LA EXPRESIÓN DEL GREMIO DOCENTE Carta abierta a la comunidad escolar: NO a la baja de la edad de imputabilidad
Por SUTEBA MATANZA*
Nos dirigimos a las familias, a nuestros compañeros y compañeras y a nuestros alumnos, preocupados ante la propuesta de funcionarios y candidatos políticos de bajar la edad de imputabilidad de los menores bajo el pretexto de combatir el delito.
Resulta hasta paradójico que de boca de un candidato del gobierno –Insaurralde- que más ha proclamado la necesidad de la inclusión con justicia social, la mayor participación de los adolescentes y jóvenes, impulsando el voto juvenil a los 16 años, salga la propuesta de bajar la edad de imputabilidad. Nosotros consideramos que lo más preciado que tiene una sociedad son sus niños y sus jóvenes pues ellos representan el futuro. Cuando esa sociedad no sólo no cuida a sus niños y jóvenes sino que pretende sin más hacerlos responsables de algunos de los grandes males que la aquejan, estamos en un problema grave.
[pullquote] creemos que para resolver este problema social hay que atacar las causas de fondo, lo cual no se logra con más fuerzas de seguridad en las calles[/pullquote]
Quienes trabajamos todo el día para poder llegar a fin de mes y hemos sufrido alguna vez el robo de lo poco que con mucho esfuerzo conseguimos, sabemos la zozobra que estos hechos producen. Sin embargo creemos que para resolver este problema social hay que atacar las causas de fondo, lo cual no se logra con más fuerzas de seguridad en las calles.
La foto de la semana ha sido la de Scioli nombrando a Ricardo Casal ministro de Justicia y al ex intendente de Ezeiza, Alejandro Granados como ministro de Seguridad. A este último en razón del dudoso mérito de haber sido el precursor de las policías comunales las cuales se vienen nutriendo de personal policial retirado de oscuros antecedentes. No puede tampoco subestimarse el aliento del ex intendente al accionar en su localidad de un escuadrón de la muerte integrado por policías y comerciantes contra menores de edad.
[pullquote]Según estadísticas de la Procuración General sólo un 4% de los delitos cometidos en el conurbano involucran a menores de edad. Ese porcentaje contrasta con los 2300 casos de gatillo fácil en los últimos 10 años. [/pullquote]
Según estadísticas proporcionadas por la Procuración General sólo un 4 por ciento de los delitos cometidos en el conurbano involucran a menores de edad. Ese porcentaje contrasta con los 2300 casos de gatillo fácil en los últimos diez años. Emblemático de esa desgarradora realidad es el caso de Luciano Arruga desaparecido por la policía porque se rehusó a ser reclutado para delinquir.
En nuestro país, hay más de 450.000 niños y adolescentes menores de 16 años que trabajan en condiciones semi esclavas. Se calcula que alrededor de 15 jóvenes cada 100 no trabaja ni estudia, son entre 650 y 850 mil en todo el país, sin ninguna perspectiva ni proyecto de vida. Y cuando consiguen un trabajo, es totalmente precario. No es difícil concluir que en ese cuadro social se nutre el reclutamiento juvenil para el delito. Y tampoco que detrás de un pibe que delinque hay muchos adultos que hacen su negocio.
Son miles los agravios cotidianos que sufren nuestros alumnos viviendo hacinados en barrios y villas, sin acceso a un sistema de salud adecuado, sufriendo la discriminación social por ser jóvenes y pobres, sin un verdadero acceso a la educación de calidad.
[pullquote]Son miles los agravios cotidianos que sufren nuestros alumnos viviendo hacinados en barrios y villas, sufriendo la discriminación social por ser jóvenes y pobres[/pullquote]
El desembarco de miles de efectivos de la gendarmería en el territorio bonaerense, el despliegue de fuerzas policiales en las rutas y barrios de la provincia, a pesar de su espectacularidad e indudable impacto psicológico en la población ni rozan el fondo del problema. ¿Quién dirige el aparato que controla el crimen organizado? Si hablamos de narcotráfico, de secuestros, de trata de personas, de desarmaderos, de asaltos comando a los bancos, ¿quién dirige esos delitos? Todos los vecinos de un barrio saben dónde funcionan las cocinas del paco, quienes son los que regentean ese negocio que se nutre de la muerte de nuestros pibes.
Cada año hay en nuestro distrito cientos de chiquitos inscriptos en listas de espera para ingresar en un jardín de infantes que el estado deja de construir o lo hace a cuentagotas. Pero cada chico incluido en el sistema educativo es un chico que le ganamos a la marginalidad y el delito.
Luchemos juntos por la construcción de jardines de infantes y maternales, de centros de salud, de campos deportivos y espacios culturales para nuestros pibes. Que de cada comunidad escolar salgan propuestas alternativas a las falsas soluciones represivas. Digamos no a la criminalización de nuestros pibes, no a la baja de la edad de imputabilidad, sí a la protección integral de sus derechos. Más fondos a salud, educación, vivienda, trabajo para brindar un futuro digno a nuestros hijos.-
*Consejo Ejecutivo Seccional -Nueva conducción Multicolor-