De víctimas y victimarios en una sociedad violenta
ANDAR en Ingeniero White
Por Hernan Herbalejo
Cuando la realidad, es la consecuencia…
No ayudar a solucionar los conflictos y los temas que afectan a los sectores vulnerables hace que las realidades de los grandes conglomerados y la violencia extrema de la justicia por mano propia se traslade a nuestra ciudad. Desde ayer Ingeniero White, se transformó en un lugar violento, y seguro muchos podrán apreciar imágenes de medios televisivos, redes sociales y por donde se viraliza un video de intento de linchamiento.
Es evidente que la imagen es un gran reflejo de una situación que se puede analizar desde varias miradas y donde suelen expresarse frases como: “Se cansaron las víctimas”, “La culpa es de los padres”, “Este pibe es una mugre, y vive afanando”… Ni verdades, ni mentiras; sino medias verdades y medias mentiras.
Alguien advirtió, que estamos mirando los resultados o consecuencias de un estado ausente, que casi nunca se ocupa de los sectores vulnerables. Nadie se ocupa de asistir a los sectores desprotegidos y asolados por los tranzas, los buscadores de mano obra juvenil para delinquir a cambio de protección y quien sabe que otra cosa. ¿Quien se ocupa de evitar que los niños no sean presas de las adicciones? la respuesta es muy simple NADIE, y los funcionarios del gobierno Municipal y Provincial mucho menos, seguro están pensando en su futuro político en un año electoral.
Estamos presenciando las causas: nadie se ocupa de frenar la droga, cada día los pibes consumen más desde más chicos y es porque se la ofrecen para alejarlo de su realidad social y pintarle un mundo mágico “por unos minutos”. Pero la realidad vuelve a comenzar con el final de los efectos relajantes, estimulantes, evasivos o placenteros, y la adicción es el camino que se reitera una y otra vez.
El círculo vicioso de vulneración y desprotección, es la ausencia del Estado, la falta de compromiso de los funcionarios gubernamentales, la presencia de un sociedad cobarde que protege kioscos de droga, y no nos olvidemos del amparo de sectores del seguridad. Todos lucrando y dejando que todo pase, y a la menor situación, como esta vivencia en nuestras calles, aparecen los garantes de la impunidad, los funcionarios que no realizan su trabajo, con voces desgarradas y asombradas, por lo acontecido.
La verdad, es que cada día estamos peor. Podrán ir contra este pibe y contra otros más, pero si continuamos ocupándonos de las consecuencias y no enfrentamos las verdaderas causas de vulneración social. Entonces cada día serán más comunes estas imágenes o videos de linchamientos y nadie detendrá la violencia, e indefectiblemente estaremos frente al todos contra todos, una triste y posible realidad…
Quizás será hora de frenar este círculo vicioso