El hospital Mercante de José C. Paz al borde del vaciamiento
El único centro de salud provincial que aún no ha sido arancelado en esa ciudad y que recibe a miles de pacientes de escasos recursos y sin obra social de toda la región atraviesa una de sus peores crisis en sus 18 años de existencia. Trabajadores del hospital denuncian falta de personal y de insumos médicos, muertes de pacientes por la permanencia de un virus intrahospitalario, sobrecarga y precarización laboral.
ANDAR en José C. Paz
(Agencia) Desde su inauguración a mediados de los 90 hasta hace pocos meses, el Hospital Mercante de José C. Paz contó con una guardia permanente de pediatría que recibía alrededor de 200 pacientes diarios.
El equipo de atención pediátrica estaba conformado por tres médicos especialistas, cinco enfermeros y un “triaje” –un pediatra y un enfermero dedicados exclusivamente a seleccionar y clasificar las prioridades de atención- constituyéndose en un área clave del hospital en función de la cantidad de pacientes atendidos, en gran parte debido a la gratuidad del servicio y la calidad de la atención por parte de los profesionales.
Hoy el cuadro de pediatría es desolador: la guardia está virtualmente cerrada y cuenta con sólo un médico clínico (no especializado en pediatría) que atiende de martes a viernes. El servicio de sábados, domingos, lunes y feriados directamente está suspendido porque durante los últimos meses han renunciado 10 profesionales entre pediatras y enfermeros.
“Yo me pregunto adónde están yendo a atenderse todas esas mujeres embarazadas con la pobreza que hay en esta zona de José C. Paz. Es vergonzoso. A nosotros como enfermeros nos duele en el alma el vaciamiento del hospital, que es terrible y que no sabemos hacia dónde va todo esto”, señaló a ANDAR una de las enfermeras de la guardia de pediatría.
A la cantidad de pacientes se suman las particularidades de la población que se atiende en el Mercante. Según Silvia Mistchenco, otra enfermera del hospital y delegada de ATE, “los profesionales que se formaron en este hospital conocen las problemáticas propias de los pacientes del conurbano. Aquí llegan personas que viven con las necesidades básicas insatisfechas, con altos niveles de desnutrición, de pobreza e indigencia, provenientes de hogares atravesados por múltiples problemáticas sociales”. Y agrega: “Compensar a un niño que vive en estas condiciones lleva muchísimo más tiempo que el tratamiento que requiere otro niño con otras condiciones de vida. Es decir, la historia particular de cada paciente hace a la cuestión de cómo enferma la población y cómo muere la población. Existe una relación directa que dificulta mucho más la situación de los profesionales”.
[pullquote]“En cuanto a la guardia de pediatría no hubo respuesta favorable, aspecto que a nosotros nos preocupa muchísimo porque se están vulnerando los derechos de los recién nacidos»[/pullquote]
En los últimos días, una comisión de trabajadores del Mercante se reunió con el director de Hospitales del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, doctor Ortiz, con el objeto de plantear las dos problemáticas más urgentes por las que atraviesa el centro de salud de José C. Paz: el cierre parcial de la guardia de pediatría y las muertes producidas por una bacteria intrahospitalaria que afecta actualmente al área de terapia intensiva.
“En cuanto a la guardia de pediatría no hubo respuesta favorable, aspecto que a nosotros nos preocupa muchísimo porque se están vulnerando los derechos de los recién nacidos en el único hospital público y gratuito de José C. Paz y de la zona”, señaló Paola, una enfermera del área de Recién Nacidos.
Más de 10 muertes evitables
En los últimos meses más de diez pacientes del área de Terapia Intensiva del Mercante fallecieron a causa de una bacteria intrahospitalaria cuya erradicación recién comenzó a tratarse con rigor a mediados de marzo.
En efecto, los profesionales del área denunciaron insistentemente ante el Comité de Infecciones y los directivos del hospital que se trabajara en la normatización por escrito de las medidas de higiene y seguridad para homogeneizar una misma conducta en el personal médico, cosa que no se hizo.
Silvia Mistchenco recuerda que “el Comité de infecciones planteaba que solamente se trataba de una cuestión del lavado de manos, o sea que el problema lo estábamos originando los profesionales por no lavarnos correctamente. Nosotros como profesionales comprometidos en la defensa de la salud pública nos parece una falta de respeto. Primero, porque es mentira. Otros compañeros del Muñiz nos dijeron que en estos casos se toman otro tipo de medidas como el aislamiento y la detección de los casos”.
“El lavado de manos lo cumplimentamos, incluso sin los insumos que necesitamos como las toallas descartables. En realidad, todo esto forma parte del vaciamiento del sistema de salud” explicó.
Durante la reunión con autoridades del Ministerio de Salud bonaerense se acordó la conformación de un comité de infecciones para erradicar la bacteria, por lo que se espera que en las próximas semanas el área de terapia vuelva a la normalidad. Sin embargo, tal como lo explican los profesionales del Mercante, los problemas se acumulan y las soluciones llegan con demasiado retraso y con consecuencias que podrían ser evitadas.
En realidad, un denominador común de las fallas del hospital apunta a los magros salarios y formas precarizadas de contratación del personal. A los pocos especialistas que quedan en el Mercante los directivos no les exigen trabajo de más porque, si lo hacen, se van: “Entonces, tenemos por ejemplo una única cardióloga que viene dos veces por semana, tres horas por cada día, cuando debería cumplir como mínimo 24 horas. Esto también es parte del vaciamiento”, destacó Mistchenco.
“Algunos camilleros están en negro porque se les paga por caja chica. Cobran sueldos muy bajos, de aproximadamente 2500 pesos mensuales, siempre con la promesa de un nombramiento. Por suerte, ahora ya no tenemos más empresas que prestan servicios dentro del hospital, pero por otro lado tenemos muchos compañeros mayores que, producto de haber trabajado siempre de manera informal, no van a poder jubilarse y nosotros exigimos que al menos se les mantenga la beca con la que trabajan actualmente. Esta precarización implica que tampoco tienen aguinaldo, vacaciones ni cobertura”, agregó.
[pullquote]En función de una ley provincial, cada trabajador que se jubila no es reemplazado por otro, porque el gobierno bonaerense no repone esas vacantes[/pullquote]
Como en cualquier otra dependencia estatal, todos los trabajadores del hospital deberían estar en planta permanente. Sin embargo eso no ocurre, si no que por el contrario en función de una ley provincial, cada trabajador que se jubila no es reemplazado por otro, porque el gobierno bonaerense no repone esas vacantes.
“Nosotros nos reunimos una vez por semana en asamblea y de ahí tomamos las medidas a seguir. La semana pasada, por ejemplo, juntamos alrededor de 8000 firmas en la estación de trenes de José C. Paz por todos estos problemas que está atravesando el Mercante. La gente hacía fila para firmar el petitorio. Lo que nosotros queremos es llevar todas esas firmas a la Cámara de Diputados para que se debata el estado actual de la salud en esta zona”, concluyó Mistchenco.