NOMBRAR PARA HABITAR Estudiantes secundarios le pusieron nombres a las calles de su pueblo
A partir de su participación en el programa Jóvenes y Memoria, estudiantes y docentes de la Escuela Secundaria N°1 de Arditi, Magdalena, investigaron la historia del pueblo y propusieron ponerle nombre a sus calles. Y lo lograron con un trabajo que recupera la memoria local e incide directamente en la calidad de vida de una comunidad, que ahora puede decir con exactitud cuál es su dirección.
ANDAR en Magdalena
(Agencia Andar) Arditi es un paraje del partido de Magdalena, ubicado a unos a 40 km de la ciudad de La Plata; allí funciona el anexo 2 de la secundaria 1, una de las 1500 escuelas que se encuentran participando del encuentro de cierre del programa Jóvenes y Memoria en Chapadmalal. Se trata de una propuesta de la Comisión Provincial por la Memoria a partir de la cual jóvenes de toda la provincia se involucran en la historia del país y de sus localidades desde una mirada propia, investigan y elaboran proyectos que muchas veces impulsan cambios en sus comunidades y amplían la agenda de derechos.
Eso fue lo que hicieron los y las jóvenes de la secundaria de Arditi: observaron su entorno, identificaron problemas y desafíos y elaboraron su propuesta. En la última semana mostraron en Chapadmalal frente a otros miles de jóvenes los resultados de su trabajo: fueron ellos quienes les pusieron nombre a las calles del pueblo, además de instalar monolitos recordando a los y las desaparecidas de Magdalena.
“Revisaron un trabajo realizado años anteriores en donde establecieron la fecha fundacional de Arditi, pero quedaba dando vueltas dónde vivía cada uno de los jóvenes, identificar la dirección, y adónde estaba la escuela. Profundizando y dialogando con los vecinos empezaron a notar además otros inconvenientes: la mayoría no podía hacer compras por internet, tenían dificultades para hacer trámites en diferentes organismos, las boletas de los servicios sólo llegaban a la escuela, y hasta un vecino nos contaba que ante un incendio los bomberos no podían ubicar la casa. Por lo que ellos, como habitantes del lugar y zonas linderas, decidieron trabajar en esto con una condición: que los nombres que surjan sean locales, de esta manera se recuperaba la historia y la identidad del pueblo”, cuenta Leonardo Mudano, uno de los docentes que acompañó a los y las chicas como coordinador.
“El programa lo conocimos gracias al profesor que nos ofreció participar, era la primera vez que yo voy a Chapadmalal y por suerte nos fue re bien. Y el proyecto surgió porque muchas personas llegaban a la escuela pidiendo envíos de Mercado Libre o sus impuestos. Porque todo llegaba a la escuela, no tenían dirección como para poner, por ejemplo, somos de la calle tal, ahora pueden poner estoy en la calle René Favaloro. Entonces dijimos podemos hacer algo por el pueblo y ponerle nombres a las calles fue un proyecto muy trabajado”, coincide Juan Sosa, uno de los estudiantes que participó.
“Empezamos a recolectar información a través de entrevistas a los vecinos más antiguos del pueblo y ahí recolectamos muchos nombres. Hicimos un mapa de los lugares más importantes también, y después encuestas para ir preguntando y ver qué nombres les parecían a las personas para cada calle, de eso salieron 8 nombres de los que quedaron 6 para las calles. Cuando tuvimos eso lo presentamos en el Concejo Deliberante y validaron nuestro trabajo, después los carteles los pusimos nosotros mismos”, agrega Juan. René Favaloro, Alberto Vicente Di Carlo -jefe de la estación de tren local- , Colomba Díaz de Pi Puig -directora de la escuela-, 15 de Mayo -fecha de la inauguración del ramal desde La Plata-, Carlos Gerber -que impulsó la llegada de la luz-, Matías Almeidas -intendente-, Centenario y Ascencio Jaime Pérez -fundador de la primera escuela- fueron los nombres recabados como propuesta.
“La verdad es que cuando se trabaja mancomunadamente, que todos tiran para un mismo lado, tanto directivos, auxiliares, vecinos del pueblo y miembros de la comunidad educativa que se enteraban y se sumaban, por ejemplo con la búsqueda de información, ayuda para entrevistar, completar planillas para el viaje, hacer la bandera, en fin, todos con un mismo objetivo, eso te ayuda y te llena de orgullo. Después a esto sumarle el ejecutivo municipal, el agrimensor que nos dio una charla especial, los concejales y miembros del Concejo Deliberante y medios comunicación que aceleraron los trámites para que se concrete e incluso donaron material para los carteles”, señala el docente.
Con más de 130 años de historia de Arditi es la comunidad educativa la que logró hitos como identificar la fecha fundacional o este proyecto, “y eso es muy valioso, es esta institución la que reúne a los vecinos y vecinas, la que le da movimiento y energía al pueblo, la que no olvida y la que construye lazos”, dice Mudano. Este mismo grupo logró también levantar un monolito en memoria de los 7 desparecidos magdalenenses en dictadura.
“Nos sentimos felices haciendo la investigación sabiendo que era algo que le iba a servir a toda la comunidad. Cuando pusimos los carteles nos dijeron que eso iba a quedar para la historia, que fuimos los primeros chicos, alumnos, en ponerle nombre a las calles de Arditi. En el Concejo al principio estábamos nerviosos y cuando dieron el válido nos pusimos muy felices porque todo el esfuerzo tuvo su recompensa”, se alegra Juan.