Comenzó el juicio oral por trata de personas en Tierra del Fuego
En el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tierra del Fuego comenzó esta semana el histórico juicio por trata de personas con fines de explotación sexual en el prostíbulo llamado Sheik, ubicado en la ciudad de Ushuaia. Sobreviviente del delito de trata en Tierra del Fuego, Alika Kinan fue rescatada en 2012 y ahora querella a sus prostituyentes, los acusados Pedro Montoya, Ivana García y Lucy Alberca Campos, y también al Estado.
ANDAR en Ushuaia
(Agencia) Este lunes 7 de noviembre comenzó el juicio contra la trata de personas y donde siete víctimas fueron rescatadas de una red que las explotaba sexualmente en el local nocturno Sheik de la ciudad de Ushuaia. Este caso tiene como protagonista a una sobreviviente de las redes de prostitución, Alika Kinan. Ella hoy tiene 40 años, se rearmó como mujer y, al frente de su organización no gubernamental Sapa Kippa, milita por los derechos de las mujeres vulneradas y por el abolicionismo, considerando que la prostitución no es ningún trabajo sino violencia.
La demanda que inició Alika Kinan es contra los proxenetas y también contra el gobierno de la provincia porque es un partícipe, por acción u omisión, de la connivencia del Estado y los delitos como la trata de personas. También se ha elevado una demanda contra el municipio de la ciudad de Ushuaia porque era quien dependía el control del funcionamiento del local.
Quienes enfrentan al Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tierra del Fuego, integrado por los jueces Ana María D’Alessio, Luis Alberto Giménez y Enrique Guanziroli, son los imputados Pedro Montoya e Ivana García, considerados autores del delito de trata de personas y dueños del prostíbulo El Sheik, y Lucy Alberca Campos, encargada del lugar. El fiscal de juicio es el Dr. Adrián García Lois y estaría acompañado por Marcelo Colombo, titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX).
Durante la primera jornada, se leyó el requerimiento de elevación a juicio y se le dio la palabra a los imputados quienes optaron por no declarar. Sin embargo, no descartaron hacerlo en futuras audiencias. Luego, declararon dos psicólogas de la Oficina de Rescate del Ministerio de Justicia de la Nación quienes sugirieron que la víctima y querellante Alika Kinan declarara sin público ni imputados presentes en la sala. Los magistrados tuvieron en cuenta el pedido y la mujer declaró durante 4 horas, en una sesión privada y al resguardo de las intimidaciones y carteles de los allegados a los acusados que conviven en esa ciudad.
Al terminar la primera audiencia, Alika conversó con la prensa y comentó: “Estos momentos son muy intensos, en los cuales se juegan muchas cosas. Se juega la seguridad, la coherencia y todo lo que es lucha desde el movimiento de mujeres desde el abolicionismo de la prostitución. Este juicio es un antes y un después. Estoy convencida de que esto tiene que generar un precedente y nueva jurisprudencia para lo que es el delito de trata de personas y se visibilice lo que le pasa a muchas otras compañeras. Todos los que han intervenido desde el inicio del proceso, en la propia investigación, tenemos claro cuál es mi rol en todo esto: soy una víctima de trata con fines de explotación sexual y no soy la única. Hay otras compañeras que están invisibilizadas gracias a la cara simpática que se expone la posición que sostiene el reglamentarismo de que la prostitución es un trabajo. Yo asumí el compromiso de acompañar a cada mujer que hoy está de pie, luchando por mi y por todas. Necesitamos que realmente exista un cambio que desaliente el delito de trata y que el Estado tome conciencia. La prostitución no es un trabajo. La prostitución es violencia, es muerte. Espero que cuando todo esto termine se tomen las medidas adecuadas y que desde el Estado se creen las políticas públicas que protejan a las personas travestis, transexuales, a las mujeres y a todas las que hayan sufrido explotación sexual”.
El caso
La causa se inició a raíz de la declaración formulada por una víctima en la provincia de Tucumán, el 19 de noviembre de 2011, en la que dijo que había estado en un prostíbulo en Tierra del Fuego, donde había sido explotada. Además, detalló que fue trasladada y que en 2011 vivió en el local “Sheik” donde fue explotada sexualmente junto a otras mujeres de entre 21 y 28 años, algunas de ellas argentinas y otras oriundas de República Dominicana y Colombia. El titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Marcelo Colombo, formalizó la denuncia en el marco de la misma causa, el 12 de abril de 2012, ante el Juzgado Federal de Ushuaia.
Como consecuencia, se delegaron las investigaciones a la Fiscalía Federal de primera instancia de Ushuaia, a cargo de Juan Arturo Soria, y se iniciaron las investigaciones. En octubre de 2012, el representante del Ministerio Público Fiscal solicitó el allanamiento en el prostíbulo Sheik así como en la vivienda de sus presuntos dueños. Como resultado, ocho víctimas fueron rescatadas del boliche y los tres acusados fueron detenidos. Además, a partir del material recolectado y de la declaración de las mujeres, se pudo establecer que vivían en condiciones de hacinamiento, que el lugar no contaba con normas de seguridad ni higiene y se pudo observar la presencia de roedores así como una cantidad considerable de basura acumulada. Asimismo se pudieron secuestrar los libros de pases, planillas con anotaciones, la constancia de pasajes aéreos y un cilindro metálico que tenía diversas pulseras que sería otra manera de tener un control de los denominados pases de forma de que no queden registros escritos.
Son cientos de organizaciones y colectivas de mujeres que acompañan a Alika en el juicio, en Ushuaia y todo el país. Viviana Caminos, presidenta de la Red alto al tráfico y a la trata (RATT), comentó luego de la primer audiencia: “En el inicio del juicio quedaron muy bien enumerados todos los indicadores de vulnerabilidad, tanto de Alika como de las otras víctimas que estaban en ese lugar, se expresaron muy bien los indicadores de la trata. También se detallaron las presiones y barreras psicológicas y físicas a las que eran sometidas las mujeres para no salir del lugar, mucho control horario. Todos indicadores de cómo las chicas eran oprimidas y luego explotadas dentro del lugar, donde también vivían. También las prostituían en la calle y todo con el visto bueno del municipio. El mismo abogado defensor de una de las imputadas describió muy bien que el municipio sabía todo lo que ahí sucedía.
Sin dudas este juicio es histórico y muy importante pero hay que decir que sólo se habla de trata y no de explotación sexual que, desde el año 2012, es un delito penal no excarcelable y que se produce aun con el consentimiento de las víctimas. En este caso, Alika es rescatada por el programa de rescate de Nación antes de la modificación de la ley de trata. En este marco, la querella intentará dar cuenta de estado de vulnerabilidad en el que se encontraba Alika y que su consentimiento, en relación al ejercicio de la prostitución, estaba absolutamente viciado. Obviamente, la defensa intenta transformar a Alika en un demonio, hacerla culpable de su situación, incluso incorporando argumentos que nada tienen que ver con lo que se está juzgando porque apuntan a generar una empatía de prejuicios y colocar a la víctima como victimaria”, expresó Caminos.
Días antes de comenzar el juicio Alika Kinan y sus hijas recibieron una sucesión de amenazas por distintas vías que la obligó a encerrarse junto a su familia en su casa y solicitar custodia de Gendarmería. Incluso su ex marido Miguel Pascual de nacionalidad española, quien reside en Edimburgo desde hace años, reapareció en los medios fueguinos desmintiendo que Alika sea víctima de trata y amenazándola con sacarle a sus hijas con el claro objetivo de amedrentarla y que no declare.
Alika
Alika fue captada por la prostitución por primera vez cuando tenía 16 años, en Córdoba. Sus padres la habían abandonado y dejado a su cuidado a su hermana de 10 años. En el ’96 llegó a Tierra del Fuego con una compañera que había conseguido que los proxenetas le enviaran un pasaje y a cambio obtuvo privilegios. Entre los clientes prostituyentes, Alika conoció a su ex esposo; él tenía su misma edad -23 años- y juntos viajaron a Europa con la primera de sus hijas. Este hombre comenzó a pegarle, a explotarla y la amenazaba con no mantener a sus hijas si ella lo abandonaba. En esta situación, nuevamente ejerce la prostitución para lograr retornar a la Argentina, a Tierra del Fuego. El 9 de octubre de 2012 Alika fue liberada en un allanamiento al cabaret El Sheik. Declaró y es testigo en distintas causas en las que hay involucrados proxenetas y tratantes.
“Llegar hasta acá para nosotras es algo muy importante. Realmente no llego a dimensionar todo el acompañamiento, son muchas, muchísimas las mujeres que me acompañan y realmente estoy muy agradecida. Sé que no habría podido llegar sin la fuerza de todas mis compañeras. Esto es una muestra de la sororidad que tenemos las mujeres para acompañarnos y llegar a estas instancias que son tan difíciles y dolorosas”, concluyó Alika.
Las audiencias testimoniales continúan durante la semana.