CONVERSATORIO CON HUENELAF Y MARIA ISABEL HUALA Resistencias a la criminalización del pueblo mapuche
De ambos lados de la cordillera el pueblo mapuche es perseguido y torturado. Como desde hace 500 años resisten y luchan por la defensa de los ríos, montañas y bosques, por la defensa de sus comunidades y sus derechos. En un contexto de avance del extractivismo de las empresas trasnacionales, de los discursos racistas que criminalizan a los pueblos originarios y a las personas migrantes, surge esta convocatoria para dar a conocer y acompañar sus luchas. El encuentro se realizará el martes 26 de marzo a las 18 hs. en el auditorio por los 30.000 desaparecidos de la CPM, calle 54 #487 e/ 4 y 5 La Plata.
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(Agencia) Mapuche significa en mapuzungun gente de la tierra. Los y las mapuches, como todos los pueblos indígenas del continente, son a partir del vínculo con el territorio. De allí proviene su historia, su cultura, su filosofía, su vida y de ese territorio dependen sus hijos, nietos y su futuro como pueblo.
Ivana Huenelaf es una mujer mapuche, activista y defensora del territorio. En 2017 fue víctima de la persecución y la tortura policial al intentar solidarizarse con la Pu Lof en Resistencia Mapuche Cushamen. Debió enfrentar una causa armada junto a cuatro hermanos mapuche caratulada como “atentado a la autoridad agravado por el uso de arma” en la provincia de Chubut. Finalmente en el año 2018, luego de la visibilización del caso y el acompañamiento de las organizaciones, se logró la absolución de los cinco acusados.
María Isabel Huala es una mujer mapuche defensora de los derechos de los pueblos y sus territorios. Junto con su familia ha sufrido la violencia estatal y paraestatal de Benetton, del Estado. Su hijo Facundo Jones Huala se encuentra detenido en Chile, su hijo Fausto Jones Huala fue víctima de la cacería que terminó con la vida de Rafael Nahuel quien se presentó voluntariamente a la justicia este año y resultó absuelto.
En la actualidad, nuevas formas de extractivismo se profundizan violenta o sutilmente y existe una escalada de ataques a quienes resisten contando otra historia. Se trata de cosmovisiones donde la naturaleza no se compra ni vende, las personas no están en el territorio para destruirlo y la explotación de las personas no es la base de la riqueza de unos pocos.
Con el aval del Estado, terratenientes como Benetton, ejecutan el saqueo de las tierras del sur descargando toda su maquinaria legal contra los y las mapuches, utilizando fuerzas parapoliciales para agredir a las comunidades, criminalizando y persiguiendo judicialmente con causas armadas, acusando de terroristas a los legítimos habitantes de esos territorios, matando.
Argentina cuenta con una frondosa legislación que favorece a los pueblos indígenas: desde la Constitución Nacional (Artículo 75, inciso 17), constituciones provinciales, Ley 26160 (freno a los desalojos), Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas. La legislación vigente establece que los pueblos indígenas deben contar con “tierras aptas y suficientes” y que se debe realizar la “consulta libre, previa e informada” ante cualquier hecho que los pudiera afectar.
Además, ninguna empresa extractiva puede ingresar a territorio indígena sin antes realizar todo un proceso de consulta (que puede llevar hasta años) con la comunidad. De la mano de jueces y fiscales, esas leyes no se cumplen. ¿Por qué? Porque es una política de Estado que atraviesa a todos los gobiernos: violar los derechos indígenas y beneficiar a petroleras, grandes estancieros, empresas del agronegocio y mineras. Una pregunta recurrente en este conflicto es por dónde pasa la solución. Y la respuesta indígena suele ser simple: que se respete la ley.
“El Pueblo Mapuche impulsa la reconstrucción de nuestro mundo, y la expulsión de extractivas del territorio. Como mapuches no podemos ser en tierras desbastadas, no podemos ser mapuche con pozos petroleros o con mineras. Necesitamos nuestra tierra sana, en equilibrio y armonía. Restablecer ese equilibrio es hoy revolucionario, es alterar el orden actual del capitalismo extractivo. Por eso los mapuches somos un problema para el poder” expresó desde la cárcel de Esquel Facundo Jones Huala antes de ser extraditado a Chile.
En esta oportunidad ambas mujeres traen la voz de un territorio que lucha y resiste contra los proyectos de saqueo y políticas genocidas.