POR LA CAUSA ABO El testimonio de Elia Espen
39 años después del secuestro y desaparición de su hijo Hugo Miedan, la integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora pudo sentarse a declarar por primera vez el martes 8 de marzo por la mañana en los Tribunales de Comodoro Py.
ANDAR en la justicia
(APeL/ Liliana Alaniz) Reproducimos el texto escrito tras la declaración por Liliana Alaniz, abogada de Elia e integrante de Asociación de Profesionales en Lucha.
Con la honestidad que la caracteriza, Elia Espen se sentó frente a los jueces del Tribunal Oral Federal N° 2 y les dijo que tenía un interés en el juicio “La verdad y la justicia”. La declaración testimonial de Elia, puede inscribirse como una victoria a su tenacidad y lucha, que pudo franquear el “silencio” que le fue impuesto por el Estado que, a sus 84 años, y por una petición realizada por APeL en la causa ABO (Atlético Banco Olimpo): no pudo haber llegado en mejor fecha, el día internacional de la mujer trabajadora, que debe inscribirse en una reivindicación de la incansable pelea contra el apañamiento estatal a los genocida permitido por el mantenimiento oculto de los archivos de la dictadura que podrían traer luz sobre el destino de los compañeros detenidos desaparecidos y sus hijos apropiados.
Elia fue acompañada por un centenar de personas, sus hijas y nietas, Mirta Baravalle, Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero, los diputados Pablo Lopez y Soledad Sosa, Ileana Celotto de la ADG UBA, la FUBA, la FADU, la AEDD representada por Carlos Loza, Nora Tomé, HIJOS Oeste, y muchos más. La concurrencia fue tan grande que debió habilitarse la platea alta de la sala más grande de Comodoro Py.
Hugo, militante del PRT desapareció el 18 de febrero de 1977 y fue visto por sobrevivientes en el Centro Clandestino de detención Atlético, ubicado en Paseo Colón y Juan de Garay de esta Capital. AL día siguiente, Elia y sus hijas estuvieron privadas de libertad, cuando las genocidas allanaron su domicilio en búsqueda de Hugo. La denuncia que Elia presentó ese mismo día, nunca quedó registrada en la Comisaría. Fue visto por última vez por sobrevivientes, en septiembre de 1977 en el Centro clandestino El Atlético.
Durante su testimonio, Elia contó el allanamiento que realizaron los militares en su casa, donde vivía Hugo. Detalló los robos a los que fueron sometidos, el maltrato a sus hijas y ella misma “se robaron todo lo que pudieron cargar. Los metían en las sábanas y los llevaban como fajos”.Elia recordó que el militar que llevaba la voz cantante le quedó grabado en su retina y al día de hoy lo recuerda.
Continúo narrando la infinidad de gestiones que realizó: el paseo por Ministerios, las entrevistas con el genocida y capellán de la Armada, Emilio Graselli, los Habeas corpus, cartas a la OEA y episcopados. Los resultados obtenidos siempre fueron negativos. Recordó que cuando empezó a realizar los Habeas corpus comenzó a relacionarse con otras madres y familiares “Sería que las madres teníamos algo en las caras que nos dábamos cuenta. Y así nos fuimos organizando”
Espen destacó que recién el año pasado, y a partir de un Habeas corpus que presentara con esta abogada, la justicia obligó al Estado a investigar e informar mensualmente sobre los resultados, reclamó no obstante, que el Estado cumple a medias, con el gobierno anterior y con este.
La cantidad de tiempo que tuvo que esperar Elia muestra los límites de los juicios que siguen celebrándose a paso de tortuga, por un puñado de genocidas y un número inferior de víctimas. Este tercer tramo del juicio ABO todavía no tiene fecha de inicio.
A 40 años del golpe genocida, se impone la necesidad de reclamar, como siempre, la apertura ya de los archivos, el juicio urgente a los milicos genocidas y sus cómplices, la cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas por todos los compañeros.
Terminada la audiencia, Elia llamó a movilizarse este 24 de marzo con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia contra la impunidad de ayer y de hoy, y en defensa irrestricta de los derechos humanos.