“No conocemos los efectos combinados de agrotóxicos en el organismo”
ANDAR en Mar del Plata
(Agencia) La Asociación Civil Bios, que trabaja en defensa del ambiente y los derechos humanos, lanzó en Mar del Plata una novedosa campaña destinada a detectar la presencia -tipos y niveles- de sustancias tóxicas en personas no expuestas de forma directa y continua a las actividades desarrolladas mediante el uso de agroquímicos. Los ciudadanos seleccionados para la extracción de las muestras de sangre fueron el Intendente Municipal, Gustavo Pulti; el secretario de Salud distrital, Alejandro Ferro; el presidente del Concejo Deliberante, Ariel Ciano; la directora de Medio Ambiente, Claudia Baltar; y el secretario de Producción, Mariano Pérez Rojas.
“Ayer la recepción por parte de las autoridades fue buena pero, de todos modos, no tuvimos respuestas concretas sobre si aceptarán realizarse las muestras o no. Estamos dándoles tiempo para que se organicen la semana que viene y nos informen cuándo podremos pasar a tomar las muestras de sangre. No creemos que se vayan a negar ya que será una buena oportunidad para visibilizar un problema potencialmente peligroso”, afirma la licenciada en Comunicación e integrante de Bios Argentina, Silvana Buján.
La campaña “Mala Sangre” se basa en una experiencia llevada a cabo en la Unión Europea en 2004, en la que se descubrió que 14 ministros nacionales de Salud y Medio Ambiente que accedieron a la realización de los análisis portaban en la sangre más de 55 sustancias contaminantes y potencialmente peligrosas.
Con ese antecedente, varios de los integrantes de la campaña “Mala Sangre” en Mar del Plata decidieron someterse, recientemente, a similares estudios en busca de toxinas en sangre y hallaron al menos tres clases de químicos derivados de la actividad agro-productiva. “Estamos incorporando a nuestros cuerpos sustancias muy riesgosas que ninguno pidió tener”, explica Buján.
-¿Qué químicos hallaron en sus propias muestras de sangre?
-Se detectó Endosulfán, DDD y Endrín, que son tres clases de organoclorados (producen efectos nocivos al medio ambiente y la salud, y se utilizan en insecticidas y pesticidas), y deltametrina, que también es uno de los componentes más utilizados en insecticidas. Esas sustancias no deberían estar en nuestros organismos y, sin embargo, lo están.
[pullquote]no se sabe qué pasa en el organismo cuando estas sustancias actúan relacionadas[/pullquote]
-¿Qué afecciones a la salud pueden producir esas toxinas?
-Una cuestión importante del problema es en que no podemos saber si las sustancias tóxicas que hallamos en nuestras muestras de sangre son peligrosas o no, si van a producir algún perjuicio inmediato, a mediano o largo plazo. La respuesta a esa duda nadie la puede dar, porque lo cierto es que el organismo humano no está preparado para contener esas sustancias. Es decir, lo que sí se conoce es qué niveles de una determinada toxina o exposición aguda y prolongada a la misma pueden ser riesgosos, pero no se sabe qué pasa en el organismo cuando estas sustancias –que se pueden unir, sinergizar y producir un efecto diferente al que por separado producen- actúan relacionadas.
Además de la alarma suscitada entre los integrantes de Bios que se sometieron a los análisis, los hallazgos de toxinas en sangre los motivaron para profundizar la campaña de concientización en Mar del Plata, uno de los centros de producción frutihortícolas más importante del país. De allí que la invitación a las principales autoridades distritales para la realización de los estudios aspire a visibilizar los resultados de esos análisis y promover, desde el poder político, la regulación estricta y la progresiva eliminación en el uso de agrotóxicos.
-¿Cómo se llevará a cabo la extracción de las muestras a los funcionarios?
-En principio, los hemos convocado a que participen y estamos esperando las confirmaciones. Luego, iremos hasta las oficinas de los funcionarios públicos y el equipo de bioquímicos de la Asociación les extraerá muestras de sangre. Lo que queremos es determinar qué sustancias tóxicas tienen en su organismo los ciudadanos que no están en contacto habitual con agrotóxicos. En Europa, la campaña generó consecuencias muy importantes precisamente a partir de la alerta que provocó en los propios ministros la presencia de elementos tóxicos en sus organismos. En efecto, en todos los países se decidieron incrementar y mejorar las normas de protección, y se prohibieron algunas sustancias utilizadas en la agricultura industrial.
[pullquote]en virtud de los resultados obtenidos, creemos que, lamentablemente, una gran parte de la población tiene posibilidades de contener toxinas en sangre[/pullquote]
-¿Creen que en estos casos también hallarán sustancias contaminantes?
-La búsqueda en nuestras propias muestras fue muy somera, aproximativa y sin criterios preestablecidos. Es decir, buscamos químicos en general. Por lo tanto, en virtud de los resultados obtenidos, creemos que, lamentablemente, una gran parte de la población tiene posibilidades de contener toxinas en sangre. Y lo preocupante es que no existen estudios epidemiológicos sobre la población, por lo que la incertidumbre es muy amplia. Todavía no sabemos cómo puede ser el efecto sinérgico o combinado de las sustancias.
Una experiencia sustentable y poco difundida
Desde Bios aseguran que, desde el sistema de producción agroecológica se están produciendo avances técnicos que prescinden de los agrotóxicos, como el glifosato por ejemplo, pero que aún existe una fuerte resistencia a utilizar las alternativas más eficientes.
-¿Cuál es el desarrollo de la agroecología en Argentina?
-Se trata de un ámbito poco divulgado y conocido, y todavía se lo sigue asociando con la huerta familiar. En realidad, la agroecología está dando grandes resultados en emprendimientos a gran escala también. Por ejemplo, en Tres Arroyos hay dos ingenieros agrónomos, que permanentemente nos asesoran, y que hacen agricultura intensiva pero de manera orgánica. Uno de ellos tiene un campo de 1.500 hectáreas y produce trigo orgánico, certifica y exporta. No utiliza ningún tipo de veneno. El otro emprendimiento, muy cerca del que mencioné y también en Tres Arroyos, hay un campo de 650 hectáreas donde se produce carne orgánica, productos hortícolas y cereal fino también sin uso de agroquímicos.
[pullquote]Existen avances técnicos que prescinden de los agrotóxicos pero aún existe una fuerte resistencia a utilizar estas alternativas más eficientes[/pullquote]
-¿Y en Mar del Plata?
-En zonas periféricas existen algunas pocas, pero muy interesantes, huertas orgánicas que proveen a la Feria Verde de la ciudad, que distribuye los productos en el complejo universitario y en una plaza céntrica dos veces por semana. También el INTA asesora gratuitamente a los vecinos, inclusive a grandes productores, sobre la agroecología. Hay una cantidad y diversidad muy importante de producción sin uso de agrotóxicos que prueban el carácter falaz del discurso de las corporaciones que comercializan y producen los agroquímicos.
-¿Cómo es la situación local con respecto a la utilización de agroquímicos?
-Hace 6 años atrás logramos que se aprobara una ordenanza muy importante que prohibía la fumigación hasta 1000 metros de distancia respecto de las zonas habitadas. Pero luego se demoró la reglamentación de la ordenanza durante 2 años, por lo cual, los vecinos fumigados se presentaron ante un tribunal de familia y lograron un recurso de amparo para forzar la reglamentación. Finalmente se hizo efectiva, pero los productores, argumentando que así ‘no podían trabajar’, se movilizaron hasta el frente del Palacio Municipal con tractores, camionetas y maquinarias agrícolas. El discurso de los productores era muy tramposo. Un folleto de ellos decía algo así como ‘¿Usted quiere que la ciudad de Mar del Plata se llene de ratas, virus y bacterias? Opóngase a la prohibición de las fumigaciones’, con una imagen de una rata.
[pullquote]Los agroquímicos están mal clasificados de acuerdo a su peligrosidad y, por ejemplo, puede utilizarse glifosato en las zonas lindantes al tejido urbano[/pullquote]
-¿Y qué ocurrió finalmente con la reglamentación de la ordenanza?
-Con el reclamo de los productores, se generó otra ordenanza que anuló la anterior, por lo que pasó a permitir la fumigación hasta los bordes mismos de las viviendas. Por otra parte, los agroquímicos están mal clasificados de acuerdo a su peligrosidad y, por ejemplo, puede utilizarse glifosato en las zonas lindantes al tejido urbano. En los bordes de la ciudad de Mar del Plata la gente, hoy, está siendo fumigada con agrotóxicos. Resulta imperiosa la necesidad de detener el uso de esos agroquímicos. Las consecuencias sanitarias, todavía, hoy, son imprescindibles.
Por ahora, luego de haber cursado las invitaciones a los funcionarios del distrito, la Asociación Civil Bios aguarda la posibilidad de comenzar con la extracción de las muestras de sangre. La mitad de cada muestra será analizada en un laboratorio certificado argentino, y la otra mitad en un centro de investigación de Granada, España, donde se realizarán las contra-muestras para confirmar los resultados.
“Más allá de esta acción, continuaremos con la campaña con el objetivo de llamar la atención de la población acerca del potencial riesgo sanitario de alcances y gravedad todavía desconocidos”, afirma Silvana Buján, y agrega: “No podemos esperar que nuestro organismo levante una bandera roja y diga: ‘ya tengo demasiados químicos en el cuerpo’. Debemos cuidarnos promoviendo un nuevo paradigma productivo”.