LA VIOLENCIA POLICIAL NO SE DETIENE EN CUARENTENA Desalojo ilegal en José León Suárez: la policía derribó una casa y dejó a la familia en la calle
Shirley es responsable del área de salud colectiva del movimiento Barrios De Pie/ Libres del Sur en San Martín, desde hace dos años vivía en una casa precaria que levantó en un terreno fiscal en el barrio Independencia. En la noche del miércoles, sin orden judicial, policías de la comisaría 4ta. realizaron un violento operativo de desalojo y arrasaron con su vivienda, con todas sus pertenencias e, incluso, con las bolsas de alimentos que, en el marco de la pandemia, el Estado está repartiendo en los barrios más pobres. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) denunció el hecho ante la Auditoría de Asuntos Internos.
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(Agencia) El miércoles alrededor de las 9 de la noche, más de una decena de patrulleros, motocicletas y dos camiones celulares de la Policía Bonaerense llegaron hasta la casa donde vive Shirley y su familia, en el barrio Independencia de José León Suárez. Unos 30 policías con escudos cercaron la vivienda: “Tenemos que desalojar, usted se tiene que ir de acá”, le dijo un efectivo. La mujer se resistió al operativo porque no le mostraron ni orden de desalojo ni orden de allanamiento.
En ese momento apareció el Jefe de la comisaría 4ta. de San Martín y le avisó: “Ya se tiene que ir”. Después dio la orden: los policías tiraron el cerco de entrada contra ella e ingresaron. Fueron sacando uno a uno los bienes de mayor valor de la familia, el televisor, la cama, la heladera, la cocina, y los cargaron en un camión del Municipio. Luego con una grúa derribaron las paredes de madera de la casa.
“Todavía no entiendo porque hicieron esto. Es una pesadilla, nunca pensé que me iba a pasar una cosa así. Todavía miró el cielo y lloro. Me destruyeron la vida. Y tengo 55 años, volver a empezar es muy duro para mí”, se lamenta Shirley. Dos días después del desalojo, cuenta que recorre el terreno y sigue encontrando pedazos de lo que rompieron: platos, armarios, sillas, ropa. “Las cosas que se llevaron, les pedí que las dejaran en la casa de mi hijo, fueron y las tiraron en la calle frente a su puerta, todas rotas, no sirve nada”.
En la mañana del jueves, pocas horas después del violento operativo policial, la hija de Shirley filmó con su celular los restos que quedaron de la vivienda, su hijo aparece entre los escombros intentando rescatar algunas pertenencias: “Sin papel de desalojo, sin nada. Vinieron y le tiraron la casa de mi mamá. Toda la mercadería rota. Estamos en una pandemia, pero no les importó un carajo, le rompieron todo y la dejaron en la calle”, dice con bronca fuera de cámara.
Con total ensañamiento, cuando terminaron de arrasar con todo lo que había, la familia denunció que les mojaron los colchones y frazadas, y les destrozaron los paquetes de comida. “En medio de una pandemia, las policías se dan el lujo de romper la mercadería que el gobierno está dando a la gente que menos tiene para que sobreviva el mes”, agrega la joven.
Shirley y su compañero levantaron la casa hace dos años, en un terreno fiscal que estaba abandonado. En el lugar se asentaron unas pocas viviendas, todas precarias: una de ellas se había incendiado por completo semanas atrás, la de Shirley fue destruida la noche del miércoles.
“Y eso no es nada, dijeron que hoy [por ayer] venían por tres casas más, entre ellas mi ranchito, donde estoy sola con dos criaturas. El comisario ya avisó”, cuenta la hija de Shirley en el video sobre las amenazas que siguieron tras al violento desalojo.
Shirley es promotora de salud y responsable del área de salud colectiva del movimiento Barrios De Pie/ Libres del Sur. Desde la organización en un pequeño mensaje, señalaron que ella “lleva adelante, junto a otras promotoras, la talla y peso de los niños y las niñas que concurren a diario a nuestros merenderos y comedores”.
Este viernes hombres y mujeres militantes de la organización comenzaron a reconstruir la casa de Shirley con los restos que quedaron en el terreno tras el desalojo. “Pudimos cerrar un cuartito de dos por tres metros, para tener un techo porque se viene la lluvia. Y yo estaba durmiendo en un sillón, cubierta por una chapa. Pero desde que pasó casi no pude dormir nada”, dice Shirley.
También esta tarde, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) denunció el hecho en la Auditoría general de asuntos internos del Ministerio de Seguridad bonaerense para que se investigue y sancione a los efectivos policiales que intervinieron.