AVANZA EL DEBATE ORAL Y PÚBLICO POR EL CRIMEN DE LAUTARO BUGATTO “En el juicio no hay una sola prueba que dé cuenta del presunto enfrentamiento”
En diálogo con ANDAR, Gonzalo Bugatto, hermano del joven asesinado en mayo de 2012 por el policía David Benítez, destacó que “si ellos tuvieron que inventar una prueba como la del auto, es porque el hecho que están relatando nunca existió”
ANDAR en los juicios
(Agencia) Al cierre de la tercera semana de audiencias del juicio oral y público que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal 10 de Lomas de Zamora y por el que se ventila el homicidio de Lautaro Bugatto, ocurrido en 2012, se cerraron las instancias de declaraciones testimoniales y la indagatoria del único imputado, el policía David Benítez y, tal como anunciaron los magistrados, la próxima audiencia se realizará el 3 de septiembre, desde las 9, con los alegatos de las partes. La fecha para la sentencia aún no fue anunciada.
El lunes 25 de agosto, desde las 20 en la esquina de Monteverde y Goyena, localidad de Burzaco, se realizó la reconstrucción del hecho que había sido dispuesta por el TOC 10 y de la que participaron la defensa, la querella, la fiscalía y los tres magistrados.
Al igual que durante las declaraciones testimoniales de los familiares del imputado, las contradicciones de los relatos volvieron a ponerse en evidencia al momento de establecer los espacios, la ubicación de Lautaro y su recorrido en el patio de su casa, y las circunstancias aún no esclarecidas del supuesto intento de robo de una moto en la que se trasladaban la hermana y la hija del policía.
Según Gonzalo Bugatto, hermano de la víctima, durante la reconstrucción del lunes “ellos empezaron el relato con muchas contradicciones entre sí. Lo peor de esa jornada fue cuando Benítez, que dio su versión de los hechos, dijo que aquella noche había salido una mujer de una casa gritando: ‘¡Mataron a mi hijo, mataron a mi hijo! Todo por una moto… ¿Por qué no se la diste?’”.
“Como quiere incriminar a mi hermano en el robo, Benítez inventó esto de mi madre. Y el miércoles, cuando Benítez dio su declaración indagatoria, volvió a repetir eso de mi madre, sosteniendo la misma estrategia que consiste en criminalizar a la víctima. No hay nada peor que eso”, agregó Gonzalo.
Asimismo, señaló que “en este juicio no hay una sola prueba que dé cuenta del presunto enfrentamiento. La única prueba que quisieron presentar es la de los supuestos disparos en el auto de Benítez. Ya quedó claro por el careo de los peritos que esa prueba es falsa. Por eso, si ellos tuvieron que inventar una prueba como la del auto, es porque el hecho que están relatando nunca existió”.
Acerca de la declaración indagatoria de Benítez, que se realizó el miércoles 27, dos días después de la reconstrucción del hecho, el imputado admitió haber recibido una instrucción de tiro muy importante durante su juventud, ya que había cursdado sus estudios secundarios en una escuela del Ejército. También dijo que, en algún momento, se desempeñó como subinstructor dfe tiro en esa fuerza militar.
A pesar de ello, durante su declaración le preguntaron si él podría distinguir armas de calibre grande y calibre chico, y respondió que no lo podría diferenciar, algo que según Gonzalo Bugatto no es verosímil en función de su formación y desempeño como subinstructor en el Ejército.
“Benítez actuó con su arma reglamentaria mientras estaba de franco, disparando no en forma disuasiva, al aire, sino contra mi hermano y uno de los jóvenes que habría intentado robar la moto. El dijo en su primera declaración ante el fiscal que, cuando se produce el intento de robo, disparó recto y al pecho (en relación a mi hermano, que era ajeno a ese episodio y estaba de espaldas a Benítez), y que actuó como policía y que sin lugar a dudas lo volvería a hacer”, afirmó Gonzalo.
“Esto indica que estaba conciente de lo que estaba haciendo. Esto lo sostiene en su condición de policía. Por eso, los familiares seguimos sosteniendo que, sin lugar a dudas, será condenado por el homicidio de mi hermano, y que este juicio ya no se trata de las pruebas y su valor, sino de la voluntad de los jueces por terminar con la impunidad de la que gozó el imputado”, agregó.
Más datos sobre el juicio
El debate oral y público comenzó el pasado martes 12 de agosto y se extenderá hasta las primeras semanas de septiembre. En el proceso se establecerá la responsabilidad penal del policía David Ramón Benítez, único imputado por el asesinato del joven de Almirante Brown, de 20 años y jugador de las inferiores de Banfield, cometido durante la madrugada del 6 de mayo de 2012.
En la primera audiencia del juicio declararon los familiares y amigos de Lautaro y luego lo hicieron los testigos aportados por la defensa de Benítez. La mujer del imputado, su hermana y su hija declararon como testigos ya que estuvieron en el lugar del asesinato de Lautaro: las tres tuvieron relatos no sólo contradictorios entre sí sino también distintos con respecto a sus propias declaraciones anteriores, realizadas durante la etapa de instrucción de la causa.
Por ejemplo, la hija de Benítez dijo ante el tribunal de juicio que en el presunto enfrentamiento –o intercambio de disparos entre el imputado y Lautaro-, éste último disparaba de frente, con los dos brazos extendidos sosteniendo el arma. Sobre el mismo punto, la hermana de Benítez dijo que el joven, a quien habría ella reconocido, disparaba su arma pero no de frente sino con su brazo extendido hacia atrás mientras corría en dirección contraria a donde estaban el policía y su familia.
La versión del enfrentamiento o cruce de disparos de arma de fuego fue construida por el imputado desde el inicio de la investigación y sostenida con la complicidad del personal policial de Bruzaco que intervino en el lugar del crimen. Para ello, se intentó fraguar varios impactos de bala en el auto de Benítez a pesar de que los peritos forenses, aquella madrugada, no habían encontrado tales orificios en el vehículo ni hallado otras vainas que no se correspondieran con el arma reglamentaria del autor del crimen.
Acerca del arma de Benítez, con la que efectuó al menos 7 disparos y uno de ellos provocó la muerte de Lautaro, un perito oficial declaró la semana pasada, en la segunda audiencia del juicio, que tenía normal aptitud para realizar disparos y que las vainas halladas se correspondían todas al arma reglamentaria.
Otra de las contradicciones y falsedades que pretendió instalar la defensa en el juicio: según la versión de los testigos pedidos por Benítez, Gonzalo Bugatto, luego de haber intentado cometer el presunto robo de la moto, habría recibido un disparo de bala mientras escapaba y se habría desplomado en el patio de su propia casa luego de haber recorrido más de 30 metros.
Sin embargo, el perito médico oficial que hizo la autopsia al cuerpo del joven declaró ante los magistrados del TOC 10 que la causa de muerte había sido por desangramiento y no por la herida en sí provocada por el disparo. Por eso, el joven, luego de recibir el disparo, no podría haber recorrido esa distancia. En realidad, Gonzalo Bugatto nunca se movió del lugar en el que estaba al momento en que Benítez comenzó a realizar los disparos.