CONTINÚA LA DESTRUCCIÓN DEL PARQUE RAFAEL DE AGUIAR “El OPDS dejó de intervenir en la reserva porque, según nos respondieron, existe una presión muy grande desde San Nicolás”
El guardaparque Oscar Ramírez, uno los que padecieron la violencia policial en enero pasado por manifestarse contra las obras ilegales que el municipio lleva a cabo en la reserva natural, afirmó a ANDAR que este lunes 12 de julio se reunieron, por segunda vez en las últimas tres semanas, con autoridades del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) en la sede central de La Plata para lograr la suspensión y clausura definitiva de las tareas de relleno y movimientos de suelos en la Reserva Parque Rafael de Aguiar. A pesar de que en febrero ese organismo ya había frenado las obras, ahora responde a los ambientalistas nicoleños que “es mucha la presión que se ejerce desde San Nicolás hacia el OPDS” y dilata –con imprecisiones de fecha y generalizaciones- la definición de una nueva inspección y eventual clausura.
ANDAR en San Nicolás
(Agencia) Un grupo de cuatro nicoleños, entre ellos el guardaparque Oscar Ramírez, viajaron a La Plata el último lunes para reunirse con el OPDS a fin de lograr la urgente intervención del organismo ante la destrucción progresiva de la reserva natural Parque Rafael de Aguiar, de San Nicolás, en la que el municipio desarrolla obras no autorizadas por la justicia y contrariando la legislación bonaerense y nacional sobre protección de áreas naturales.
El pedido de audiencia fue acompañado por las agrupaciones Comunidad Nicoleña por el Medio Ambiente (CONA), el Movimiento Evita Medio Ambiente y la Fundación Tonelero, y tuvo por objeto reclamar la presencia urgente del OPDS en la reserva natural.
“En esta instancia ya no estamos hablando sólo de la reparación de un camino: ya casi nada queda de la reserva natural que tenía la ciudad. El municipio destruyó gran parte de ella por la falta de accionar de las autoridades responsables de hacer cumplir las leyes y preservar el medio ambiente”, destaca el escrito a raíz del cual fueron recibidos por Julián Costamagna, director de Fiscalización de Industrias e Inspección General del OPDS.
El camino al que se refiere el escrito atraviesa casi toda la reserva natural y su reparación en un tramo de 60 metros que se había erosionado y derrumbado –y que aún los ambientalistas no saben si fue por causas naturales o intencionalmente ocasionado- es la excusa a partir de la cual el gobierno municipal lleva adelante, desde hace meses y con la prohibición judicial además de la clausura dispuesta conjuntamente entre el OPDS y el Ministerio de Ambiente de la Nación en febrero pasado, obras de ensanchamiento del camino, destrucción del último bosque nativo de Toratay –o Rama Amarilla- de la Provincia y excavaciones ilegales en la laguna La Esmeralda, entre otras acciones.
“Por este medio también queremos hacer llegar la disconformidad y el enojo de las agrupaciones de nuestra ciudad que protegen el medio ambiente porque nada fue suficiente para frenar las obras que prácticamente destruyeron la reserva”, agrega el escrito.
En diálogo con ANDAR, Oscar Ramírez afirmó que, a pesar de haber sido recibidos por Julián Costamagna, uno de los dos directores del OPDS, “nos sorprendió su respuesta porque, entre otras cosas, nos dijo que el OPDS no puede actuar porque existe una presión muy grande desde San Nicolás. Por supuesto que no aclaró qué tipo de presión ni desde dónde surge, pero lo cierto es que la destrucción continúa y el municipio hace lo que quiere en la Reserva Parque Rafael de Aguiar”.
“Nos sentimos muy desamparados como ciudadanos: hace tres semanas ya habíamos tenido una reunión por Zoom con el OPDS y se habían comprometido a regresar a San Nicolás y volver a clausurar todo. Como no ocurrió nada es que volvimos a La Plata a reclamar la presencia e intervención urgente del organismo y recibimos sólo una promesa de una nueva reunión por Zoom a realizarse durante esta semana.”, agregó.
Mientras tanto, en el último mes y medio las máquinas que trabajan sin parar en la reserva destruyeron alrededor del 90 por ciento del bosque nativo de Toratay, depositaron escombros sobre las selvas de barranca –protegidas también por la legislación provincial y nacional- y, en general, arrasaron con gran parte de la diversidad vegetal de la reserva –entre especies de arbustos, herbáceas, leñosas, semileñosas y gramíneas, además de las acuáticas-.
“Es tan grande la reserva y tan rico el ecosistema natural que, sumado a la prohibición de ingreso a quienes pretendemos la clausura de las obras, no hemos podido aún cotejar la dimensión de este avasallamiento. Nos preocupa la soledad y el desamparo institucional al que nos enfrentamos, mientras la policía continúa con las amenazas y la justicia archiva nuestras denuncias sobre la violencia institucional. Aún así, seguiremos defendiendo esta reserva que amamos hasta alcanzar la justicia”, concluyó Ramírez.
Cabe agregar que a fines de junio Oscar Ramírez presentó ante la justicia de San Nicolás un habeas corpus preventivo ante el hostigamiento y persecución policial que padece desde la represión policial del 26 de enero pasado.
“En mi carácter de funcionario público, guardaparque de la reserva natural protegida, cada vez que me presento en mi lugar de trabajo recibo amenazas de que si ingreso a la reserva van a usar la fuerza”, describe en el escrito con relación a la guardia policial que custodia el ingreso al parque natural.
“Yo les digo que este es mi trabajo, que realizo desde hace 40 años y que he dedicado mi vida al cuidado de la reserva. Soy una persona mayor, de 70 años, respetuosa y que jamás cometí ningún delito para recibir tal trato. Les pido que me presenten las órdenes que tienen para privarme de mi derecho a circular, a lo que me contestan que sólo tiene orden del jefe comisario Gabriel Cabral”, detalla. Hasta el momento, tres semanas después de presentado el habeas corpus preventivo, no ha sido respondido.