Ángel, el chico sonriente del violín
El pasado sábado en horas de la tarde se realizó una actividad comunitaria para recordar y pedir justicia por Ángel Almada.
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(Hernán Herbalejo) En la convocatoria se concentraron familiares, amigos y vecinos de Ingeniero White y barrios cercanos, entre todos realizaron un mural en homenaje al joven de 17 años que durante la madrugada del 5 de marzo apareció muerto debajo del puente peatonal que une Ingeniero White con el Boulevard XX.
La actividad comunitaria contó con radio abierta, a la que se sumaron distintos artistas locales y culmino con la presentación de la orquesta escuela de Ingeniero White, en la cual Angel tocaba el violín.
Muchas son las dudas sobre el asesinato de Ángel: las autoridades policiales y sectores de la justicia forzaron la hipótesis del suicidio, los funcionarios municipales se empecinaron para señalar al suceso como un hecho de inseguridad. Con el compromiso vecinal todas estas teorías se cayeron, pero aún falta individualizar a los responsables del crimen.
Los silencios cómplices garantizan la impunidad, los asesinos se amparan en las sombras y la lentitud de la justicia provoca más dolor en sus familiares y amigos. Una y mil acciones más para romper el pacto de protección que aseguran ciertas autoridades y que evitan esclarecer el crimen de Ángel. Quizá los verdugos, instigadores y co-autores son hijos del poder o socios de turbios negocios sobre nuestros jóvenes.
#QueNoSeQuedeMiPuebloDormido ¿Cuál será el precio de tan cobarde actitud?