GATILLO FÁCIL EN MAR DEL PLATA Caso Brandon Romero: piden una investigación imparcial
Durante la madrugada del 5 de julio, Arcángel Bogado disparó al menos siete veces contra Brandon Romero. El joven de 18 años murió por el tiro que impactó en su cabeza y cuando quedó tendido sobre la ruta fue atropellado. La causa está caratulada como homicidio agravado, pero el policía sigue libre a pesar de que en su declaración asumió la responsabilidad de la muerte. El agente dijo que se defendió de un robo; la familia Romero cuestiona su testimonio pero teme que el fiscal no lo haga. La Comisión Provincial por la Memoria presentó varios pedidos de informe y alertó sobre los riesgos de una investigación que no contemple los protocolos para estos casos.
ANDAR en Mar del Plata
(Agencia Andar) Arcángel Bogado vació su cargador. Brandon recibió siete impactos de bala: “el policía sabía lo que hacía, practicaba tiro, le tiró a los tobillos, los brazos, sabía donde”, asegura Romina Romero, la mamá de Brandon. En el testimonio de Bogado -según publicó la prensa marplatense-, él mismo le dijo al fiscal que su cargador no estaba lleno, que le quedaban entre once y trece proyectiles después de sus prácticas de tiro.
Brandon se levantaba todos los días 4.30 de la mañana para ir a su trabajo como panadero. Esa madrugada tenía franco y estaba desvelado. “Vení a la joda que estamos todos”, lo mensajearon sus amigos; él estaba acostado y les dijo que iba si lo buscaban. “Mi marido lo ve y le dice ‘quédate, no salgas’, él le respondió ‘ya vengo voy un ratito no más’”, cuenta Romina. La mamá creyó que se había quedado en lo de algún amigo, pero esa tarde recibieron la alarma de una vecina: un patrullero los buscaba en su casa. Les dejaron un papel con el contacto de la comisaría 6ª. “Vení porque tu hijo tuvo un accidente”, les dijeron por teléfono sin responder a más detalles.
“Ricardo corrió desde casa a la comisaría que queda a 30 cuadras, desesperadamente. Eran las 3 de la tarde. Ahí le dijeron que tuvo un enfrentamiento con la policía, que estaba solo en la ruta queriendo robar. No lo podíamos creer. Cuando llego, yo les digo si me van a llevar a reconocerlo. Me dicen que no, que tengo que esperar el llamado de fiscalía en mi casa. Eso fue el domingo, nunca me llamaron”, relata Romina. El martes se fue hasta la morgue policial, desde donde la derivaron a la judicial por tratarse de un caso donde estaba involucrado un policía. En la morgue le informaron que no se podía hacer un reconocimiento hasta que no estuviera el hisopado para que se pudiera trabajar con el cuerpo y otra vez la mandaron a su casa a esperar un llamado. “El miércoles todavía no me decían nada”; hasta el momento en que le entregaron cuerpo para velarlo no pudo ver a su hijo.
Recién el lunes siguiente la recibió el fiscal por primera y única vez. “Mi hijo no era un delincuente como se publicaba, yo quería hablar con él. Y en todo momento me dice que esperaba la declaración del policía, que no sabía si se había muerto por los tiros o por los choques. Pero cuando me mandan el papel de defunción dice que murió a las 8.40 por un proyectil en el cráneo”, cuenta la mujer.
Al conocerse el caso a través de la prensa, la Comisión Provincial por la Memoria solicitó informes sobre lo actuado a la Unidad Fiscal 5 y realizó las presentaciones pertinentes ante la Auditoría de Asuntos internos y la Fiscalía General. La desproporcionalidad en el uso de la fuerza letal, las zonas de impacto de los proyectiles y la decisión de la fiscalía de no privar de la libertad al imputado alertaron al organismo en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura. En contacto con la familia, la CPM también informó al departamento de derechos humanos de la Procuración General y ofreció su colaboración.
“Se me vino encima y disparé” titularon los medios locales sobre la versión de Arcángel Bogado. El subteniente dice haberse defendido de un intento de robo y el fiscal Alejandro Pellegrinelli parece enmarcar sus actuaciones en ese relato. A Romina también le preocupan otras inconsistencias y contradicciones en la investigación. “Él sigue libre. Así tenga que ir arrodillada a tribunales no voy a dejarlo así no más. Así como asesinó a mi hijo puede asesinar a cualquiera”, dice preocupada. Ahora busca presentarse en la causa para que alguien “siga los pasos del fiscal”, aunque la víctima en este caso sea su hijo.
* Imagen: quedigital.com.ar