LO TUVIERON DURANTE VARIAS HORAS ESPOSADO EN UN PATRULLERO Denuncian penalmente a policías de Quequén por golpear y amenazar a un joven aprehendido en un control vehicular
El 4 de diciembre pasado, durante un operativo policial en el puente Dardo Rocha, Agustín fue aprehendido por efectivos de la comisaría 2ª de Quequén por circular en moto sin carnet; lo bajaron a los golpes del vehículo y en el suelo lo esposaron mientras un oficial le colocaba su rodilla contra el cuello. Otro joven que estaba en el lugar filmó la secuencia y fue amenazado por uno de los policías. Luego de la aprehensión, Agustín estuvo unas cinco horas esposado en un patrullero en el patio de la comisaría y para dejarlo ir le hicieron firmar una declaración fraguada, donde decían que él había golpeado a un efectivo. La familia denunció el hecho y la UFI Nº 20 de Necochea investiga los hechos. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, realizó presentaciones a fiscalía y Asuntos Internos.
ANDAR en Quequén
(Agencia Andar) “Psicológicamente está devastado, pensó que iban matarlo”, dice Karina, la mamá de Agustín. “Esta cuestión sistemática de violencia se engendra en pequeños pueblos, porque es donde se puede someter a los jóvenes, sabemos lo que pasó con Facundo en otro pueblito, hace pocos meses”, agrega.
Agustín tiene 20 años, en el mediodía del 4 de diciembre iba en moto a hacer una changa de albañilería cuando fue demorado en un control vehicular en el puente Dardo Rocha que une las ciudades de Quequén y Necochea. Efectivos de la comisaría 2ª de Quequén le pidieron la documentación personal y de la moto; Agustín no tenía el carnet de conducir y acepta que le labren el acta por la contravención.
Luego de un tiempo en el que no le notifican de nada, sin razón alguna, un policía ordena que secuestren la moto. En ese momento, Agustín todavía arriba de la moto solicita una constancia de los motivos del secuestro y la respuesta es la violencia: el joven estaba rodeado por cuatro policías, uno de ellos le grita “Cómo querés hacerla, te bajás de la moto o te bajo yo” y lo empuja. A los golpes lo bajan de la moto, cuando lo tienen en el suelo lo esposan mientras un oficial coloca su rodilla sobre el cuello.
La secuencia quedó filmada por otro joven que había sido demorado en el mismo control vehicular; al notar que estaba grabando con su celular, uno de los cuatro policías que participaba del operativo lo amenazó y le tiró el celular al suelo. El video circuló rápidamente en las redes sociales. “Tuvimos la valentía de ese pibe que filmó lo que pasó, porque ya sabemos que la mayoría de estos casos se ocultan y después nadie hace nada”, destaca Karina.
Luego de la aprehensión, Agustín fue trasladado a la comisaría 2ª de Quequén; durante casi cinco horas estuvo esposado arriba del patrullero en el patio de la dependencia policial, durante todo ese tiempo no lo dejaron llamar a un abogado ni a un familiar, ni le explicaron los motivos de la detención. En todo ese tiempo, se dirigían a él con insultos, provocaciones y manifestaciones denigrantes.
A la familia le avisan recién tres horas después de su aprehensión; el padre llegó a verlo en el patrullero, pero cuando quiso preguntarle cómo estaba lo corrieron.
Finalmente, alrededor de las 5 de la tarde lo bajaron del patrullero y lo llevaron a un sector de la comisaría; en ese lugar, le quitaron las esposas y un efectivo con el arma desenfundada comenzó a realizar ademanes amenazantes. Al padre de Agustín no sólo no lo dejaron estar presente con su hijo sino que, cuando pidió explicaciones, lo amenazaron también.
Antes de darle la libertad, lo obligaron a firmar una declaración fraguada donde decía que había atacado a un policía; Agustín primero se negó a firmar, pero ante el hostigamiento lo hizo. “Vas a hacer lo que nosotros decimos, si no la vas a pasar peor”, lo amenazaron. “Le pegaban en la cabeza mientras le marcaban cada lugar donde tenía que firmar”, agrega Karina.
Todo esto forma parte de la declaración que Agustín realizó ante al UFI Nº 20 de Necochea, que investiga a, por lo menos, cuatro policías bonaerenses por apremios ilegales y vejámenes. “Sólo espero que estos policías no puedan seguir portando el arma en la calle para prepotear jóvenes”, dice Karina.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, estuvo en contacto con la familia y realizó presentaciones y pedido de informe ante la fiscalía que interviene, la fiscalía general departamental y la Auditoría General de Asuntos Internos.
Karina es una militante de base de hace tres décadas, en los últimos años integra redes feministas y transfeministas, acompaña casos de violencia de género. Luego de lo que pasó con su hijo, junto a otras y otros militantes, crearon la Comisión contra la violencia institucional Necochea-Quequén: “Desde ahí vamos a acompañar a otras familias, para visibilizar lo que el Estado quiere ocultar porque, quienes estamos en esta militancia sabemos que estas cosas pasan”.
Este lunes, Karina se reunió con la comisión de derechos humanos del Concejo Deliberante de Necochea. Fue junto a un representante de la Defensoría del Pueblo y la madre de un joven que pocas semanas atrás fue amenazado a punta de escopeta por un grupo de policías cuando estaba reunido con amigos en un balneario de Necochea.
“La comisión ni siquiera manifestó el repudio por estos hechos y tampoco que sentimos que se hayan comprometido con nuestro pedido. Necesitamos que las instituciones estén a la altura de la circunstancia, necesitamos de ese compromiso para que no sigan sucediendo estas actuaciones mafiosas de la policía”, cierra Karina.