El mal ejemplo
A “Tito” lo detuvieron el domingo en el operativo policial que se realizó ante los disturbios en La Plata luego de la final del mundial. También a Lucas y a otros 17 chicos que habían salido a festejar o estaban en el centro de la ciudad cuando comenzaron los desmanes. Sus familias y amigos sostienen que las detenciones fueron arbitrarias y denuncian la violencia policial y la complicidad judicial con esas prácticas. Después de 10 días la Cámara dispuso su liberación.
ANDAR en La Plata
(Agencia) Los relatos coinciden, las palabras también. Los familiares repiten la idea de que fueron detenidos por “perejiles”. Son estudiantes de Económicas, Bellas Artes, gente del interior que trabaja y estudia; también mencionan a un chico en situación de calle y a un hombre que salió a festejar con su familia. No tienen antecedentes; todos entrampados en las lógicas de articulación más perversas entre las prácticas policiales arbitrarias e ilegales y las burocracias, omisiones y malas prácticas del sistema penal. El fiscal Fernando Cartasegna fue quien pidió las detenciones bajo los cargos de “intimidación pública e instigación a cometer delitos”. Aseguró a medios platenses que “están presos por ese delito y por la garantía de que no van a eludir a la Justicia o a entorpecer la investigación”. A pesar de las resoluciones de la Cámara de Feria atenuando la calificación legal para que los imputados pudieran acceder a la excarcelación, el juez Melazo no las tomó en cuenta.
Esa misma Cámara fue la que después de 11 días de la detención dispuso la liberación de la mayoría de los jóvenes. En ese interín, el juez apeló a diversas acciones dilatorias para mantener a estas personas privadas de su libertad y hacer gala de demagogia punitiva.
Los tiempos de la burocracia: una semana de incertidumbres
Esa noche los llevaron a la comisaría 1ª de La Plata. Fueron golpeados. Los obligaron a firmar una declaración sin posibilidad de leerla, o a pesar de que ellos se oponían. “Les pegaron a mansalva. Eran los encargados de arrancarle las confesiones”, contó a ANDAR el papá de Lucas quien describió también la violencia en la detención: “los sacaron a palos, peor que en la dictadura porque ahora creemos que vivimos en una sociedad con seguridad jurídica”. La oficial que los empujó a firmar a su hijo y a otros chicos detenidos ya tiene una denuncia en Asuntos Internos. Esa noche estuvieron amontonados en la comisaría, hacinados, alguno durmió en una silla, a otros los alojaron en calabozos húmedos y sucios.
[pullquote]los sacaron a palos, peor que en la dictadura porque ahora creemos que vivimos en una sociedad con seguridad jurídica[/pullquote]
En el caso de Tito el domingo a la madrugada lo ubicaron y el lunes sus amigos fueron a verlo al enterarse de que había chicos golpeados en la comisaría 1ª. No lo lograron a pesar de su insistencia. Lucas pasó 27 horas incomunicado. Su familia desesperada recién supo que estaba detenido cuando lo trasladaron a la comisaría 2ª el día martes. Cuando los llevaron a declarar a la fiscalía el defensor oficial les recomendó que no declararan. El único que lo hizo fue un hombre que contaba con abogado propio. El defensor presentó después un habeas corpus que debía resolverse (por ley) en un máximo de 48 hs. Pero llegó el jueves y aún no había respuestas.
El viernes la expectativa era que Tito y los otros chicos detenidos iban a salir, el defensor también consideraba que debía ser así porque no tienen antecedentes. A las 14 hs comenzaba la feria judicial y los familiares y amigos esperaron noticias en la misma fiscalía. A las 13:55 p.m les informaron que todos los habeas corpus estaban rechazados. El abogado entonces pidió la excarcelación, que también fue rechazada. A 7 días de la detención la incertidumbre era igual que en el primero. Todos los detenidos fueron trasladados a una alcaidía.
Sin pruebas ni argumentos
Dicen que hay videos, pero nadie parece haberlos visto. Los familiares denuncian que en la comisaría los datos que les tomaron a los detenidos estaban mal registrados y las actas de aprehensión fueron calcadas para cada caso, sólo cambiaban los nombres. La justicia, administrada en este caso por el Fiscal Fernando Cartasegna y el Juez de Garantías César Melazo, se limitó a refrendar la actuación policial, plagada de irregularidades. [pullquote]Esto es política y estadística porque no tienen nada. Lo único que están buscando es decir que tienen mano dura[/pullquote]
“Esto es política y estadística porque no tienen nada. Lo único que están buscando es decir que tienen mano dura y diferenciarse de capital donde no hubo detenidos”, asegura el papá de Lucas. La sensación es la misma entre los amigos de Tito; ellos difundieron una carta donde critican al juez Melazo que “habló en los diversos medios alegando que está dando el ejemplo. Se ve claramente que está mostrando una imagen, no pudieron tener detenidos ya que eran mayoritariamente menores, así que necesitaban perejiles”. Mientras tanto hace ya más de 10 días que el grupo sigue detenido. “Ni siquiera estamos hablando de si son inocentes o no, lo que queremos es que puedan seguir el proceso en libertad”, reclama el papá de Lucas, que no pide otra cosa que las garantías que la justicia debería preservar y promover.