“El caso de Andrés Núñez permitió comprobar que la Bonaerense continuó efectuando prácticas de la dictadura”
El periodista Pablo Morosi presentó un libro que cuenta la historia del primer desaparecido en democracia. La actividad incluyó una charla en la que se abordó la problemática de la violencia institucional y la continuidad de las desapariciones.
(FM Futura) El 28 de septiembre de 1990 cuatro policías de la Bonaerense fueron a buscar a su casa en Villa Elvira a Andres Alberto Núñez y se lo llevaron detenido ilegalmente. Allí lo torturaron hasta su muerte y lo hicieron desaparecer. Este 28 de septiembre al cumplirse 25 años sin Andrés Alberto Núñez, se presentó en el edificio de la Presidencia de la Universidad de La Plata, el libro “Un tal Núñez. El caso del primer desaparecido por la Bonaerense en la democracia recuperada”, del periodista Pablo Morosi.
Además de Morosi, autor del libro, disertaron Hugo Cañon, ex presidente y actual consultor académico de la Comisión Provincial por la Memoria, María del Carmen Verdú, abogada de CORREPI y Mirna Gómez, ex pareja de Andrés Núñez.
Morosi dedicó su reciente publicación a Mirna Gómez, quien era la pareja de Andrés en el momento de que ocurrió el hecho y que, además, tiene una hija en común con él que hoy tiene 26 años: “Mirna nos ha demostrado lo que implica sostener la lucha con dignidad y contra todo. Ahora es fácil que haya gente alrededor, que haya más organización, que haya militancia. Hace 25 años recibió la noticia de que toda su vida se trastocó, ella podría haber decidido no seguir luchando. Que Mirna esté hoy sentada acá, después de 25 años merece un homenaje. Mi homenaje es el libro.”
El caso
Alberto Núñez fue detenido ilegalmente en la madrugada del 28 de septiembre de 1990. Cuatro policías vestidos de civil que conducían un Fiat 147 verde, lo fueron a buscar a su casa del barrio Villa Elvira y lo llevaron a la Brigada de Investigaciones de La Plata (en 61 entre 12 y 13). Allí lo torturaron hasta que murió y lo hicieron desaparecer. Entre esos policías estaban el sargento Jorge Alfredo González, el oficial Pablo Martín Gerez, José Daniel Ramos y Víctor Ruben Dos Santos.
[pullquote]pese a los 25 años que transcurrieron de la desaparición de Andres Núñez la causa todavía está abierta: hay un ex policía prófugo[/pullquote]
En 1995 encontraron sus restos a partir del arrepentimiento de uno de los policías. Habían trasladado su cuerpo a una estancia ubicada en General Belgrano, a cien kilómetros de La Plata, para borrar todo rastro del crimen. Esa estancia pertenecía a un pariente de Pablo Gerez, que hoy se encuentra prófugo y es el primo de Mario “Chorizo” Rodríguez, un policía retirado y uno de los personajes más oscuros de la Bonaerense y allegado al ex presidente Eduardo Duhalde.
El emblemático caso de Andrés Núñez “fue uno de los pocas desapariciones denunciadas en esos años en la que el cuerpo de la víctima pudo ser recuperado”, apunta el autor. Esto sirvió para conocer la verdad de los hechos, y para comprobar que la Bonaerense continuó efectuando prácticas propias de la dictadura militar. En la charla Morosi denunció que “pese a los 25 años que transcurrieron de la desaparición de Andres Núñez la causa todavía está abierta: hay un ex policía prófugo que la propia policía, la justicia y el poder político no supo, no quiso y no pudo encontrar.”
Idas y vueltas judiciales
El juicio oral recién se desarrolló en diciembre de 2010 la Sala II de la Cámara Penal de La Plata y condenó a reclusión perpetua por torturas seguidas de muerte a dos de los policías procesados: Dos Santos y González. Esa sentencia, confirmada por Casación Bonaerense, aún no está firme y fue recurrida por las defensas ante la Suprema Corte de Justicia.
En mayo del 2013 la Corte Suprema de Justicia decidió que la causa de Andrés Núñez era imprescriptible, que hubo una “vulneración importante de los derechos humanos” y equiparó el caso con el de Walter Bulacio. Sin embargo, la jueza de Garantías platense Marcela Inés Garmendia que tiene en su poder la causa, apeló la decisión de la CSJ, e intentó volver a la idea de la prescripción de la causa, beneficiando a los ex agentes. Hace sólo 10 días se decidió finalmente, no dar lugar a la apelación de Garmendia.
El ex oficial Pablo Martín Gerez sigue prófugo y el Ministerio de Seguridad ofrece por datos sobre su paradero, una recompensa de entre $20.000 y $50.000. El ex comisario Luis Raúl Ponce, responsable del secuestro, tortura y desaparición de Núñez, estuvo prófugo durante 20 años y ahora está detenido desde agosto del 2012 esperando a ser juzgado por el caso de Núñez, aunque Ponce también estaba imputado por el primer secuestro de Jorge Julio López, entre el 27 de octubre de 1976 y el 25 de junio de 1979, durante la dictadura militar.
[pullquote]Si Ponce hubiera estado penado por haber actuado en la desaparición de López en dictadura, quizás, no hubiera sido el responsable de la muerte de Núñez[/pullquote]
Morosi recordó que “hay instancias judiciales activas sobre un hecho que ocurrió hace 25 años y sobre el que no hay ninguna duda de que fue lo que pasó. No es como el caso de Miguel Bru que el cuerpo no apareció. Acá hay policías que durante el proceso reconocieron el hecho y su participación.”
Si Ponce hubiera estado cumpliendo una pena por haber actuado en la desaparición de López en la dictadura, quizás, no hubiera sido el responsable de la muerte de Núñez. Morosi, advirtió que “los organismos de derechos humanos han señalado a las autoridades la necesidad de estudiar quiénes habían sido los policías que habían estado en actividad durante la dictadura. En el caso de Ponce, esta tarea no se hizo y por el contrario, estas personas siguieron actuando y llevando adelante las rutinas de aquella época”. Eduardo Hortel, el abogado de la familia de Núñez, que ya falleció, dijo una vez que “esta causa era la máxima verguenza del poder judicial de la Provincia de Buenos Aires”.
El relato de su pareja
Núñez era conocido como “El Gallego”. Mirna Gómez, que era la pareja de Núñez en el momento de su desaparición y tuvo una hija con él, lo recordó como “una persona amable con sus amigos”.
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Si bien el caso de la desaparición de Núñez se está tratando, Mirna exigió “que se llegue a juicio oral y público y que se busque a Gerez”. La mujer, que se convirtió en una militante contra la violencia institucional, denunció que “El Estado está encubriendo a Gerez, porque hay datos de dónde estaba, había datos también de donde estaba Ponce. Cuando denuncié esto, me decían por qué no lo buscás vos sola. En la causa está todo dicho pero lo siguen encubriendo”.
Finalmente, contó que a pesar de seguir recibiendo amenazas, su lucha no va a claudicar: “no me voy a callar la boca como los jueces y los fiscales. Esperemos que esto cambié, que no haya ningún pibe mas muerto por la policía, basta de gatillo fácil”.
La continuidad de las desapariciones en democracia
María del Carmen Verdú, abogada de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), durante su disertación se refirió a los desaparecidos en democracia. La CORREPI comenzó a sistematizar los casos de desapariciones forzadas en democracia en el año 1996. Verdú se refirió a las estadísticas que aparecen en los informes de la Coordinadora: “solamente si tomamos los datos registrados y verificados por Correpi, desde diciembre de 1983 hasta hoy, hay por lo menos 210 desaparecidos” .
[pullquote]CORREPI: tenemos mas de 4.500 casos registrados de asesinatos cometidos por el aparato represivo estatal desde diciembre de 1983[/pullquote]
El primer desaparecido que registró la Correpi es de diciembre de 1983. Se trata del caso del rosarino José Luis Franco que desapareció la noche del 24 de diciembre, a dos semanas de que Raúl Alfonsín asumiera como presidente de la Nación. La abogada también arrojó otro dato: “tenemos mas de 4.500 casos registrados de asesinatos cometidos por el aparato represivo estatal desde diciembre de 1983. Todos los casos que están registrados en nuestro archivo no se han podido desmentir.”
La disertación de Hugo Cañón: