LA CPM PROYECTA EL DOCUMENTAL DE ALEJANDRO FERNÁNDEZ MOUJAN Damiana en su tierra
En el marco de la inauguración de la muestra “Nada que festejar. El espionaje de la DIPPBA a las organizaciones que en 1992 denunciaron cinco siglos de conquista”, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) proyectará el filme documental Damiana Kryygi. Tras la proyección, se realizará una mesa debate con la presencia del director Alejando Fernández Mouján. “Damiana es la historia del despojo a las comunidades originarias y el sometimiento de sus cuerpos a una ciencia que estuvo al servicio de esa empresa de expansión occidental”, resume el documentalista. La jornada es este viernes 19, a las 19 horas, en el Museo de Arte y Memoria de la CPM (calle 9 #984, La Plata).
ANDAR en La Plata
(Agencia Andar) Damiana no es Damiana, es sólo es el nombre que le impusieron sus captores. En 1896, en la densa selva paraguaya, una tropa de colonos occidentales masacra a una familia entera de la etnia Aché, sólo sobrevive una niña de tres años que bautizan como Damiana y crece en cautiverio. El criadazgo —práctica de criar a los niños indígenas para ponerlos al servicio de la familia— termina cuando el antropólogo alemán Robert Lehmann–Nitsche la encuentra y despierta su interés científico. Por una relación de amistad, el alemán confiará Damiana a Alejandro Korn.
Durante su adolescencia, como castigo por un despertar sexual sin ataduras, fue internada en el manicomio de Melchor Romero. La próxima escena es conocida, Damiana de pie y desnuda; Lehmann–Nitsche toma la fotografía para estudiar los rasgos físicos de la cautiva, la imagen se expone en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Al momento de la fotografía, Damiana tenía 14 años y tuberculosis. Murió dos meses después. Tras su muerte, el cuerpo queda en el museo platense y la cabeza es enviada a Alemania para seguir saciando la sed científica.
Más de un siglo después el cuerpo fue restituido a la comunidad Aché. Kryygi significa tatú del monte, es el nombre indígena que la comunidad le dio a esa joven como parte de la restitución de su identidad. “La enterraron en un parque, un terreno ancestral, que ellos reclaman territorialmente; así su restitución fue un hecho político, un reclamo al gobierno paraguayo”, agrega el documentalista Alejandro Fernández Mouján.
La historia de Damiana Kryygi puede contarse en seis secuencias: la masacre, el cautiverio, la ciencia, la muerte, la profanación y la restitución. “El único relato de su historia es el relato científico, el relato de una ciencia racista vinculada a la conquista. Como realizador, recuperar la figura de Damiana significa inscribir su historia como parte de ese proceso de apropiación de los territorios habitados por los indígenas para incorporarlos a la explotación capitalista”, explica Mouján.
El filme documental Damiana Kryygi cuenta toda esa historia, desde la masacre de 1896 hasta su restitución y los actuales reclamos de los pueblos originarios. Los dos meterrelatos detrás de la historia están ahí: por un lado, la colonización y el rol de los conquistadores; por el otro, el sometimiento de los cuerpos al quehacer científico. Un hecho y el otro, como dice Fernández Mouján, están íntimamente relacionados. Desacralizar la ciencia. “Los indígenas fueron, para los antropólogos, un espécimen para estudiar, las matanzas proporcionaban esos restos para la investigación. El ejercicio de la violencia en pos de la ciencia”, agrega.
El antropólogo e historiador norteamericano Eric Wolf lo sintetizó en pocas palabras: “Sin el imperialismo, no hubiera habido antropología”. La antropología científica del siglo XIX y principios del siglo XX legitimó la ideología racista, la creencia de que las diferencias físicas determinaban a presencia o ausencia de capacidades en las sociedades humanas. Ahí está la foto de Damiana desnuda, medida, como objeto de la ciencia.
Recién a mediados del siglo XX, la antropología asume una mirada crítica sobre su quehacer profesional, asume el fenómeno de la colonización como definición y abandona aquella perspectiva biologicista de la ciencia clásica. Los cuerpos que antes habían despertado el interés científico se guardan. Muchos años después, antropólogos del colectivo GUIAS encuentran el cuerpo de Damiana en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata y lo identifican; en ese momento, comienzan los contactos con la comunidad Aché para avanzar en su restitución y también para recuperar el cráneo que seguía en Alemania.
Recién en 2012 la niña Aché vuelve a su tierra. “Para la comunidad fue muy importante porque es la primera vez que un integrante de su pueblo vuelve muerto. El regreso de su cuerpo representó el regreso de todos los que murieron lejos de su tierra”, cierra Fernández Mouján.
La presentación del documental Damiana Kryygi se realizará en el marco de la inauguración de la muestra de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) “Nada que festejar. El espionaje de la DIPPBA a las organizaciones que en 1992 denunciaron cinco siglos de conquista”. Aún en 1992, la inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires mantenía la hilarante idea de que había células “subversivas” armadas dispuestas a tomar la calle con acciones violentas.
En estos legajos no sólo está la investigación a las organizaciones detrás de la protesta sino que también elabora un manifiesto político, histórico y filosófico para defender la labor evangelizadora y la hispanidad, y “rebatir los argumentos y las posturas anti-católicas de la pseudo intelectualidad marxista”.
La muestra DIPPBA y la proyección del documental Damiana Kryygi representan un espacio de reconocimiento a las luchas y resistencias de los pueblos originarios. El reconocimiento de estas comunidades como pueblos preexistentes; la recuperación de sus territorios ancestrales para poder desarrollarse es parte de la deuda por los crímenes que sufrieron.