“A mayor organización de los trabajadores de prensa, más son las posibilidades de ejercer la libertad de expresión”
Los trabajadores de la agencia de noticias Télam realizaron el pasado jueves 9 de abril un “tuitazo” con el hashtag #LibertadSindicalEnTelam para denunciar que los directivos de la empresa hace cuatro meses no atienden a la Comisión Gremial Interna (CGI) electa. El próximo martes 14 realizarán un acto (14 hs) en la puerta de uno de los edificios de la agencia, Belgrano 347, para continuar exigiendo se resuelvan los conflictos que afectan la libertad sindical de los trabajadores.
Andar en CABA
(Agencia- Paula Bonomi) Con el apoyo del plenario de delegados y delegadas de prensa escrita, radial y televisiva, el conjunto de trabajadores y trabajadoras de la agencia Télam realizaron el pasado jueves 9 de abril un “tuitazo” con el hashtag #LibertadSindicalEnTelam para denunciar que los directivos de la empresa hace cuatro meses no atienden a la Comisión Gremial Interna (CGI) electa.
De acuerdo a los delegados y delegadas, existen distintos motivos políticos por los cuales, en esta oportunidad, buscan desconocer a la CGI. Uno tiene que ver con las demandas puntuales al interior de la empresa como son las re-categorizaciones, los encuadramientos, el pedido de concursos transparentes y sin excepciones, entre otras. El otro punto tiene que ver con que, los trabajadores y trabajadoras de Télam han votado masivamente en el plebiscito para constituir un nuevo sindicato de prensa. Algo a lo que el directorio de la Agencia se opone.
Andar conversó con Patricio Klimezuk, integrante del Colectivo de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (CTP) y delegado gremial electo por la agencia Telam. Klimenzuk explicó la compleja situación que viven muchos periodistas en la Ciudad de Buenos Aires, las ausencias sistemáticas o hasta los boicots de intervención del gremio del sector – UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa Bs As)- ; y reflexionó acerca de la permanencia de estrategias extorsivas por parte de las empresas de medios que buscan socavar la actividad profesional, perpetuando condiciones de censura y precarización laboral entre los trabajadores y trabajadoras de prensa.
“Hace cuatro meses que la gestión no recibe a la comisión interna de Télam. Esto viene de un proceso que tiene diferentes aristas para intentar entenderlo. El sindicato base, la UTPBA, desde hace 15 años tomó la decisión de no fiscalizar las elecciones en nuestra empresa. Télam es la segunda empresa de medios más grande del país, en relación a la cantidad de trabajadores que tiene y éstos a su vez están englobados en convenios colectivos de prensa. La primera es Clarín, la segunda es Télam y por ahí anda La Nación. Canal 7 tiene muchos más trabajadores pero están enrolados en el Sindicato Argentino de Televisión (SAT). Hace 15 años que nuestro sindicato no fiscaliza las elecciones y, aunque ha intervenido el Ministerio de Trabajo que ha mandado veedores o hemos pagado escribanos, la empresa siempre había recibido a su gremial electa. El año pasado se repitió el esquema pero con la particularidad de que el Ministerio, en acuerdo con la gestión, no vino a fiscalizar la elección lo que le permitió a la empresa decir que ellos iban a considerar a las elecciones ilegales. Teniendo esta definición, recurrimos a la Justicia y obtuvimos un fallo en primera instancia que intimó al sindicato y a la empresa a convocar las elecciones. Pero en una situación que puede sonar increíble o ridícula el sindicato apeló el fallo –que ahora está en segunda instancia- para no convocar a elecciones. Reitero: el sindicato apeló un fallo porque no quería convocar a elecciones en la segunda empresa de medios con la mayor cantidad de trabajadores.”
Los trabajadores decidieron avanzar con el proceso electoral y el mismo fue realizado el 10 de noviembre pasado con amplia participación. Luego, los directivos llevaron a cabo lo que venían anunciando: negaron la legalidad del proceso, no recibieron a los nuevos delegados, no construyen canales de diálogo con sus trabajadores. “Nosotros empezamos una serie de medidas de fuerza para que nos reciban. Un “ruidazo” por los dos edificios principales de la empresa, en diciembre festejamos una navidad por la libertad sindical, y ahora estamos retomando el proceso de lucha”.
Hastiados de la política del enquistado sindicato que nuclea al sector, UTPBA, en diciembre realizaron un plebiscito en el que participaron más de 2000 trabajadores/as de prensa de los principales medios nacionales. Se consultó la necesidad de crear o no una nueva herramienta gremial. Para sorpresa de muchos, la participación de periodistas radiales, televisivos y gráficos fue masiva: un 95% votó por la afirmativa. “Con lo cual seguiremos impulsando esta iniciativa, porque necesitamos un nuevo sindicato, nuevas políticas para los trabajadores de prensa”.
“En muchas empresas crece la figura de los “colaboradores”. El colaborador es una figura que, si bien el estatuto del trabajador de prensa admite, se ha distorsionado de manera tal que se usa como variable de ajuste y precarización laboral. Hay revistas enteras en la Ciudad de Buenos Aires y medios importantes como Clarín y La Nación que recurren a esta figura para llenar sus páginas, y nosotros nos preguntamos, ¿cuál es la vinculación de la empresa con esa persona? La empresa paga por nota presentada y se desconoce completamente la relación laboral. Después de un cierto tiempo de continuidad de colaboraciones esa relación debiera ser reconocida como permanente. Eso nunca es aceptado por las patronales y cuando tienen que efectivizar a los trabajadores, los siguen manteniendo como colaboradores o no los llaman más. Se visualiza la negación del vinculo laboral y el ajuste a través de tener trabajadores precarizados bajo contratos de locación de servicios o colaboraciones free lance. En otras empresas de medios no se reconoce al periodista o el trabajo administrativo como trabajador de prensa, entonces no se les aplica el convenio colectivo de la actividad. Esta es la situación más flagrante de precarización que vivimos que también está empezando un lento goteo en dos sentidos más. En primer lugar el inicio de la multitarea: a un trabajador se le paga por sacar fotos, escribir notas, filmar videos entonces hace más de una actividad. En segundo lugar, muy lentamente, pero han comenzado los despidos, los retiros voluntarios. Por ejemplo, en Publiexpress este último mes hubo cuatro despidos que se suma a que en los últimos años hubo más de doce; es una empresa que tiene más de 70 trabajadores y que recibe más de 20 millones de pesos en pauta oficial del Gobierno de la Ciudad y en los últimos tres años el doble de ese dinero a través de pauta del Gobierno Nacional. Con lo cual, vamos viendo como en la Ciudad de Buenos Aires crece la precarización de los trabajadores de prensa.”
“La ausencia del gremio de la actividad tiene graves consecuencias. Se ha retirado de las redacciones y eso produce que las luchas laborales se den individualizadas por empresa. En aquellas que no están organizadas los niveles de precarización, de despidos, de arbitrio patronal son cada vez más graves. Cuando uno ve en riesgo su trabajo, su posibilidad de expresarse libremente se reduce sensiblemente. Lo único que el trabajador pretende es conservar su trabajo. Creo, como principio, que a mayor nivel de organización de los trabajadores más posibilidades de ejercer la libertad de expresión. ¿Por qué? Porque hay mayores posibilidades de discutir y crear la línea editorial de las empresas. Teniendo organización podemos discutir contenidos, casos de censura, operaciones financieras de las empresas y también podemos ayudar a que se visibilicen nuestros propios conflictos. Influenciar en lo que emiten nuestros medios. Tenemos que tener en claro cómo es el vínculo entre nuestra profesión y la cuestión sindical. El trabajador de prensa brinda un servicio a la comunidad y debe poder reflexionar y discutir cómo se comunica hoy en día, qué se comunica, cuáles son las herramientas que se utilizan. Conocer el entramado de negocios que hacen que los medios digan lo que dicen. Sin dudas, en Télam cuanto mejor y más organizados tuvimos mayor capacidad de discutir cómo y qué hace la agencia pública que, a su vez, es solventada con el trabajo de los argentinos”.
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