HOMENAJE DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS DE LA PLATA El colegio recordó por primera vez a Santiago Cañas en el 43º aniversario de su desaparición
Santiago Cañas fue alumno del colegio Sagrado Corazón de Jesús de La Plata, desde donde participó y militó en la Unión de Estudiantes Secundarios. El 2 de agosto de 1977 fue secuestrado cuando se dirigía a una reunión clandestina y continúa desaparecido. Este domingo, la casa de estudio salesiana lo recordó en las redes sociales; el año pasado, estudiantes del colegio platense habían contado su historia de vida en el marco del programa Jóvenes y Memoria.
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(Agencia) “Fue una experiencia transformadora en términos institucionales, fue recuperar la historia de la institución y reforzar el compromiso con la memoria: somos parte de esta congregación, habitamos esta institución, y hubo alumnos que pasaron por estas aulas y fueron víctimas del terrorismo de Estado”, dice el docente Santiago Duque de Arce, coordinador del equipo de investigación que participa de Jóvenes y Memoria de la CPM.
El pasado domingo, cuando se cumplía el 43º aniversario de su desaparición el colegio Sagrado Corazón de Jesús de La Plata recordó en las redes a Santiago “Tito” Cañas, ex alumno de la institución educativa perteneciente a la congregación salesiana y militante de la Unión de Estudiantes Secundarios. El 2 de agosto de 1977 fue secuestrado y desaparecido en la intersección de las calles 135 y 37 de la capital provincial, cuando se dirigía a una reunión clandestina.
El año pasado, en el marco del programa de la CPM, estudiantes del colegio platense contaron por primera vez la historia de Santiago. “Es una investigación que continúa, un proyecto colectivo que, a través de los interrogantes de los y las jóvenes, permitió revertir muchos años de silencio. Hasta ese momento, el nombre de Santiago no estaba en la memoria de la congregación salesiana”, explica Durque de Arce.
A partir de ese trabajo, de buscar en los legajos personales de la institución, el colegio Sagrado Corazón de Jesús de La Plata sabe con certeza que, al menos, dos estudiantes que pasaron por la casa de estudio se encuentran desaparecidos: Santiago y Jorge Raúl Arfuch.
“Muchas veces la historia de ellos fue contada por su pertenencia a otros espacios, como militante de la UES, como trabajadores, como estudiantes universitarios. Sentimos que con esta investigación no sólo estamos reconstruyendo la historia de la institución sino también la propia biografía de ellos”, señala el docente.
Santiago nació el 1º de mayo de 1951 en la localidad de Azul, más tarde su familia se trasladaría a La Plata. Mientras trabajaba de albañil, terminó sus estudios secundarios en la escuela nocturna, luego de hacer parte de su recorrido educativo en el turno mañana. Según el legajo del colegio, finalizó con el mejor promedio.
Las hermanas de Santiago, María del Carmen y María Angélica, también fueron víctimas del terrorismo de Estado; la primera fue asesinada, la segunda continúa desaparecida. “Cuando empezamos a recuperar la historia de Santiago, sabemos de sus hermanos, y nos encontramos con una familia que estaba muy comprometida con los espacios de acción juvenil de la congregación, presentes en las actividades de la casa salesiana, una familia que estaba pensando en el prójimo”, agrega Duque de Arce.
La comunidad educativa del Sagrado Corazón de Jesús de La Plata tenía previsto para el acto del 24 de marzo descubrir en una de las paredes del edificio un mural con los nombres de Santiago Cañas y Jorge Arfuch. La intervención, pensada y realizada por los y las jóvenes que participaron de la investigación, estaba terminada; sin embargo, su inauguración tuvo que postergarse a raíz de las medidas dispuestas por la pandemia que obligaron el cierre de los establecimientos educativos.
En el marco de la investigación para Jóvenes y Memoria, los y las estudiantes realizaron entrevistas e indagaron en los legajos del archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que gestiona la CPM. El proyecto tenía dos objetivos: contar la historia detrás del legajo escolar de Santiago Cañas y pensar también la militancia y el compromiso de los estudiantes secundarios durante esa época.
“Hubo un gran equipo docente que acompañó, pero ellos y ellas fueron los motores de todo esto con su voluntad y sus preguntas, con propuestas e ideas que abrían nuevas líneas de investigación. Preguntarse por los desaparecidos, que habitaron esta misma escuela y los grupos juveniles, fue recuperar las historias de sus luchas y al mismo tiempo reforzó el sentido de pertenencia a la casa salesiana y el compromiso de la congregación con los sectores más desprotegidos”, sostiene el docente.