CUANDO LO INSEGURO ES LA POLICÍA “Agradecé que no saqué el arma”
Un policía atacó brutalmente a un niño que jugaba junto a su hermano con armas de juguete en la vereda de su casa en Mar del Plata. El relato de su mamá y la denuncia a los agentes policiales: “una persona así no puede estar arriba de un patrullero”.
ANDAR en Mar del Plata
(Agencia Andar) Esa mañana Canela le compró un juguete a su hijo más chico: una pistola que disparaba un láser azul y traía unos pequeños balines de plástico, igual a la que ya tenía el hermano. Esa tarde M., de 9 años, salió a jugar a la puerta de su casa con su hermano de 12 y sus pistolas nuevas.
Por la cuadra pasó un patrullero. Dio la vuelta y volvió a pasar a toda velocidad frenando con brusquedad. “M. tiene déficit de atención, es hiperquinético, está en tratamiento pero no mide riesgos. Cuando el patrullero volvió, retoma dando la vuelta manzana a toda velocidad y frena donde ellos estaban jugando; mi nene de 12 se asusta, sale corriendo y entra a lo de un vecino. M. lo que hace es levantar las dos manos en una tiene la pistola y en la otra los balines”, cuenta Canela.
“Es de juguete”, gritaba M. mientras se le acercaban dos policías. El nene no quería que le saquen su pistola nueva: “uno de los policías lo agarra y lo quiere inmovilizar como con una especie de abrazo, él se quiere zafar, se tuerce como para salir y el hombre lo clava en el piso de una patada, le suben la remera a la altura del cuello, yo escucho los gritos de todos los vecinos y salgo y veo que este policía estaba arrastrando a mi hijo por el piso”, describe la mamá.
¡Estás loco!, gritó Canela y sacó al chico. La respuesta del agente fue si era ella la que le enseñaba al hijo a matar policías, que él desde un patrullero no podía ver si el arma era de juguete y que había actuado según el protocolo.
_ ¿Una patada en la cabeza es protocolar?_ preguntó.
_Agradecé que no saqué el arma_ respondió el uniformado.
Canela temblaba, el policía llamó por handy a un supuesto superior, ni él ni su jefe se identificaron correctamente aunque sí tomaron los datos de la mujer y sus hijos. Ella se contactó con la Comisión Provincial por la Memoria desde donde la asesoraron y la pusieron en contacto con la defensoría del fuero de responsabilidad penal juvenil a través de quienes se realizó una denuncia penal tras constatar las lesiones del chico. Desde la CPM también se puso en conocimiento de los hechos a Asuntos Internos que inició un sumario de oficio.
“Una persona así que no puede estar arriba de un patrullero”, señala Canela quien no recibió ningún apoyo para la contención psicológica de sus hijos que ahora tienen miedo de salir. “Los pibes lo único que tienen que hacer es jugar”, asegura.
Ahora la Gremial de Abogados se presentó como querellante en la denuncia y la formalizó ante la Gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal a través de una nota. Desde la CPM denunciaron que éste “no se trata de un hecho aislado y singular sino de una práctica cada vez más extendida y generalizada que sistemáticamente viene dando muestras de la violencia, arbitrariedad e impunidad con que operan las fuerzas de seguridad en el territorio”.