ESPECIAL MONTE PELLONI Declararon los testigos propuestos por la defensa de Grosse
Este jueves se inició la novena jornada de Juicio. Las declaraciones testimoniales fueron por parte de la defensa de los imputados y a pedido del Dr. Ibáñez, representante oficial del Capitán retirado y oficial de inteligencia Walter Grosse.
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(AC-FACSO) Durante la sesión se iniciaron las indagatorias a los testigos convocados por la defensoría de los imputados. Fue el turno del Dr. Gerardo Ibáñez, abogado defensor del Capitán (R) Grosse quién está siendo juzgado por los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos acontecidos en el ex Centro Clandestino de Detención (CCD) Monte Pelloni durante la última dictadura cívico-militar. Fueron llamados a declarar María Eugenia Viera, Inés Elena Pérez del Cerro y Miguel Ángel Scheurer, vinculados al entorno social y castrense del imputado Grosse mientras vivió en Olavarría. A su vez, no se presentó a brindar declaración indagatoria Lucía Rodríguez Conde, quién por medio de una constancia médica presentada al Tribunal justificó su ausencia.
Las preguntas por parte de la defensa acerca de la hepatitis contraída por Walter Grosse residieron en la estrategia de intentar probar que el imputado estuvo con licencia médica en ese período, previo a diciembre de 1977. Si bien los tres testigos coincidieron en reconocer esta enfermedad que afectó al ex Capitán, no pudieron establecer una fecha exacta de cuando fue emitida dicha licencia.
La primera en ser llamada a declarar fue María Eugenia Viera, esposa del Coronel retirado Roberto Jorge Casares, ex militar y jefe de Grosse en el Regimiento local en aquella época. La testigo declaró que entre 1977 y 1979 fue vecina del imputado ya que vivió en el mismo edificio ubicado en la calle San Lorenzo, en el cual residían varios militares en el barrio conocido como Pueblo Nuevo. En principio, fue interrogada por el Dr. Ibáñez quién le preguntó acerca de si Grosse permaneció enfermo de hepatitis durante el tercer embarazo de su esposa María Graciela Buggiano, aproximadamente previo a diciembre de 1977, lo cual respondió que “Sí”. El Presidente del Tribunal Falcone le pidió que precisara si era estrictamente antes de diciembre o a mediados de año. Viera respondió que fue “más o menos en agosto”. Posteriormente, se le pidió una definición de Grosse a lo que respondió elogiosamente que su concepto sobre él era “excelente”.
En segundo lugar, fue citada a testimoniar Inés Elena Pérez del Cerro quién aseguró que vivió durante 15 años en Olavarría y que conoció mucho a ‘Gubi’ y su señora. ‘Gubi’ era el apodo con el que Grosse era conocido en su ambiente más íntimo. Este alías demuestra la familiaridad en el trato entre Pérez del Cerro y el imputado. La testigo conoce a la familia ya que vivía cerca del Regimiento. Recordó que se reunían “las señoras con los chicos” y “la pasaban muy bien”. A su vez, se refirió a la hepatitis sufrida por Grosse y parte de su familia durante esa época.
Finalmente, se presentó a declarar Miguel Ángel Scheurer, Coronel retirado del Ejército del Cuerpo Profesional de Intendencia. Además, durante ese tiempo, siendo Capitán se desempeñó como Oficial de Finanzas formando parte del Regimiento de Caballería de Tanques II «Lanceros General Paz» (RCTan II). Scheurer, al igual que Viera, vivía en el mismo edificio de la calle San Lorenzo y fue vecino de Grosse. De esos años recordó que el imputado padeció hepatitis y que permaneció en su domicilio durante su enfermedad, aunque aclaró que esto fue “entre julio y agosto de 1977”.
Posteriormente, el fiscal federal Walter Romero interrogó al testigo, preguntándole acerca de si conocía el procedimiento por el cual se dejaban sentadas en registros las licencias médicas otorgadas. El Cnel. (R) Scheurer respondió afirmativamente, corroborando que “eso quedaba sentado en el legajo”. Por último, el abogado Claudio Castaño interpeló al testigo acerca de qué apreciación le merecía su defendido Horacio Rubén Leites. “Un excelente camarada” aseguró. Cuando le preguntó qué impresión le merecía la imputación del mismo reconoció que lo “tomó por sorpresa”.
Los testimonios de la jornada de hoy presentaron algunas contradicciones e imprecisiones respecto de la licencia y el alta médica del Capitán (R) Grosse durante el período comprendido entre agosto y diciembre de 1977, etapa en la que se realizaron los secuestros, detenciones y torturas. Varias víctimas testigos reconocieron a Grosse en su participación.
Además, Grosse reconoció ante el Tribunal haber viajado hasta Banfield para traer a Olavarría el cuerpo de Jorge Oscar Fernández, que fue entregado el 30 de noviembre en el Cementerio Municipal, según declaró María del Carmen Fernández, su hermana. Es decir, un día antes del 1º de diciembre de 1977, fecha en la cual la testigo María Eugenia Viera indicó que nació el tercer hijo del imputado Grosse.
Hasta aquí han declarado alrededor de 30 testigos por parte de la querella. A partir de la última semana de octubre se llevará a cabo las declaratorias de los testimonios propuestos por la defensa de los imputados. De esta manera finalizó una jornada más del Juicio oral y público por la causa Monte Pelloni. El Tribunal Oral Federal levantó la sesión pasando a un cuarto intermedio hasta el lunes 27 de octubre a las 14 hs.