ENTREVISTA A WILLIAM, UN PIBE ENCERRADO “Ellos no saben lo que nosotros somos”
William es uno de los 12 mil jóvenes que participan en el programa Jóvenes y Memoria de la Comisión Provincial por la Memoria durante este 2014. Es estudiante de la escuela 40 que se encuentra integrada en el instituto Nuevo Dique en Abasto. Pudo participar con la autorización de un juez y del director del instituto y viajar con su familia, ya que en medio de la experiencia cumplió la mayoría de edad. Junto con otros compañeros realizó un video sobre la identidad de los pibes chorros a fin de dar batalla a los discursos que los tildan de “negros” “insensibles” “inhumanos” e “irrecuperables”.
ANDAR en Chapadmalal
(Agencia) “Es la primera vez que conozco el mar, el río, todo eso”, dice William con una sonrisa lateral mientras se sienta en la silla de madera del bufet del hotel 8 del complejo de Chapadmalal. William está encerrado dentro del instituto Nuevo Dique en Abasto. Estudia en la escuela 40 que está dentro del mismo lugar. Tiene 18 años, cumplidos durante su experiencia en el encuentro final del programa Jóvenes y Memoria en el partido de la costa.
“¡Ver tanta gente acá, caminando, tanto chicos!”, se sorprende William que en su rutina comparte la celda con tres pibes más y que tiene un régimen de visitas de familia directa los fines de semana.
William es de Tres de Febrero y hace un año y dos meses que está en Abasto. Con el permiso de un juez y con el aval del director del instituto, pudo viajar a Chapadmalal para mostrar el video que realizaron con un grupo de compañeros de la escuela -permiso que no le otorgaron al resto del equipo- y compartir un relato con los dos mil chicos que participaron de la segunda tanda del encuentro.
Con su producción intentaron desarticular el sentido común imperante sobre el “pibe chorro” que circula en los medios de comunicación y en la sociedad en general. ¿Quieren saber quiénes somos los que estamos encerrados por delitos? Nosotros se lo contamos. Esa es la propuesta y para ello hacen tres entrevistas: una al director de la escuela, otra a una autoridad del instituto y la tercera a ellos mismos. “No somos gente que no piensa, que no siente. Somos personas y la estamos pasando mal” es el reclamo.
No resulta llamativa esta necesidad de ejercer el derecho a la palabra, que en líneas generales es el derecho que hacen carne todos los pibes que van a “Chapa”. Menos aun resulta llamativo que Eduardo Feinmann aparezca como la figura favorita al momento de mostrar discursos estigmatizantes. El periodista aparece en blanco y negro y en color hablando con/de los estudiantes del Pellegrini, sobre las “víctimas” y los “chorros”, aclarándole el panorama al sentido común que sostiene que las medidas manoduristas son una línea de resolución a los problemas de seguridad ciudadana.
William es ese pibe chorro señalado por la sociedad y encerrado en una celda. “Robo de automotores” es la carátula de su causa. “Y ya tengo pensado salir porque es algo que no es imposible”, dice convencido de que le queda poco. Y en primera persona nos cuenta lo que piensa un pibe, hermano de seis hermanos, hijo de una madre que lo espera en la libertad y compañero de otros chicos encerrados con él.
¿Qué quisieron contar en el video?
Nosotros lo que queríamos contar es que mucha gente muestra en el noticiero, en la tele, se comenta por ahí, mucha gente que tiene cosas que nosotros no tenemos y capaz porque las tienen dicen que nosotros somos negros. Somos chorros. Somos delincuentes y nosotros no somos lo que ellos dicen. Eso vendría a ser la palabra o el concepto que se nos pone, ¿no? Pero nosotros somos personas como todos. Y yo sé que todos tenemos sentimientos. Los que me dicen así no me conocen. Me gusta el proyecto de comunicarle a la gente que no haga los errores que yo cometí porque las consecuencias son feas y ojala nunca les pase. Y yo sé que todo tiene solución y mi familia me enseñó a nunca bajar los brazos. Eso es algo que aprendí y me lo voy llevar siempre toda mi vida.
Quiero que muchos chicos que nacen en villa, que no tienen familia, que no tienen escuela, a pibes que no le dan trabajo porque capaz que no tiene una escuela, que no vayan a delinquir, que levanten la mirada porque lo único que van a querer los políticos, gente de plata, lo que van a querer es que estemos en cana. Porque ellos ganan plata teniéndonos encerrados ahí, ganan mucha plata y a nosotros nos dan una vianda de comida, dos veces por día y con eso no comemos nada, tenemos unos colchones que no se puede ni dormir. Hace un montón que nosotros estamos comunicando a la gente lo que pasa, la violencia institucional, el encierro…
¿Cuántos son los que hacen el video que mostraron acá?
En realidad somos 3. Uno se fue en libertad y otro se fue de traslado a La Plata pero no sé, no te podría decir. El juez me dio el permiso a mi solo para venir acá. Porque capaz que el director no quiso o que el juez no lo dejó. Por algunos problemas de esos no pudieron venir. Y acá estoy, como me ven, solo pero tratando de comunicarme con la gente igual. Lo que es el encierro, lo que es la violencia institucional.
¿Cómo son los pibes que están encerrados con vos?
Son unas re personas. Yo ahora estoy viviendo con un chico que es mucho más chiquito que yo. Tiene 16 años, es así de chiquitito. Yo pienso que esos pibes no tendrían que estar ahí encerrados. Hay otros que son más chiquititos todavía. Así es. Es chiquitito -William, sentado, levanta la mano hasta su gorra y señala la altura del piso hasta su mano-, es flaquito. Yo pienso que esos chicos deberían estar en su casa… ¿Por qué no lo ayudaron antes de encerrarlo ahí? Que el juez antes de tirarle años como caramelos, vaya y le pregunte por qué hizo lo que hizo? Por qué mató, por qué fue a robar, por que cometió el error que cometió.
¿Que pensás que tenían en común con los chicos que están encerrados, antes de estar encerrados?
Algunos nacen sin comida, nacen sin plata, no tienen las cosas de lujo que quieren, y esas son cosas que te llevan a delinquir. La ves a tu mamá sin comer porque te quiere dar un plato de comida a vos, no queres ese plato de comida porque sabés que tu mamá no está comiendo. Podría hablar muchísimas cosas que están sucediendo afuera, en los barrios bajos en que vivimos nosotros, serían muchas las cosas. No tener escuelas, las drogas, mucha droga -y repite- mucha droga, mucha droga se corre en la calle, pistolas, armas, esas son cosas que desde que son chiquitos, capaz que tienen 11, 12 años y ya andan con una pistola, andan con droga, capaz que ya a los 9, 8 años, andan jalando, drogándose.
Esas son cosas que capaz la gente podría ayudarnos ¿No? Si le regalan casa a gente que se le prende fuego, hacen muchas cosas y se ve en los noticieros que hacen muchas cosas, que se hacen puentes nuevos, se ponen a edificar, muchas cosas. Y no pueden ayudar a una villa porque son de barrios bajos y no tienen el concepto que tienen los demás. Esas son cosas que nosotros no vemos y nos da enojo, bronca, mucha bronca. Gente que tiene algo y nosotros no tenemos comida, no tenemos nada y hay gente que le tira comida hasta los perros. Y le tira asado, no es que le tira un pedacito de polenta. Esas son cosas que a nosotros nos hacen mucha falta, hasta en los institutos nos hacen mucha falta eso de la comida.
¿Cómo era tu vida antes de estar encerrado?
Era mucha droga. Mucha delincuencia. Estudiaba, nunca pensé en dejar la escuela porque yo sé que el día de mañana se puede cambiar, cualquier chico puede levantar la frente y decir yo voy a cambiar y con un esfuerzo, se esmera en lo que quiere hacer y lo hace. Por eso mismo nunca deje la escuela. Iba a la media 16 de Villa Bosch de la localidad de Tres de Febrero. También iba a la media 10, una escuela que la hicieron nueva hace dos años atrás. Y ahora voy a la 40, que está integrada en el instituto, no es afuera. Es adentro del instituto son maestros que quisieron ayudar a los chicos que puedan tener una educación del trayecto este. Del encierro. Todo esto.
[pullquote]Gente que tiene algo y nosotros no tenemos comida, no tenemos nada y hay gente que le tira comida hasta los perros.[/pullquote]
¿Podés recibir visitas?
Sí, visitas son los sábados y domingos. Puede ingresar familia directa nomás. Si quieren amigos, tienen que ir a hacer permiso al juzgado y el juez tiene que decidir, si el quiere que un amigo me vaya a ver. Si el no quiere, le dice que no. Yo tengo amigos, me han ido a visitar amigos, amigas, familia, primas, mucha gente me vino a visitar que yo en la calle pensé que nunca iban a venir. Yo, los que más esperé que iban a estar, son los que no están. Y de los que menos esperé son los que están ahora. Esas son cosas que te das cuenta estando encerrado. Porque todos los días lo pensás a eso. Todos los días de tu familia. Como estará tu familia, si está bien… Esas son cosas que cuando vos delinquías no te dabas cuenta.
¿Cómo es tu relación con los profesores?
Son buenos. Como dijo el video que mostramos hoy, hay maestros que no es el trabajo de ellos preguntarte cómo estás y a veces vos te levantás mal, pensando en tu familia. Pensando en que no te vas a ir a más. Muchas cosas pensás. Y ellos son que vienen y te dicen: ¿cómo estás William? ¿Qué te pasa? Dejá de portarte mal. Vení contame lo que te pasa. Yo te voy a dar una mano. Si te pueden sacar a hablar con tu familia para que vos estés mejor, te sacan. Te hablan, te aconsejan. El consejo vale mucho, porque capaz que nunca lo tuvieron, y ese consejo los ayuda mucho a los chicos. Yo he visto a pibes que no tienen madre, no tienen padre y un consejo de esos maestros los alivia mucho, porque los ayuda a pensar, a recapacitar a darse cuenta de que lo que pasamos nosotros no es vida. Porque no es vida lo que estamos pasando nosotros. Puede decirse que estamos bien, pero estando encerrados ya no es vida. Yo hoy tuve que pedir un permiso para venir acá y de suerte me lo dieron, porque estoy haciendo las cosas bien. Y hay pibes que no tienen ese privilegio y están todo el día encerrados, y piensan, piensan, piensan y eso los lleva también a portarse mal, a hacer las cosas, a pelearse entre ellos. Muchas cosas pasan.
¿Cómo es un día de tu rutina?
Yo me levanto… todos los pibes hacen el levante de las 8 de la mañana, se higienizan. Hay dos tipos de recreaciones: en una está la tele y en otra está la música. Tenés un día y un día. Y también tenés distintos talleres de panadería, artes visuales, artesanías, electricidad, comunicación, teatro, muchos talleres hay.
Cuando te toca en la tele ¿que ves?
El noticiero
¿Y que ves en el noticiero?
Que pasa afuera en las calles.
¿Y cuando hablan de chicos que robaron, que sentís?
Para no hacerte mala sangre ponés una película. Escuchando te da bronca. No podés hacer nada. Para ellos es hablar, hablar y nada más.
¿Y qué dicen de ustedes los medios?
Dicen que somos peligrosos. Que no estamos para la sociedad. Somos un enjambre en la sociedad. Habría que meternos presos a todos, que no somos personas, que no pensamos, muchas cosas escuchas hasta palabras que ni conocemos, dicen esto, dicen aquello. Y nosotros cambiamos la tele porque no queremos escuchar, y ellos no saben lo que nosotros somos. Capaz que el día de mañana su hijo va a estar -ojalá dios quiera que no- el que habló en la tele, que dice que nosotros somos chorros, somos delincuentes, muchas cosas, capaz que el día de mañana su hijo está ahí adentro y a él no le va a gustar que su hijo este ahí adentro por mas delito que haga, jamás que su hijo esté encerrado. Porque siendo padre, ves el sufrimiento de cada chico que esta acá encerrado.
¿Cómo fue hacer el video?
Esto fue algo que nos interesó a todos en la escuela, al director del instituto también. Él me dijo que venga. Como el jueves era mi cumpleaños, yo le dije que quería pasar mi cumpleaños con mi familia, porque con éste ya vendría a ser el segundo cumpleaños encerrado. Y le dije que iba a estar apartado de mi familia si me venía acá, y él me dio el permiso para que yo venga. Nos esmeramos todos para poder hacerlo, hicimos una entrevista a los directores para saber que pensaban ellos de que nosotros hagamos el proyecto. Ellos estuvieron de acuerdo, nos ayudaron. Se fijaron de pedirle permiso al juez, cosa que el juez es un escrito y bueno, que vaya y si no que no vaya. Que es lo que pasó con mis otros compañeros que no pudieron venir. Porque el juez no quiso, capaz que el director del instituto no quiso y todo eso.
[pullquote]Dicen que somos peligrosos. Que no estamos para la sociedad. Somos un enjambre en la sociedad. Habría que meternos presos a todos, que no somos personas, que no pensamos, muchas cosas escuchas hasta palabras que ni conocemos[/pullquote]
¿No los conocen los jueces a ustedes?
Sí, nos conocen. Nos conocen cuando bajamos a audiencia, pero no se acercan a preguntarte cómo estás. Ellos te leen la causa, te leen el tiempo que vas a estar o te leen el beneficio que podés llegar a tener dentro de un año, dentro de un año y medio. Ellos leen, te dicen una condena y ya está. Eso es cosa normal para ellos, su trabajo es meterlos presos a los chicos. Capaz que hay algunos que son inocentes, he conocido muchos casos también como esos, que pibes que eran inocentes y están encerrados igual cumpliendo una condena que no tendrían que estar cumpliendo…
¿Qué significa para vos poder venir hoy acá con tu familia, pasar un cumpleaños así?
Para mí significa mucho. Después del encierro, después de lo que yo paso, de lo que yo pienso de lo que hago, me alejo de todo y la quiero pasar bien porque es un hermoso momento éste. Poder esta acá, algo que yo nunca conocí, un hotel, un mar, mucha gente, caminar entre tanta gente así nunca me pasó. Pero, bueno, lo que más me importa es estar con mi familia, pasarla bien. Pasar un buen cumpleaños a pesar de todo.
¿Qué esperas para el futuro?
Para los otros chicos, que ojala puedan salir de la delincuencia porque esas son cosas que los chicos pasan y pasan y jamás salen. Eso los lleva a estar tras las rejas o los lleva a la muerte. Delinquís, delinquís y terminás atrás de una reja o en un cajón. Es así y eso no es vida para la gente.
¿Para la sociedad que esperás?
No pido que sea un paraíso. Pero que puedan ayudar a mucha gente. Ayudar a que los chicos cambien, que tengan un techo que no tenga una gotera, a tener un piso, un piso como éste no un piso de tierra, a que puedan tener una zapatilla, a que sus padres tengan trabajo, que puedan volver y hacer una vida normal. Como todo el mundo quiere, vivir bien, tranquilo. Con su familia, alejado de todo mal y estar bien de todo a pesar de muchas cosas que pasan afuera.
¿Y para vos?
Estar con mi familia, tener un buen trabajo, una escuela. Con eso yo me conformaría. Un trabajo, una escuela, una casa y ya está, no pido nada más. Y eso no me lo va a dar el Estado a mí, eso me lo voy a tener que ganar solo. Va a ser trabajando, como se me dé la oportunidad de salir y que yo pueda hacer.