SEGUIRÁ EN LA CÁRCEL POR OTRA CAUSA CON CONDENA El TOF 1 de La Plata volvió a otorgar la prisión domiciliaria a Etchecholatz
Con los votos de los jueces Germán Castelli y Alejandro Esmoris, el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata hizo lugar a un pedido de prisión domiciliaria del genocida Miguel Etchecolatz en una causa por delitos de lesa humanidad. Esta resolución llega pocos días después de que la Corte Suprema le haya revocado el mismo régimen de morigeración de la pena en otras dos causas. El ex comisario de la Bonaerense, procesado y condenado en múltiples procesos judiciales, deberá seguir en la cárcel.
ANDAR en La Plata
(Agencia Andar) En 2016, con el voto de la mayoría, el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata —que tenía una conformación distinta a la actual— había dispuesto la prisión domiciliaria para el genocida Miguel Etchecolatz en una causa que estaba procesado. Al mismo tiempo que ya cumplía cuatro condenas por delitos de lesa humanidad. Ese fallo de 2016, que alegaba problemas de salud y la avanzada edad para otorgarle la domiciliaria a Etchecolatz, fue apelado por el Ministerio Público Fiscal y los querellantes, y la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal anuló la resolución y reenviaron las actuaciones para que se dicte un nuevo pronunciamiento.
En su decisión, Casación Penal sostuvo que el Tribunal no había evaluado debidamente los exámenes médicos y que tampoco existía impedimento alguno para que el ex comisario de la Bonaerense permanezca en un establecimiento penitenciario, recibiendo la atención médica necesaria. La Cámara también advirtió la necesidad de actualizar el dictamen médico.
En respuesta a este recurso, el TOF N 1 de La Plata ordenó una nueva pericia médica a cargo del Cuerpo Médico Forense, que se realizó en julio pasado. En base a ese nueva medida de prueba, los jueces Germán Castelli y Alejandro Esmoris votaron a favor de disponer nuevamente la prisión domiciliaria de Etchecolatz. En su valoración de los resultados de la pericia, los magistrados sostuvieron que su ancianidad y su situación de salud ameritaban la medida morigeratoria.
Como sostuvo en su momento la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), estas dos condiciones se deben precisamente a las demoras y dilaciones en los juicios por delitos de lesa humanidad que permitieron a los genocidas gozar de impunidad y libertad durante más de 20 años.
Contrariamente a lo que sostuvo el magistrado Pablo Vega en su voto en minoría, ni Castelli ni Esmoris se detuvieron en los antecedentes jurisprudenciales en la materia. El último y más reciente, la decisión de la Corte Suprema de Justicia de revocar la prisión domiciliaria para Etchecolatz en otras dos causas.
Tampoco contemplaron, como explica Vega en su exposición, que en todos estos años la salud del ex comisario en el encierro estuvo permanentemente monitoreada. Los informes reflejan que todos los episodios de salud sufridos recibieron asistencia médica, incluso acudiendo a hospitales extramuros cuando resultara necesario.
En ese sentido, los jueces Esmoris y Castelli tampoco valoraron la especial responsabilidad y obligación internacional del Estado argentino para investigar, juzgar y condenar adecuadamente los crímenes de lesa humanidad. Cabe mencionar -como ya dijo la CPM- que los imputados por delitos de lesa humanidad han tenido un justo y debido proceso, y el trato dispensado por la justicia ha sido preferencial; de los 2.971 represores imputados desde 2006 por crímenes aberrantes, 1.064 se encuentran detenidos: 533 con arresto domiciliario y 531 con arresto en dependencias del Servicio Penitenciario Federal o de otra fuerza.
Sobre la base de este razonamiento, en su voto que rechaza la domiciliaria, Vega asegura: “Resulta muy difícil sostener que el Estado argentino somete a Etchecolatz —quien reúne la doble condición de multiprocesado y multicondenado por numerosos delitos de lesa humanidad— a un trato cruel, inhumano y degradante, como si se tratase de un anciano arrojado a una celda común, abandonado casi a su suerte”.
La CPM, como órgano de monitoreo y control de los lugares de encierro, constató innumerable cantidad de veces las graves condiciones de detención que padecen las personas privadas de libertad en cárceles bonaerense. A diferencia de la atención que recibe Etchecolatz, la atención a la salud no está garantizada y los turnos extramuros muy pocas veces se cumplen. De hecho, la desatención de la salud es una de las principales causas de muertes en el encierro.
El nuevo fallo del tribunal platense permitiría, por ejemplo, que Etchecolatz vuelva a su arresto en la quinta familiar en el Bosque Peralta Ramos de Mar del Plata donde estuvo durante el último verano. Su estadía en el barrio recibió el amplio rechazo de los vecinos
La domiciliaria para los genocidas es una forma de la impunidad, la decisión del TOF 1 de La Plata avanza en esa línea; sin embargo no llegará a cristalizarse porque el ex comisario Etchecolatz seguirá en la cárcel cumpliendo su condena por otras de las causas en las que ya fue condenado. El genocida tiene seis condenas, cuatro de ellas a perpetua.