EL JUICIO POR LA MUERTE DE UN JOVEN EN LA CÁRCEL DE OLMOS “Ahorcate, total, uno menos”
Mauro Pérez Ugarte se suicidó el 23 de octubre de 2013 en una celda de los buzones de la Unidad Penitenciaria 1 de Olmos. El día de su muerte había pedido que lo dejaran llamar por teléfono porque tenía un problema familiar, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) se negó sistemáticamente. Mauro dijo que iba a suicidarse si no podía hablar con su hijo; “Ahorcate, total, un menos”, fue la única respuesta del guardia de servicio Leonardo Villafañe. Casi seis años después, en el Tribunal Oral Criminal 3 de La Plata se está realizando el juicio con un único imputado: Villafañe acusado de abandono de persona seguida de muerte.
ANDAR en La Plata
(Agencia Andar) Esta semana, en el Tribunal Oral Criminal 3 de La Plata, comenzó el juicio por la muerte de Mauro Pérez Ugarte. Mauro se suicidó en una celda de aislamiento de la Unidad Penitenciaria N 1 de Olmos, tenía 30 años, un hijo y estaba cerca de recuperar la libertad. La causa llegó a juicio con un único imputado: Leonardo Villafañe, que era el guardia de servicio la noche del suicidio y desoyó durante todo el día los reclamos del detenido.
El 23 de octubre de 2013, Mauro pidió desesperadamente que lo dejen hablar por teléfono con la familia, por un problema con su hijo. Nadie del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) lo escuchó. Ante la falta de respuesta, prendió fuego una prenda de vestir y la arrojó al pasillo por el pasaplatos de la celda; en ese momento, se acercó Leonardo Villafañe, apagó el fuego y le dijo que no le iba a dar el teléfono. Mauro insinuó que iba a ahorcarse si no lo dejaban hacer la llamada; Villafañe lo miró, se rió y respondió: “Cerrá la boca, refugiado, y ahorcate, total, uno menos”.
El mote de “refugiado” en las cárceles bonaerenses se usa para las personas que, por el delito que se les imputa, pueden llegar a tener conflictos con otros detenidos. En ese caso, era una forma despectiva de exponer frente a los demás que Pérez Ugarte era un ex agente penitenciario.
Alrededor de las 19 horas, Mauro se ahorcó con un cinturón sujetado a la reja interna de la celda. “Lo vi colgado por la mirilla del buzón”, declaró durante la primera audiencia del juicio la persona que estaba alojada en la celda justo frente a la de Mauro y que, actualmente, continúa detenido. “Empezamos a gritar y golpear los chapones para que vengan, después hice una paloma (una cadena con prendas anudadas) para romper los focos del pasillo y nada. Ingresaron mucho más tarde, recién cuando prendí fuego en mi propia celda”.
Los penitenciarios entraron al pabellón de buzones, vieron la escena y se fueron, volvieron un rato después con las autoridades del penal. Recién en ese momento, cuando abren la puerta de la celda 16, el cuerpo de Mauro se desploma por su propio peso. Al día siguiente, durante una inspección de rutina de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), el equipo del Comité Contra la Tortura encontró el cuerpo de Mauro aún tendido en el suelo. Habían pasado ya 17 horas.
Durante toda la primera audiencia, declararon las personas que el 23 de octubre de 2013 estaban alojadas en los buzones; muchos de esos testigos siguen detenidos y manifestaron ante el Tribunal el temor a declarar por miedo a represalias. Otros pudieron contar lo que pasó: “venía pidiendo línea telefónica con la familia, el penitenciario entró pero no le hizo caso”, coinciden. “Le dijo que si no le daban línea se mataba”.
Para el fiscal de juicio, Fernando Berlingeri, está probado que, por su estado emocional y el contexto de encierro, Pérez Ugarte no podía valerse de sí mismo, a pesar de eso Villafañe lo dejó abandonado a su suerte. En esto también coincide el abogado de la familia de Mauro, Roberto Maciel.
Leonardo Villafañe está imputado por abandono de persona seguido de muerte e incumplimiento de los deberes de funcionario público. El penitenciario llegó a juicio detenido bajo la modalidad de arresto domiciliario.
La causa inicialmente tenía otro agente del SPB imputado, Cristian Gauto, que fue sobreseído.
La CPM testigo y veedora del juicio
Durante la semana, el abogado de la familia Pérez Ugarte requirió que sean llamados a declarar los integrantes del equipo de inspecciones del Comité Contra la Tortura de la CPM que encontraron el cuerpo de Mauro en la celda. La medida fue acompañada por el fiscal y, a pesar del rechazo de la defensa del imputado, fue aprobada por el tribunal.
La inspección del 24 de octubre de 2013 era una de las periódicas inspecciones de rutina que la CPM realiza en lugares de encierro. Los trabajadores de la CPM recordaron que llegaron alrededor de las 11 de la mañana y que, durante más de una hora, estuvieron esperando en la puerta. Cuando fueron recibidos por el entonces Jefe del Penal les notifican del suicidio y que ya había pasado Policía Científica.
Ante esta situación, el equipo del Comité Contra la tortura requirió ingresar a los buzones, el cuerpo seguía tendido en el suelo de la celda. Durante las entrevistas realizadas, las personas detenidas en ese pabellón estaban aún en estado de conmoción; sin embargo, los relatos sobre los hechos eran coincidentes: el pedido de usar el teléfono, la negación sistemática por parte del SPB, los intentos desesperados de Mauro para ser atendido y la demora de los agentes en llegar a auxiliarlo.
Sobre esas entrevistas, el equipo de la CPM también recordó la situación de encierro que los detenidos padecían: muchos, entre ellos Mauro, llevaban más de un mes en aislamiento extremo (encerrado las 24 horas), en pésimas condiciones materiales de detención, sufriendo frío y hambre.
“Más allá de la importancia que tienen para el juicio, el pedido para que declaren los integrantes del Comité Contra la Tortura fue una oportunidad para exponer en un debate oral y público la labor de monitoreo de lugares de encierro que la CPM realiza desde hace casi 20 años”, señaló la directora de Litigio Estratégico de la CPM, Margarita Jarque.
Por pedido de la familia de Mauro Pérez Ugarte, la CPM está realizando la veeduría del juicio. “El suicidio es una práctica bastante extendida en contexto de encierro y, en ese marco, este juicio resulta emblemático porque exhibe el accionar común del Servicio Penitenciario Bonaerense ante este tipo de hechos y evidencia el desprecio por la vida y el abandono de las personas detenidas”, remarcaron desde el programa de Litigio Estratégico tras la primera semana de audiencia.