SEMINARIO INTERNACIONAL DE PEDAGOGÍA DE LA MEMORIA El papel de las experiencias biográficas docentes en los procesos de transmisión
Este miércoles desde las 19 se realizó el panel sobre las experiencias biográficas y pedagógicas en el ámbito escolar, que contó con las exposiciones de Oresta López Pérez, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Colegio de San Luis de Potosí, México; Miriam Southwell, doctora en Ciencias de la Educación y autora de la tesis doctoral “Discursos pedagógicos en la Argentina Post-dictatorial”; y Alejandra Birgin, pedagoga y referente de los procesos de formación docente. En la presentación de la mesa el doctor en Ciencias de la Educación, Martín Legarralde, propuso pensar el conjunto de dilemas en los procesos de transmisión entre generaciones.
ANDAR en la Memoria
(Agencia) El encuentro sobre “El papel de las experiencias biográficas docentes en los procesos de transmisión” fue presentado por Martín Legarralde, doctor en Ciencias de la Educación y autor del libro Combates por la memoria en la escuela, y se llevó a cabo desde las 19 de este miércoles en el marco de la tercera jornada del Seminario Internacional Pedagogía de la Memoria.
“Quisiera compartirles nuestra experiencia formativa a través de la reflexividad etnográfica emancipatoria. Escribir y narrar desde nuestras vidas se coloca políticamente como algo que constituye pensamiento crítico. El relato, el relatar-nos, el tener voz es una puerta de entrada a partir de la cual una persona se introduce al mundo y por medio de la cual su experiencia del mundo es interpretada y se convierte en algo significativo. Los relatos autobiográficos permiten leer la experiencia social”, explicó Oresta López Pérez, quien presentó la experiencia de trabajo con maestras y maestros indígenas Téneks y Nahuas de San Luis Potosí.
La doctora en Ciencias Sociales de México destacó que entre los procesos de investigación de postgrado y su activismo en el feminismo recupera la concepción de pedagogía de la memoria, que implica la enseñanza de la historia reciente, el relato de experiencias traumáticas, “por lo que la pedagogía de la memoria instituye expresiones de resistencia que articula lo ético y estético, lo micro y lo macro, en una construcción dialéctica que otorga nuevos sentidos de lo social”.
“Me coloco en esta reflexión auto etnográfica desde una posición feminista, que cuestiona la historia oficial y reivindica la autobiografía y reivindica la vida en forma emancipatoria para explorar y construir nuevos conocimientos, que puede darse por mujeres incluso analfabetas, o que hablen idiomas indígenas, o que son sordomudas, o sin formación en el pensamiento feminista”, agregó.
Asimismo, señaló que “la auto etnografía es importante porque permite trabajar con amplitud la producción de conocimiento crítico, original, de la experiencia social a partir de la propia biografía y conocimiento de la historia personal. En manos de grupos o seres precarizados o discriminados -mujeres, indígenas, personas con discapacidad, personas víctimas de la violencia de grupos considerados minorías-, puede tener un alto impacto en quienes no han tenido oportunidad de expresar su voz. Esta aproximación desafía las formas canónicas de investigar y representar a los otros. Considera a la investigación como un acto político, social y cultural. De-construir la pedagogía de la crueldad que aun existe en nuestro país”.
Por su parte, la investigadora argentina, Miriam Southwell, autora de la tesis doctoral “Discursos pedagógicos en la Argentina Post-dictatorial (1983-1999)”, afirmó que los estados nacionales gestionan la memoria de su pasado seleccionando contenidos, omitiendo otros. Asumen ciertos relatos canónicos y la representación hegemónica de sus víctimas.
“En el caso de las escuelas, son lugares oficiales de intercambio entre generaciones, y en el cono sur la memoria se enfrenta en torno a la disputa por la verdad, disputa que se transfiere a al escuela. La pregunta sigue siendo qué se recupera del pasado para recordar y cómo tejer la relación entre el pasado y presente”, aclaró.
Respecto a las memorias luego de las transiciones de dictaduras a democracias en América Latina, citó un trabajo de investigación y sistematización realizado por Evelyn Palma sobre alumnos, personal docente y no docente de Chile desaparecidos durante la última dictadura, y en el que se concluye que hasta la fecha no hay escuelas que lleven los nombres de los estudiantes y sólo 6 establecimientos llevan inscriptos los nombres de representantes de la coalición popular que fuera derrocada por el golpe de estado. Se trata de las marcas de memoria que dejan las dictaduras, tanto en lo relativo a los actos recordatorios, los escamoteos, los silencios y las bromas.
Por último, la licenciada en Ciencias de la Educación, investigadora de FLACSO y pedagoga, Alejandra Birgin, retomó los principales ejes planteados por sus colegas que la antecedieron en la palabra y planteó la pregunta sobre “la experiencia biográfica personal, que tiene una entonación particular si estamos hablando de educadores: qué viviste o qué te transmitieron a vos, qué elegiste transmitirles a las nuevas generaciones”.
“Pregunta específica: qué hacés con lo que te transmitieron, con los miedos, tergiversaciones, complicidades, silencios. Cómo juega esa biografía en el proceso de transmisión que uno asume y elije como trabajo. Cómo te marca. Cómo hacés en la construcción de un vínculo inter-generacional con aquello. Pensaba la relación entre lo biográfico y lo territorial y, en el fondo, esa pregunta por lo autobiográfico vale en tanto nos lleva a la pregunta de por qué nos une, qué tenemos en común”, agregó.
Para acceder al video completo del panel, ingresá a este link: https://www.youtube.com/watch?v=S3EN4CM73Zg