El conflicto en la línea 60
Un cambio de firma que derivó en 53 despidos y “persecución administrativa”. El relato del conflicto desde los trabajadores pinta un escenario con medidas de huelga innovadoras y lock out patronal como respuesta.
ANDAR en colectivo
(Agencia) Santiago Menconi es uno de los 1200 trabajadores de a línea 60 que enfrentan un conflicto que incluyó el lock out patronal y que aún continúa en tensión. Según los choferes los problemas no son nuevos y empezaron desde que el grupo Dota se hizo cargo de la administración de la línea. Los trabajadores denuncian que desde ese momento amedrentaron a delegados, tuvieron que lidiar con la barra de Chicago en su lugar de trabajo y se vivió un fuerte clima de violencia que lograron moderar recién después de un tiempo.
“Pero cuando cesaron los aprietes comenzaron las persecuciones administrativas y los despidos de trabajadores”, cuenta Menconi. Esa persecución administrativa consiste, de acuerdo a lo que Menconi describe en que “te llenan de partes voladores que no existen, sanciones y suspensiones completamente arbitrarias, por ejemplo un inspector dice que dejaste un pasajero a pie. Es incomprobable y es mentira”.
Este año, después de otros tres despidos con esta modalidad que ya tenían a los operadores de la línea en estado de alerta en junio llegó el telegrama para desvincular a Ariel Benítez, delegado entre los trabajadores. Hubo asamblea y la estrategia ante este despido fue una respuesta que no afectara a los usuarios. “Cuando nos enteramos nosotros votamos el no cobro de boleto. Y estuvimos así sin cobrar durante jueves y viernes, pero al continuarlo el sábado la empresa aparece con otros 47 telegramas de despido y la noticia de que había una conciliación obligatoria. Trucha. Porque sólo estaba firmada por la empresa y el Ministerio de Trabajo, en ningún momento nos notificaron a nosotros. Y además la primera que la estaría rompiendo es la empresa porque echó a 47 trabajadores”, repasa el chofer.
Ese sábado a la noche la empresa retiró a todo el personal jerárquico de las cabeceras y, “empieza el lock out, nos quedamos los trabajadores solos en las cabeceras esperando que nos den el servicio, pasan los días y el miércoles decidimos salir a la calle. Sacamos los colectivos, estuvimos 4 o 5 días haciendo publicidad del problema, asambleas con los usuarios, eso estuvo muy bien, pero no nos atendió ni la CNRT ni nadie”, protesta Menconi con los redoblantes de fondo.
“El usuario sufre a la empresa igual que nosotros. Entonces asumíamos que la medida iba a tener empatía con el público. La empresa recibe 34 millones de pesos en subsidios por mes, son 100 mil pesos por cada colectivo por mes, y de 54 colectivos que es el servicio mínimo que se tiene que brindar la empresa saca sólo 22 coches a la calle. Los otros los deja en la cabecera, total están cobrando el subsidio, esta denuncia la hicimos el año pasado a la CNRT, nos dio la razón y multó a la empresa con 11 mil boletos mínimo por descuidar a la mitad de la frecuencia”, denuncia el trabajador.
Luego se dictó una nueva conciliación obligatoria y al ser notificados los trabajadores presentaron a trabajar pero se encontraron con “las cabeceras de Rincón, Maschwitz y Pza constitución militarizadas, con efectivos policiales emplazados en todo el predio y en el caso de Constitución está la particularidad de que hay un cerco perimetral con 20 compañeros adentro”. Allí quedaron el lunes luego de un operativo a cargo del subcomisario Sanchez de la comisaría 26. “Empezaron lo que nosotros creímos que era un desalojo: metieron un carro hidrante, 20 camiones de infantería y ahí quedaron los 20 compañeros que continúan allí”, cuenta Menconi y agrega “quedamos contra las rejas intentando pasarle comida y medicamentos a los compañeros, porque no hay ninguna orden que diga que no podemos hacerlo.
“Los trabajadores siempre quisimos trabajar, siempre estuvimos en las cabeceras esperando que nos den el servicio. Pero queremos la reincorporación de los 53 despedidos y que se deje de perseguir a nuestros delegados”, sintetiza Menconi como vía de solución al conflicto. Este domingo y luego de casi un mes de conflicto, los colectiveros de la línea 60 realizaron un festival en Constitución para exigir estas reivindicaciones.
Mientras tanto la línea está brindando un servicio reducido sin contar con las cabeceras en conflicto. Menconi evalúa que “la repercusión entre los pasajeros es muy buena, mientras nosotros sacamos los colectivos a la calle levantamos 25 mil firmas de apoyo, los pasajeros aplaudían nuestras asambleas, y hay gente que se acerca para darnos alimentos y donaciones. Lo que pasa es que ni el ministerio de trabajo quiere esto porque no está regimentado el no cobro de boleto como una legítima medida de huelga, y tienen miedo de que si se llega a legalizar todas las demás empresas van a hacer el o cobro de boleto para salir a pelear por lo que les corresponde”.