ENTREVISTA RAMON TARRUELLA Callejones en la historia de una Argentina en el mundo
En el Museo de Arte de la CPM se presentó el libro “1914. Argentina y la primera guerra mundial” con la presencia de su autor, Ramón Tarruella, junto al historiador Alberto Bozza y al profesor Aníbal Zorraíndo. ANDAR agencia entrevistó a Tarruella poco antes de la presentación.
ANDAR entre libros
(Agencia) Tensiones políticas, capital extranjero y comunidades inmigrantes haciendo patria en las calles, de eso se trata “1914. Argentina y la primera guerra mundial”, el nuevo libro de Ramón Tarruella. Es el quinto que escribe, pero pareciera como si fueran sus primeras líneas porque demuestra un profundo deseo de seguir escribiendo. Profesor de historia, coordinador de talleres literarios y escritor -con mayúsculas-, Tarruella hurga en la historia argentina para traernos reflexiones del 1900 que explican continuidades en este nuevo siglo.
¿Cómo surge tu interés hacia 1914?
1914 es un año de grandes cambios para lo que fue el desarrollo económico, político y geográfico para el mundo, sobre todo partiendo desde Europa con el estallido de una guerra, que si bien sorprendió en un momento es algo que se venía anunciando y que había indicios bastantes claros de que podía llegar a estallar.
En Argentina se estaba viviendo un momento de transición justamente con un régimen conservador que estaba dando los últimos pasos con la ley de sufragio universal que permitió al radicalismo llegar al poder. El que promulgó esa ley fue Roque Sáenz Peña, que fue un presidente conservador, eso marca también el momento que vivía ese sector en el sentido de que había sancionado una ley que le estaba dando una especie de despedida.
Es un período que siempre me gustó; yo venía trabajando lo cultural, los años previos al centenario de 1810. No había un libro que abarcara diferentes aspectos o algo más general y ahí fue cuando armé el proyecto y tuve la suerte de que la editorial Aguilar también lo aceptara.
En el libro también trabaja las tensiones sobre esta idea de neutralidad de Argentina y narra un debate interno del Partido Socialista…
La guerra obligó a los partidos políticos a un tema que no estaba previsto: el tema de la guerra. Inclusive en la agenda política se vieron desconcertados los partidos políticos; tanto el radicalismo, el partido socialista, el partido conservador que estaba en el poder; el anarquismo mismo se vio en un debate interno muy fuerte.
[pullquote]La guerra obligó a los partidos políticos a un tema que no estaba previsto: el tema de la guerra[/pullquote]
El Partido Socialista estaba comandado por Juan B. Justo que era el fundador y presidente, y era una especie de mandamás que no permitía en casa voces disidentes. Y empieza a haber -sobre todo en 1916, 1917- sectores del socialismo que tienen una mirada distinta a la línea que bajaba Juan B Justo que era la neutralidad. En ese sector estaba Alfredo Palacios. Él renuncia al PS por un hecho menor -participa de un duelo de espada como en los viejos tiempos se estilaba y eso el Partido lo prohibía-. Alfredo Palacios renuncia porque lo sancionan los dirigentes, y él aprovecha eso para armar una especie de propaganda personal y ahí es cuando adopta una postura pro-aliados Francia, Inglaterra, Italia, Rusia y en 1917 se va a sumar EEUU. Se convierte en una especie de emblema pro aliada, con una clara oposición a Juan B. Justo, y decide volver al PS cuando este muere. Imagínate el nivel de enfrentamiento que tenía con esta especie de patronazgo que manejaba Justo.
También contás que para vos fue sorprendente las manifestaciones que habían surgido en Argentina cuando Italia decide el ingreso a la guerra…
Sí, fue impresionante. Todo el país se vio movilizado, sobre todo donde había comunidades italianas, inclusive en pueblos chicos, en donde había manifestaciones despidiendo a los voluntarios que iban hacia Italia, o festejando el ingreso de Italia a la guerra. Eso fue en 1915 -creo que abril- y fue un evento a nivel nacional. Fue una cosa que realmente impactó mucho y que duró semanas y semanas con actos en los teatros, por ejemplo en el Teatro Verdi de Buenos Aires, colmadísimo. Esto marcaba claramente el lazo fuerte y fresco que había con Italia. Fue uno de los momentos más fervorosos: la relación entre las comunidades inmigrantes con Europa.
En tu libro también hay referencias a la ciudad de La Plata. ¿Qué viste acá?
Concretamente el puerto -que hoy no sería La Plata- apenas estalló la guerra fue escenario de mucho movimiento y muchas movilizaciones despidiendo a los primeros voluntarios que fueron a la guerra para sumarse a las tropas de sus países. Sobre todo había contingentes belgas, rusos y franceses, en menos medida los ingleses, incluso con manifestaciones que se venían dando desde Constitución. Tomaban el tren hasta La Plata e iban al puerto y desde donde salían barcos muy colmados.
[pullquote]La Plata fue un escenario de conflicto, de manifestación. La calle fue un escenario muy fuerte[/pullquote]
La Plata fue un escenario de conflicto, de manifestación. La calle fue un escenario muy fuerte; la calle tomó un protagonismo que nunca antes se había visto, al menos con una causa internacional. Es la primera vez que una comunidad de inmigrantes se manifiesta así sobre un hecho internacional en las calles de las grandes ciudades. La Plata fue una de ellas, junto a Rosario y Córdoba. Incluso fue escenario de conflictos: se realizaron manifestaciones en contra de lo que eran los edificios y las representaciones alemanas.
¿Para hacer tu investigación usás principalmente diarios?
Sí. Yo me propuse trabajar en una primera etapa con los diarios. Prácticamente sin leer nada sobre el tema, empecé a ver qué decían los diarios, cómo reproducían las noticias que venían desde Europa, qué decían los diarios acá. Esa fue la primera etapa del trabajo, después ya fui derivándome, fui leyendo libros que hablaban de temas puntuales. Leí casi todo el año 1914, de par a par, del 1 de enero hasta el 31 de diciembre. Después volví a los diarios a buscar datos más específicos: qué decían cuando Italia entró a la guerra, o sobre ataques a los buques argentinos. Quería ver más que nada qué pasó en 1914, por eso el título del libro.
¿Qué fue lo que más te sorprendió de ese material?
Me sorprendieron varias cosas, porque no hay mucho narrado sobre la relación entre Argentina y la primera guerra mundial, todo lo opaca la segunda. Algo interesante que noté es que en el momento en que estalla la guerra muere Roque Sáenz Peña y en octubre muere Roca. Es decir, muere el creador del modelo agroexportador -que es Roca-, y también fallece el que renueva este modelo y que de alguna manera le da una despedida. Son cuestiones azarosas muy fuertes que sinceramente me parecieron muy interesantes, un poco para marcar esta etapa de transición que viene después entre el modelo conservador y el modelo político que le sucede que es el radicalismo.
[pullquote]ese año hubo cuestiones azarosas muy fuertes que me parecieron muy interesantes[/pullquote]
Otro detalle anecdótico es que en 1914 se abre la primera embajada norteamericana en Argentina. Meses antes del estallido de la primera guerra mundial había una fuerte presencia de EEUU, que tenía un interés explícito y muy marcado con Argentina como país en la región. Son las sorpresas que tiene toda investigación.
En cuanto al tratamiento mediático me llamó la atención que el diario La Nación era un diario más plural de lo que puede ser hoy, en el sentido de que incorporaba voces, ¡tenían un corresponsal pro-alemán! Hoy La Nación ha perdido esa virtud.
¿Por qué te parece importante rever este momento de la historia argentina?
Por un lado para entender por qué seguimos hoy teniendo un modelo agroexportador. Más allá de las intenciones industrialistas, en esta etapa se notan los límites que había para cambiar el modelo económico. También, se muestra claramente la relación fuertísima que había con el capital extranjero, sobre todo con el capital inglés.
Además, confirmé toda esta admiración que hay con la cultura occidental, esa especie de cipayismo que hay con respecto a lo que es, lo refinado de la cultura francesa, lo moderno de la cultura inglesa, lo ordenado de la cultura alemana. En ese momento se veía una especie de admiración intacta casi sin cuestionamientos a esa cultura, lo cual sigue estando.
Un dato que yo quería decir, es que cuando buena parte de los medios se pone a favor de los aliados, la excusa es que Francia, Inglaterra, entran a la guerra por provocación de las ambiciones imperialistas de Alemania. La cuestión es que cuando uno repasa la historia ve que en ese momento Inglaterra era el gran país colonizador, el que más colonias tenía. Sin embargo para la prensa Francia e Inglaterra se vieron obligados por Alemania. Es un discurso un poco absurdo, pero que estuvo repetido incluso en la izquierda, un sector del anarquismo estuvo en apoyo de los aliados. Esto me parece interesante para comprender un poco en nuestro presente, este cipayismo que a veces hay tan marcado.