo el argumento de las condiciones de salud y la edad avanzada del condenado. En este sentido, la Cámara consideró «insustancial el recurso extraordinario» presentado por los abogados defensores del represor y reafirmó la condena a reclusión perpetua de Etchecolatz.
El reciente fallo de Casación recordó que en estos juicios «se encuentra comprometida la responsabilidad internacional del Estado argentino de garantizar la efectiva investigación». La sentencia fue firmada por la mayoría de los jueces a excepción de Juan Carlos Gemignani, que votó en disidencia.
Miguel Etchecolatz fue condenado a cuatro cadenas perpetuas por los crímenes cometidos durante la última dictadura militar; además, constituye un elemento clave a investigar en la trama aún impune de la desaparición de Jorge Julio López hace 10 años.
Frente a la posibilidad del arresto domiciliario, organismos de derechos humanos se habían movilizado frente al TOF Nº 1 de La Plata para tratar de poner freno a esta medida judicial que habilitaba un otorgamiento masivo de este beneficio al menos a otros 50 represores que actualmente cumplen la condena de reclusión perpetua por crímenes cometidos durante la última dictadura militar.