El negocio o el agua
Elio Brailovsky, ex defensor del pueblo adjunto para temas de medio ambiente y urbanismo de la Ciudad de Buenos Aires, analiza en esta entrevista de Mario Hernández cuestiones como las posibles reformas a las leyes de glaciares y de bosques y el saneamiento del Riachuelo.
ANDAR entre leyes
(Mario Hernandez/ RNMA)
M.H.: Queríamos consultarle por la idea del gobierno nacional expresada a través del ministro de Medio Ambiente respecto a la reforma de la ley de bosques y la ley de glaciares.
E.B.: Me parecen dos propuestas extraordinariamente peligrosas, porque tanto los bosques como los glaciares son la protección de nuestras fuentes de agua potable. Los bosques en la zona húmeda, los glaciares en la zona semiárida, de modo que autorizar a dañar o destruir las fuentes de agua potable para que alguien haga un negocio en los próximos años, a mí me parece extraordinariamente peligroso porque ese alguien hará el negocio y después nos dejará un desierto.
Recordemos que en el caso de la cordillera los glaciares son los que juntan el agua que después van a regar los viñedos de Mendoza y San Juan y que van a abastecer a las ciudades de esas provincias. Si no hay glaciares, si los dinamitan para hacer minería no sé cómo vamos a abastecer de agua esas ciudades y esos viñedos. Y en el caso de los bosques, regulan el agua de los ríos y arroyos, de modo que talar los bosques para plantar soja significa el riesgo de tener aluviones que ya se han visto en las zonas tropicales de otros países de América, o que haya aluviones aguas abajo. Todo esto para que alguien se gane unos pesos o unos dólares. Realmente creo que es algo demasiado irracional como para justificarlo.
M.H.: Le quitaron 1.500 millones al saneamiento del Riachuelo ¿qué nos puede comentar al respecto?
E.B.: Para lo que estaban haciendo no necesitan presupuesto, para no hacer nada. Pero si se piensa en actuar realmente por supuesto que ese presupuesto es necesario. Pero cuando uno ve el balance de la actuación de Acumar que es el organismo que se supone que debería ocuparse de sanear el Riachuelo, se da cuenta de que es una vergüenza, miles de millones de dólares gastados y la calidad del agua es la misma ahora que cuando se sancionó la ley que exigía que se ocuparan, cuando hubo una sentencia de la Corte Suprema hace 9 años reclamando todo esto.
Realmente han actuado como si la ley y la Corte Suprema de Justicia no existieran. Nadie sabe en qué se gastó el dinero de los años anteriores, de modo que la situación del Riachuelo es absolutamente vergonzosa. Es todo lo que se puede decir, porque hay otros aspectos en los que uno puede criticar la gestión, pero hay un punto en el cual resulta vergonzoso que haya habido 900 personas y millones de dólares invertidos para nada.
M.H.: ¿Qué significado tiene el retiro de los EE UU del Acuerdo de París?
E.B.: Tiene un significado simbólico. El Acuerdo de París referido al cambio climático supone que todos los países del mundo se han comprometido a reducir sus emisiones de efecto invernadero. Ahora que EE UU se retire significa un gran alivio para todos los que lo firmaron y no querían cumplirlo, por la presión de las grandes empresas de esos países. De modo que ahí tienen a alguien a quien echarle la culpa, a Donald Trump que es el que se atrevió a decir lo que todos los grandes negociantes querían decir: “si esto afecta a mis negocios, qué me importa el mundo”.
Que los EE UU se retiren de un acuerdo que de todos modos nadie pensaba cumplir, para mí es mucho más un acto simbólico que otra cosa.
M.H.: En Argentina las lluvias fuertes ya son el doble de lo normal, se producen más incendios, inundaciones, y los científicos lo atribuyen al cambio climático y a la desforestación. ¿Qué nos puede comentar al respecto?
E.B.: Estamos de acuerdo, el cambio climático significa que llueve más en las zonas húmedas y que llueve menos en las zonas secas. Lo que significa problemas graves. El nudo del cambio climático es, primero que tienen que actuar todos los países y dejar de contaminar, y segundo que los procesos atmosféricos son muy lentos, si todos los países dejan de contaminar milagrosamente de un día para el otro, los efectos en el clima se van a notar de aquí a 50 años y no hay ningún político del mundo que aguante esperar 50 años peleándose con las grandes empresas que le pagan la campaña electoral.
Este es el nudo de las dificultades de todos los tratados sobre el cambio climático. Cuando uno dice COP 23 quiere decir que se reunieron 23 veces para tratar de hacer algo y no hicieron nada. Es mucho tener 23 reuniones internacionales, solemnes, con todos los países firmando cosas para no tener ningún resultado.