EL CONSEJO LOCAL SOLICITÓ QUE SE DECLARE LA EMERGENCIA EN NIÑEZ Bahía Blanca: cuando los dispositivos de niñez no alcanzan
El consejo local de niñez de Bahía Blanca viene desplegando desde hace años un trabajo en red para acercar a los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad a los dispositivos de promoción y protección de derechos. A partir del relevamiento territorial de los últimos años, advirtieron que estos dispositivos ya no alcanzan para cubrir la demanda; peor aun: el recorte presupuestario y de programas sociales ha profundizado ese problema. Hace dos semanas, el consejo local presentó un proyecto de ordenanza para que se declare la emergencia en niñez, que todavía no obtuvo las firmas para ser tratado en el Concejo Deliberante.
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(Agencia) El consejo local de niñez de Bahía Blanca presentó un proyecto de ordenanza para declarar la emergencia en el sistema de promoción y protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes (NNyA). La decisión se tomó en asamblea con la participación de las más de 30 organizaciones que integran el consejo y se funda en la preocupación por lo que vienen advirtiendo desde por lo menos 2015: las políticas y recursos destinados a la niñez no alcanzan para cubrir la demanda de los NNyA bahienses.
“Falta infraestructura en hogares convivenciales, los profesionales no tienen estabilidad laboral ni escala salarial, tenemos un solo móvil destinado al área, faltan políticas sociales integrales y coordinación entra las distintas áreas de gobierno”, cuenta Vanesa Troncoso, integrante del consejo. Y agrega: “Pedimos que la niñez sea prioritaria en la agenda política del municipio”. El proyecto de ordenanza fue presentado hace dos semanas y todavía no alcanzó la cantidad de firmas necesarias para tratarse en las sesiones del Concejo Deliberante.
El consejo local fue creado por ordenanza municipal en 2008; su funcionamiento se divide en cuatro comisiones que trabajan de manera articulada: salud, educación, promoción y protección de derechos, formación y capacitación. Funciona, a su vez, desde una red de dispositivos territoriales que le permiten estar cerca de los NNyA en situación de vulnerabilidad. En total son 11 equipos de servicios locales desplegados en distintos puntos del partido, cada uno de los cuales atienden en promedio unos 900 casos al año.
“Actualmente, cada uno de esos equipos está integrado por tres profesionales: trabajador social, abogado y psicólogos. En ese sentido, no podemos decir que no se esté cumpliendo con la cantidad de profesionales con los que deben funcionar estos equipos, el problema es la situación de precarización laboral y la rotación constante de estos profesionales, ya sea porque se van o porque, por la excesiva demanda y para atender casos urgentes, se trasladan. Cada cambio significa empezar desde cero la atención a NNyA y es problemático porque sabemos la importancia de poder mantener el vínculo y la confianza entre los operadores de niñez y cada uno de los chicos y chicas que atiende”, aclara Troncoso.
Además de la situación de precarización e inestabilidad laboral, muy pocos de estos equipos locales operan en un espacio propio y faltan insumos básicos para que estos espacios puedan funcionar. Todo esto sucede, a su vez, en un contexto de recorte presupuestario y baja de convenios y programas sociales de promoción y protección de derechos y que eran una herramienta fundamental del consejo local para abordar la contención de los NNyA. “Si estos casos llegan a la policía o al servicio local es porque el sistema falló con las medidas de promoción”.
“En los últimos años se cerraron unos 30 talleres educativos del programa Envión, casi el único programa de contención para adolescentes. También se cerró una orquesta barrial que funciona en una villa de Bahía y de la que participaban unos 70 chicos de distintos barrios populares”, enumera Troncoso. “Las realidades estructurales son muy difíciles de revertir, pero estas políticas y la contención, a través de los dispositivos de niñez, permitían un abordaje integral de la situación para paliar, por lo menos en parte, esa situación de vulnerabilidad”.
Esta crítica situación fue relevada y descrita en los informes que el consejo local entregó en 2016 y 2017 a las autoridades municipales; desde entonces, las respuestas han sido muy pocas y el déficit en la atención integral de la niñez se agudizó. La demanda de asistencia sigue creciendo y el sistema está colapsado: según el registro del Consejo Local, abuso sexual infantil, violencia y adicciones son los principales problemas que deben atender y que exigen una medida de protección inmediata.
“Lamentablemente, con los dispositivos que tenemos no llegamos a dar todas las respuestas que quisiéramos. Los hogares convivenciales para atender estos casos están superados en cantidad y funcionan casi exclusivamente por la voluntad de los operadores; la experiencia de familias solidarias para dar abrigo también fue muy importante y a partir de una campaña logramos que muchas se sumen. Sin embargo hay hoy alrededor de 100 chicos en condiciones de estar con familia de abrigo pero faltan familias y lugares en los hogares; eso significa que los NNyA continúan en su ámbito de vulneración”, explica la integrante del Consejo.
A esto deben sumarse las falencias del sistema de responsabilidad penal juvenil que, lejos de cumplir con los principios estipulados por ley, se va asimilando cada vez más a un sistema punitivista y de castigo. “El programa Autonomía joven brinda, como dispositivo de contención, algunas respuestas al sistema penal juvenil, pero tampoco alcanza. Había acá una experiencia muy interesante con la panadería que funcionaba en el centro cerrado Valentín Vergara; desde el incendio de 2013, ese espacio no fue reacondicionado”.
Casi 70 chicos de la ciudad estaban en la panadería; en estos años, se fueron recuperando maquinarias y se consiguió un nuevo lugar. El Consejo Local viene reclamando desde el año pasado una pequeña inversión para instalar un baño en el nuevo inmueble. Desde hace un año, la panadería no puede abrirse porque falta sólo eso: un baño.
Las condiciones del centro cerrado tampoco mejoraron. Los espacios afectados por el incendio nunca fueron restaurados y, por lo tanto, la capacidad del centro se encuentra reducida. “Hoy el Valentín Vergara podría alojar 5 ó 6 chicos pero, en determinados momentos, hubo más de 10 chicos que eran traslados desde otros centros sobrepoblados y terminaban acá en las mismas condiciones: compartiendo colchones, durmiendo en el suelo”, precisa Troncoso.
A pesar de la crítica situación, desde el Consejo Local siempre apostaron al diálogo con las autoridades municipales, sostienen la corresponsabilidad como un principio básico del sistema de promoción y protección de los derechos de NNyA, “por eso insistimos, mediante el proyecto de ordenanza, en trabajar conjuntamente y de manera coordinada con las secretarías del Municipio para pensar un abordaje integral y estructural del problema. Queremos que se asuma el compromiso político para que la niñez sea prioritaria y para que las soluciones lleguen en plazo razonable”, cerró Troncoso.
En esta semana, los miembros del Consejo Local se reunieron con todos los bloques políticos con representación en el Concejo Deliberante y con los secretarios de políticas sociales en el Municipio; a todos ellos, les entregaron los informes que vienen realizando y en donde dejan constancia de esta situación. Los datos son precisos y fundamentan con crece la emergencia del sistema de niñez; ahora son las autoridades municipales quienes tienen la obligación de dar una respuesta institucional.