BARRIO EL PORVENIR Rafael Castillo: la comunidad paraguaya celebró su día de la independencia
La comunidad paraguaya del barrio El Porvenir de Rafael Castillo conmemoró este domingo el día de la independencia del Paraguay en la escuela primaria 201, Mercedes Sosa, con una fiesta donde hubo bailes, música y comidas típicas. Entrevista con algunos de sus protagonistas.
ANDAR en La Matanza
(Agencia/ Emilio González Larrea) El evento se realizó una semana después de la verdadera fecha ya que los acontecimientos que produjeron la independencia de la nación hermana fueron el 14 y 15 de mayo de 1811. El 15 de mayo también se celebra el día de la madre en Paraguay. La actividad contó con la adhesión del SUTEBA-Matanza que se hizo presente por medio de una delegación de la Secretaría de Cultura del gremio.
Allí pudimos conversar con Ariel Cubas, responsable de la Asamblea de Inmigrantes Paraguayos en la Argentina, sobre cómo viven los emigrantes de este país en La Matanza y en la Argentina.
“Estamos conmemorando la independencia del Paraguay en este barrio donde están radicados muchos compatriotas, con la idea de recordar para la comunidad de paraguayos esa gesta de la historia de nuestro país. Acá en La Matanza tenemos una enorme cantidad de paraguayos que se encuentran asentados en los barrios más carenciados, donde no hay asfaltos, cloacas, agua potable y sin transporte público por el estado de las calles. Nosotros, los inmigrantes paraguayos, estamos marginados ya que se implementan sistemas para pertenecer o integrarse a la sociedad con técnicas electrónicas y nosotros principalmente somos de origen campesino con escasa o nula instrucción por la situación de explotación que vivimos en el campo paraguayo. Para sacar turnos en hospitales, ANSES, documentos, trámites en oficinas públicas es por internet, y nosotros desconocemos esas tecnologías, por eso estamos quedando fuera del sistema en la Argentina. Se nos hace todo muy lento y complicado”.
¿Cuáles son las causas de la emigración permanente de los paraguayos a la Argentina?
“Lastimosamente siguen saliendo paraguayos todo el tiempo de nuestro país. Son dos los motivos que provocan actualmente la emigración: la salud y el trabajo. Los compatriotas vienen buscando una atención mejor para la salud que les niega el gobierno de turno a la mayoría de los pobres en el Paraguay. En la Argentina, si bien hay que hacer cola, se demoran los turnos en los hospitales, los inmigrantes podemos acceder a la salud pública. En Paraguay hay tratamientos de enfermedades complejas, determinadas operaciones que nosotros -campesinos, trabajadores, gente común del pueblo- no podemos acceder. Y después, el trabajo: el Paraguay es un país agrícola y el campo expulsa a los campesinos permanentemente”.
¿En qué trabajan o de qué viven los hombres y mujeres paraguayas en la Argentina?
“La mayoría de los hombres trabajamos en la construcción y las mujeres en el servicio domestico o tareas en el hogar, son pocas las compañeras que trabajan en otros oficios”.
En nuestro distrito hay un consulado paraguayo, ¿les sirve a ustedes esa representación diplomática?
“No. La representación consular que está en San Justo y es una institución que representa al Estado paraguayo, pero a nosotros, a los inmigrantes, no nos representa y no nos sirve como ayuda a nuestros problemas”.
Cambio político y reforma agraria
¿Cómo se revierte esta situación para que los paraguayos puedan vivir dignamente en su país?
“Nosotros pensamos que para que los inmigrantes podamos volver al Paraguay es necesario un cambio político profundo. La actual clase política que gobierna en Paraguay no piensa en los pobres, gobierna para los poderosos. La política que implementa el gobierno de Carlés expulsa a los campesinos de su tierra por varios motivos: los venenos agrícolas, no hay un precio sostén de su producción, no existe un seguro agrícola, no hay caminos o puentes para sacar la producción de las parcelas. Paraguay es un país fundamentalmente agrícola, si el gobierno no fomenta la agricultura, no hay salida a favor del pueblo y así poder desarrollar la nación”.
¿Cómo sería ese cambio político?
“Principalmente hay que modificar la propiedad de la tierra. En nuestro país el 80% de la tierra le pertenece al 1% de la población, son los grandes terratenientes y latifundistas que concentran en sus manos la mayoría absoluta de las tierras aptas para el cultivo. Por eso decimos que la medida principal para que haya un cambio profundo es realizar la reforma agraria para que pueda progresar el Paraguay, y los paraguayos no nos tengamos que ir de nuestra patria”.
El idioma, una dificultad para la integración
La mayoría de los paraguayos hablan guaraní, su lengua nacional, y poco español. “Esa es realmente una de las dificultades mayores para nosotros, ya que nos cuesta hablar el idioma castellano. Es un problema para comunicarnos con los argentinos porque, si hablamos el castellano, lo hacemos mal. Nosotros pensamos en guaraní y tenemos que encontrar las palabras equivalentes en castellano, y se nos complica. Por eso tenemos dificultades para la integración. La mayor parte de los trabajos que realizamos son en negro, como es el caso de la construcción donde hacemos trabajos que otros no quieren hacer. Desconocemos el sistema de organización, la necesidad nos aprieta, no podemos elegir el trabajo o las formas de pago, tomamos lo que hay”, explica Ariel.
Damián Arce es docente de cultura y lengua guaraní, y aporta su experiencia para que esas dificultades se conviertan en puntos de encuentro.
¿Qué importancia le asignas a la enseñanza del idioma guaraní en la Argentina?
“La importancia está dada por el hecho de que tenemos que recuperar la lengua y cultura guaraní de la que los argentinos también formamos parte. Venimos de una cultura bastante vapuleada durante toda la historia. En el período de la conquista, después de los procesos independentistas, con la guerra genocida de la Triple Alianza contra el pueblo paraguayo, la guerra del Chaco, lo que ha provocado la emigración de cantidad de gente a las ciudades, que las ha llevado a perder su lengua, su cultura, sus canciones, a lo que se le suma que mucha gente no se las trasmite a sus hijos, lo que hace que se vayan perdiendo estas cuestiones que hacen a la identidad de los pueblos”.
Como docente que habla el guaraní, ¿qué aporta dominar esta lengua en la escuela?
“En mi tarea docente en la escuela primaria he tenido experiencias muy significativas con esta lengua. Cuando a un chico originario del mundo guaraní se le habla en este idioma, todos los demás chicos, independientemente de su origen, son receptivos, les gusta como suena, quieren saber de qué se trata y aprenderlo. Y de esa manera se produce una integración muy amplia con chicos de otras culturas y de otros idiomas, facilitando el proceso de enseñanza-aprendizaje, si el maestro mismo maneja ese idioma. Y a los chicos de origen guaraní les ayuda -al tener contacto con su lengua en el aula a través del docente- a la asimilación de los conocimientos y vivencias que puede aportar la escuela”.
En nuestro partido la comunidad paraguaya es la más numerosa y una dificultad -entre otras, que aparecen para integrarse a los requerimientos de una sociedad como la argentina- es el tema de la lengua que los coloca, muchas veces, en los márgenes.
“Sí, pero también nos auto marginamos ya que al hablar el guaraní nos tratan despectivamente, nos ponen calificativos diciendo ahí está “el paragua” o “el bolita”. Nosotros, como docentes, enseñamos que esta es una lengua muy rica, una lengua nacional, del Mercosur y es una lengua oficial en una provincia argentina como Corrientes”.
Este corte lingüístico entre las generaciones de la lengua originaria y una nueva, ¿lo hacen las familias pensando en la integración a un espacio social diferente?
“Sí, es una parte. Pero también se hace con la idea de que la lengua originaria -en este caso el guaraní- deforma un poco el habla en la convivencia con el español; esto no es así, por lo contrario, se enriquece la lengua española en contacto con el guaraní. El guaraní designa las cosas, todas las palabras de este idioma tienen un significado, hasta las vocales representan cosas, lo que no sucede con el español que es una lengua flexible, mientras que el guaraní es una lengua sintética y en esa síntesis forma palabras que son muy ricas en su significado”.